'Prouveman¨ªa' en Par¨ªs
Un recorrido a pie o en bicicleta tras los edificios que construy¨®, muchas veces para otros arquitectos, Jean Prouv¨¦, maestro de las aplicaciones tecnol¨®gicas
No todo en la monumental y excelsa Par¨ªs fue hecho por el bar¨®n de Hausmann, Le Corbusier o Mallet-Stevens. De los arquitectos cl¨¢sicos queda otra sorpresa. Menos emblem¨¢tico, pero igualmente interesante, Jean Prouv¨¦ concibi¨®, construy¨® o hizo aportaciones por toda la ciudad de las luces en m¨¢s de 200 edificios cuya belleza o idoneidad, aunque se preste a debate, transmite la virtud irrecusable de adecuarse de forma armoniosa y pr¨¢ctica a su entorno.
Fue en ese sentido, y mucho antes de ser inventado el concepto, uno de los primeros arquitectos ecologistas. Hasta hace poco en la sombra (arrastr¨® siempre la reputaci¨®n de persona "detr¨¢s de muchos triunfos ajenos"), Jean Prouv¨¦ (Par¨ªs 1901-Nancy 1984) vuelve por la puerta grande. Desde que, en 2001, el Pabell¨®n del Arsenal (21, Boulevard Morland) le consagr¨® una gran exposici¨®n, editando un soberbio cat¨¢logo, este ingeniero-artista comienza a ser rehabilitado y valorado como gran visionario de las necesidades modernas. Prouv¨¦ pertenece a esa estirpe de constructores para los cuales p¨²blico-privado nunca son exclusivos, sino un puente entre dos estados superiores de confort urbano. Intelectualmente elitista (como artista), pero materialmente cercano al pueblo (como ingeniero), toda su obra es el testimonio de un esfuerzo por combinar los espacios p¨²blicos sin mermar ni limitar la libertad individual.
"Jean Prouv¨¦ te transporta a ese mundo de las aplicaciones tecnol¨®gicas ligadas a un modo democr¨¢tico de entender la edificaci¨®n", subraya un especialista. "Gente como ¨¦l nos hace so?ar con ciudades donde la calidad arquitect¨®nica supere los retos de su expansi¨®n irrefrenable". Y es verdad. Pionero de las fachadas desmontables o del concepto estructural de c¨¢scara, de envoltorio, sin cesar de investigar en las posibilidades tecnol¨®gicas, siempre busc¨® un h¨¢bitat cuya eficacia rimase con belleza.
Un sill¨®n canguro
En el Centro de Arte Georges Pompidou, el Beaubourg, una sala permanente le est¨¢ hoy reservada. Planos, maquetas y alg¨²n mobiliario original trazan el itinerario completo de un hombre que afirmaba: "No deber¨ªa dibujarse nada que no se pueda construir". All¨ª podemos apreciar los jalones y etapas de su trabajo. El sill¨®n canguro (de 1948) o la mesa comp¨¢s (de 1958) son maravillas de su dise?o. Pueden visitarse tambi¨¦n, en una ruta parisina siguiendo las huellas de Prouv¨¦, la Torre Nobel, en La D¨¦fense (1967), de la que fue ingeniero y cuya elegant¨ªsima fachada ide¨®; el pabell¨®n de aluminio reconstruido en el parque de exposiciones de Villepinte o su m¨®dulo-arquetipo en Meudon (aprovechemos la visita al museo-taller de Rodin en este pueblo de las afueras de Par¨ªs para contemplar esta casa que es una pieza ejemplar del arte de Prouv¨¦). "Si mira alguno de los muebles que he hecho", dec¨ªa, "ver¨¢ que en casi todas partes hay un dise?o de elementos que se afinan: los perfiles son de resistencia equivalente; es decir, que son m¨¢s fuertes all¨¢ donde m¨¢s trabajan". Y jam¨¢s reneg¨® de su obsesi¨®n -odiaba lo sofisticado- de intentar simplificar las cosas. En este sentido, Prouv¨¦ pertenece a la escuela de los ingenieros, como Pier Luigi Nervi, que trabajan con un pie en la naturaleza y otro en la l¨®gica. Su inter¨¦s por unir invenci¨®n y una vanguardista adecuaci¨®n ecol¨®gica le llev¨® a unirse con Le Corbusier y a dise?ar las cocinas y las escaleras de la Unit¨¦ d'Habitation, en Marsella. Su amistad con el gran maestro le empujar¨ªa, diez a?os despu¨¦s de la muerte de aqu¨¦l, a levantar el campanario de la capilla de Ronchamp, concluyendo as¨ª el trabajo de su amigo.
Prouv¨¦, alternando lo r¨ªgido y lo maleable para construir sencillas viviendas, templos tecnol¨®gicos o naves gigantes, parece tener siempre en la mente una simple escuadra y una llave inglesa. Fue un trabajador infatigable. Herrero, dise?ador de edificios prefabricados y muebles, hizo sillas, mesas y puertas para escuelas, hospitales y barracones a lo largo y ancho de Francia y sus colonias. Siempre ensay¨® unir arte e industria, imaginando un v¨ªnculo, siempre posible, con la conciencia social. Miembro fundador en 1930 de la Uni¨®n de Artistas Modernos (UAM), cuyo manifiesto afirmaba: "Nos gusta la l¨®gica, el equilibrio y la pureza", colabor¨® con la Resistencia fabricando carburadores de madera durante la II Guerra Mundial. Fue alcalde de Nancy y, durante 13 a?os, profesor preocupado por inculcar a sus alumnos que no hab¨ªa diferencia entre construir un mueble o una casa.
Gran inspirador
Entre las obras arquitect¨®nicas en las que colabor¨® se encuentra la Maison du Peuple, en Clichy (en la periferia de Par¨ªs), o la sede parisina del Partido Comunista, que construy¨® siguiendo los planos del brasile?o Oscar Niemeyer. Defendiendo la pr¨¢ctica frente a la teor¨ªa, este ingeniero autodidacta fue un inspirador decisivo para arquitectos tecnol¨®gicos como Norman Foster, Richard Rogers, Renzo Piano o Shigeru Ban.
La prouveman¨ªa alcanz¨® su cima hace un par de a?os con la venta en Sotheby's de dos puertas firmadas por 680.000 d¨®lares. Una paradoja m¨¢s en el destino excepcional de un hombre que dese¨® articular su ideal socialista en base a una calidad est¨¦tica de la vida. "S¨®lo soy un obrero", afirmaba. "En el fondo part¨ª de ah¨ª, pero siempre pens¨¦ que construir tiene que ver con la eternidad. Con la voluntad de hacer algo que dure para siempre".
Un recorrido, a fin de hacerse una idea completa de todo lo que fue capaz de hacer Prouv¨¦ por Par¨ªs, nos llevar¨ªa varios d¨ªas. Pero, en bicicleta o coche, podemos aconsejar un itinerario ideal. Por la ma?ana temprano habr¨ªa que introducirse por el enjambre de La D¨¦fense y admirar las torres EDF-GDF y la Torre Nobel (cuyo muro-cortina de cristal es de Prouv¨¦, mientras que el dise?o del edificio es de Jean de Mailly y Jacques Depuss¨¦) y los magn¨ªficos frontones del CNIT. Luego, ir hasta la estructura met¨¢lica del Palacio de Deportes Bercy (2, Boulevard de Bercy, Par¨ªs 12), sorprendente armaz¨®n cuyo estilo a¨¦reo recuerda un apunte literario de Paul Val¨¦ry. Llegada la tarde, visitaremos la Secretar¨ªa General de las Ciudades Nuevas (26, Rue ?meriau, distrito 15) y alguna de las fachadas de los edificios de la Unesco (1-7 Rue Miollis, distrito 15). Haremos un salto para contemplar el muro cortina de la sede del Partido Comunista, abanico circular de gran impacto visual (2 Place du Colonel-Fabien, distrito 19), y pasaremos a ver varias rampas, verjas y estructuras en la colonia Mallet-Stevens (10 Rue Mallet-Stevens, distrito 16).
Gu¨ªa
C¨®mo ir
? En avi¨®n. Iberia (www.iberia.es), Easyjet (www.easyjet.com), Vueling (www.vueling.com) o Air France (www.airfrance.es) vuelan sin escalas desde Madrid o Barcelona, a partir de 75 euros con tasas.
? En tren
(www.elipsos.com). El tren-hotel Francisco de Goya o el Joan Mir¨® (con salida en Madrid o Barcelona) dejan al viajero en la Gare de Austerlitz y ofrecen tarifas desde 70 euros por trayecto.
Informaci¨®n
? Pavillon de l'Arsenal (00 33 1 42 76 33 97; www.pavillon-arsenal.com. 21, Boulevard Morland. Par¨ªs). Centro de informaci¨®n, documentaci¨®n y exposici¨®n del urbanismo y la arquitectura de Par¨ªs. Metro Sully-Morland o Bastille. Abierto de martes a s¨¢bados, de 10.30 a 18.30, y el domingo, de 11.00 a 19.00. Entrada libre.
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