Intento de golpe

Lo que Berlusconi est¨¢ intentando es un aut¨¦ntico y genuino golpe moral e institucional. Quiere imponer al pa¨ªs una ley medieval, que pretende sustraer al ciudadano el derecho sobre su vida y su propio cuerpo, para entregarlo a la voluntad totalitaria de la Iglesia y del Estado. Y como al hacer esto se enfrenta con todas las decisiones tomadas a este respecto por la magistratura (en todos los niveles, incluido el europeo) y con el rechazo del Jefe del Estado a firmar un decreto ley descaradamente anticonstitucional, Berlusconi anuncia que pretende dar la vuelta a la ley y a la Constituci¨®n con una sesi¨®n r¨ªo del Parlamento y con proclamas dirigidas al "pueblo" (es decir a los telespectadores que manipula gracias a su monopolio televisivo).

El caso de Eluana Englaro es clar¨ªsimo: en estado vegetativo permanente desde hace 17 a?os, hab¨ªa comunicado al padre y a sus amigos su firme voluntad de no ser "salvada" por ninguna m¨¢quina en caso de que le ocurriera lo que le hab¨ªa ocurrido a un amigo suyo. Su voluntad ha sido juzgada inequ¨ªvocamente por los tribunales que se han tenido que pronunciar y, por lo tanto, una sentencia definitiva e inapelable ha permitido que a Eluana se le "desconectara la sonda".

Por otro lado, la Constituci¨®n italiana garantiza al ciudadano el rechazo de cualquier tratamiento m¨¦dico, incluso cuando la falta de ¨¦ste pueda acarrear la muerte. Y no se puede imponer la alimentaci¨®n forzada, ni siquiera a quien quiera dejarse morir por una huelga de hambre y sed.

Ante el diktat khomeinista de la Iglesia de Ratzinger, que considera un asesinato respetar la voluntad de Eluana, el Gobierno de Berlusconi (no hay gobierno m¨¢s pagano y sometido a la mamma que ¨¦ste) ha violado cualquier norma y procedimiento con tal de imponer la voluntad torturadora de la Iglesia jer¨¢rquica (sin embargo, much¨ªsimos curas e incluso alg¨²n obispo se han manifestado respetuosos con la ley y la libertad de los individuos).

Berlusconi ha decidio abrir un verdadero casus belli declarando su intenci¨®n de cambiar inmediatamente la Constituci¨®n para poder gobernar sistem¨¢ticamente con decretos-ley, salt¨¢ndose los debates parlamentarios, proclamando as¨ª, abiertamente, su pulsi¨®n de dictadura. Italia entra, por tanto, en un periodo de emergencia democr¨¢tica absoluta, m¨¢s grave a¨²n porque Europa parece no darse cuenta de la seriedad de la vocaci¨®n totalitaria de Berlusconi.

En el pa¨ªs se ha puesto en marcha r¨¢pidamente un tam-tam medi¨¢tico de ciudadanos que quieren auto-organizar una oposici¨®n a las acciones liberticidas del Gobierno. Falta, sin embargo, una reacci¨®n digna de su nombre del Partido Dem¨®crata de Veltroni, completamente empantanado en su subalternidad psicol¨®gica y cultural al berlusconismo, si bien las declaraciones de Berlusconi no dejen lugar a dudas: su Gobierno quiere destruir toda forma de control, todo l¨ªmite, todo balance, toda autonom¨ªa, que obstaculice la dictadura de hecho del Gobierno.

A jueces, periodistas, sindicalistas y cualquier ciudadano comprometido, se les tilda de "comunistas" y hasta de terroristas si no se someten a un Gobierno subversivo que est¨¢ destrozando la democracia liberal en Italia.

Paolo Flores D'Arcais es fil¨®sofo y editor de la revista Micromega.