Por Barrio Lastarria: bienvenidos al Santiago de Chile m¨¢s bohemio
Edificios racionalistas, teatros, restaurantes, museos, hoteles y parques se despliegan por esta zona dominada por el cerro Santa Luc¨ªa que concentra la esencia cultural de la capital chilena

Una sola calle del centro de Santiago de Chile da nombre a todo un barrio que representa una manera de vivir hedonista, cultural y bohemia. Hablamos de la calle dedicada a Jos¨¦ Victorino Lastarria ¡ªintelectual, diplom¨¢tico y pol¨ªtico chileno del siglo XIX¡ª y sus alrededores, por donde se extiende la esencia cultural de la capital chilena representada en edificios racionalistas, teatros, restaurantes, museos, hoteles, parques y librer¨ªas. La popularidad del Barrio Lastarria resuena en el pensamiento de quien lo abandona tiempo despu¨¦s de haberse ausentado de ¨¦l. Por tanto, m¨¢s vale avisar, uno regresar¨¢ mentalmente para sentir nostalgia, no del barrio, si no de s¨ª mismo en ese lugar, que no es lo mismo pero es muy parecido.
Barrio Lastarria es un distrito triangular que circunda con Bellas Artes, con el cerro Santa Luc¨ªa y con el r¨ªo Mapocho; y que est¨¢ vertebrado por la calle del mismo nombre, su eje principal y arbolado, que lo convierte en un burbujeante n¨²cleo urbano representativo de la idiosincrasia chilena como demuestran los m¨²sicos y los vendedores ambulantes de artesan¨ªa tradicional, los edificios avanzados de Mauricio Despouy y de Italo Sasso Scampini o las propuestas gastron¨®micas m¨¢s identitarias. Hay muchas, much¨ªsimas, pero para una primera toma de contacto nada como Jos¨¦ Ram¨®n 277: Choper¨ªa & Sangucher¨ªa, donde es obligado dejarse tentar por bocatas tradicionales como el chacarero, el lomito, la mechada, el churrasco, el arrollado o el de lengua acompa?ados por las indispensables sopaipillas y sus cervezas artesanales. El sabor tradicional chileno fluye entre marraquetas (un tipo de pan) en unas mesas que no dejan de celebrar la tradici¨®n y la presencia en este barrio cultural. Conviene advertir desde el inicio que Chile es el segundo pa¨ªs del mundo con m¨¢s consumo de pan despu¨¦s de Alemania. Por supuesto, la carta tambi¨¦n incluye uno de los bocadillos m¨¢s importantes de la historia del pa¨ªs: el Barros Luco, que lleva el nombre de un pol¨ªtico que siempre lo ped¨ªa en la m¨ªtica ¡ªy no muy lejana¡ª Confiter¨ªa Torres, donde fue concebido y donde sigue siendo el icono gastron¨®mico (como en el Bar Lomit¡¯s, otro cl¨¢sico). Ram¨®n Barros Luco fue el presidente de Chile entre 1910 y 1915 y en sus visitas a esta barra solicitaba esta contundente mezcla que posteriormente se fue popularizando: tres cortes de vacuno con mucho queso fundido entre pan que puede ser de diferentes tipos, aunque lo ideal es con marraqueta.

Otro emblema de Santiago es la capilla de Nuestra Se?ora de Veracruz, en la misma calle Lastarria, considerada monumento hist¨®rico por el valor de su arquitectura patrimonial. Durante el estallido social de 2019 fue devastada por un incendio cuyas heridas siguen visibles en el interior, aunque el exterior haya recuperado el rojo colonial que la caracteriza desde que fuera proyectada en 1852 con el objetivo de estrechar v¨ªnculos entre Espa?a y Chile bajo la batuta del arquitecto de gobierno Francisco Brunet des Baines, impulsor de una arquitectura se?orial cuya herencia resiste visible por todo el centro de la ciudad y que alcanz¨® su mayor precisi¨®n en el Teatro Municipal, de 1857, que sigue acogiendo los m¨¢s importantes eventos de m¨²sica cl¨¢sica, teatro y danza.

Es m¨¢s f¨¢cil so?ar que contemplar. Y el vecino cerro Santa Luc¨ªa nos habla de ello a partir de sus vistas panor¨¢micas, que incluyen la omnipresente cordillera de los Andes con las cumbres debidamente nevadas y el comercial edificio Gran Torre Costanera, inaugurado en 2014, de 300 metros de altura ¡ªcon mirador en lo alto¡ª, s¨ªmbolo del distrito apodado Sanhattan por ser el rascacielos m¨¢s alto de Sudam¨¦rica. Este es uno de los parques urbanos m¨¢s queridos de Santiago y unos de los proyectos paisaj¨ªsticos m¨¢s ambiciosos del siglo XIX. El cerro es un remanso de naturaleza en el coraz¨®n de la ciudad que remite a su fundaci¨®n, pues fue en este pe?¨®n donde Pedro de Valdivia fundar¨ªa Santiago de Chile en febrero de 1541 d¨ªas despu¨¦s de haber atravesado el r¨ªo Mapocho, tan cantado en el folclore y en las cuecas de Roberto Parra. Adem¨¢s de albergar el castillo Hidalgo del siglo XIX, hay un t¨®tem que recuerda a los mapuches, ca?ones junto a la fortaleza y un monumento a Lautaro, el ind¨ªgena que acab¨® con Pedro de Valdivia. Entre el paseo destaca un agradable aroma a eucalipto y la m¨²sica de Sacar la voz, de Ana Tijoux, que proviene del altavoz de unos estudiantes que suben hasta ac¨¢ a respirar. A algo parecido vino el naturalista Charles Darwin en 1834 para luego relatar la experiencia de este modo: ¡°Una inagotable fuente de placer es escalar el cerro de Santa Luc¨ªa, una peque?a colina rocosa que se levanta en el centro de la ciudad. Desde all¨ª la vista es verdaderamente impresionante y ¨²nica¡±.

Es probable que los j¨®venes vayan m¨¢s tarde al otro parque de Lastarria, el Forestal, de 1830, obra del paisajista franc¨¦s Georges Dubois, que revitaliz¨® los bordes e integr¨® al r¨ªo Mapocho para entregar a la ciudad un nuevo pulm¨®n verde. Est¨¢ dedicado al poeta nicarag¨¹ense Rub¨¦n Dar¨ªo y en su fuente aparecen unos versos de Cantos de vida y esperanza que iluminan el pensamiento de cualquier paseante: ¡°Por eso ser sincero es ser potente; / de desnuda que est¨¢, brilla la estrella,/ el agua dice el alma de la fuente / en la voz de cristal que fluye de ella¡±. Uno lee dos y tres veces estos versos y sigue camino pensando en el poeta que revolucion¨® en Par¨ªs el lenguaje para crear el modernismo. A un lado del parque llama la atenci¨®n el hotel Ismael, que nos habla del presente de la arquitectura chilena a partir del buen hacer del Estudio Larrain. Es un alojamiento particular que da a dos calles, a Monjitas por el lado m¨¢s bullicioso de Lastarria, y al parque Forestal por el otro, de manera que existen dos tipos de fachada, dos estilos y dos soluciones formales con distintas tipolog¨ªas de ventanas.
Es inevitable, en este punto, no hacer memoria y tomar como gu¨ªa dos edificios de Sergio Larra¨ªn Garc¨ªa-Moreno, el introductor de la modernidad arquitect¨®nica en Chile y padre de uno de los mejores fot¨®grafos (y m¨¢s misteriosos) del siglo XX, llamado como ¨¦l. Catalina Mena, en su libro dedicado al hijo, Sergio Larra¨ªn, la foto perdida, recuerda al padre, el arquitecto, como el fundador de la escuela de arte, consejero municipal de Santiago, embajador de Chile en Per¨², premio nacional de arquitectura, coleccionista de arte y fundador de uno de los museos m¨¢s importantes del centro de Santiago como es el Museo Chileno de Arte Precolombino, rica colecci¨®n de piezas que fue acumulando en sus ¨²ltimos a?os de vida. Siempre curioso, supo aprovechar su posici¨®n social y financiera para viajar a Par¨ªs antes de los 20 a?os y conocer a Andr¨¦ Breton y Tristan Tzara. De vuelta a Chile estudi¨® Arquitectura en la Universidad Cat¨®lica. Bastan dos edificios suyos muy cercanos (a apenas unas cuadras de Lastarria) para ilustrar la importancia de su legado: en primer lugar el Oberpaur, de 1929, en la esquina de Huerfanitos y Estado, el primer edificio moderno del pa¨ªs, emblema de l¨ªneas claramente expresionistas, y, por otro, el edificio Barco o Santa Luc¨ªa, de 1934, junto al cerro, quiz¨¢s el m¨¢s emblem¨¢tico del movimiento moderno en Chile y que remite irremediablemente al imaginario paquebote que tanto prolifer¨® en la ¨¦poca.

Dos museos son imprescindibles: por un lado el Museo Bellas Artes, un edificio de claro estilo Beaux Arts, obra del arquitecto franco-chileno Emilio J¨¦quier, de apariencia tan parisina que no sorprende averiguar que se inspir¨® en el Petit Palais y que se levant¨® con intenci¨®n de conmemorar el centenario de la independencia de Chile; y, por otro, el Museo de Artes Visuales (MAVI), en la misma calle Lastarria, a cargo del arquitecto Cristian Undurraga, exquisita remodelaci¨®n de lo que fue una antigua casona de la plazoleta Mulato Gil de Castro y una apuesta contempor¨¢nea por revitalizar el urbanismo que alberga una valiosa colecci¨®n de pintura y escultura contempor¨¢nea de artistas chilenos. Junto a la llamativa fachada del Hotel Cumbres Lastarria, la entrada del museo viene resaltada por la presencia del mural El debutante, de Roberto Matta, uno de los artistas chilenos m¨¢s internacionales y que fue un referente del surrealismo en el siglo XX. El MAVI est¨¢ bien secundado por la cercan¨ªa del Centro Cultural Gabriela Mistral, edificio simb¨®lico donde los haya, pues ha sido testigo de la polarizaci¨®n ideol¨®gica, pol¨ªtica y social del Santiago de los ¨²ltimos 50 a?os. Se construy¨® como obra del ¡°hombre nuevo¡± durante el gobierno de Salvador Allende y, tras el golpe de Estado, se transform¨® en la sede de gobierno del r¨¦gimen de Pinochet, encarnando el ¡°Poder Total¡±. El arquitecto Cristian Fern¨¢ndez pilot¨® en 2009 la reforma de lo que hoy es un motor cultural muy vers¨¢til. Hay salas expositivas y de espect¨¢culos, adem¨¢s de un estupendo caf¨¦ y una biblioteca. El nombre perpet¨²a la memoria de la poeta premio Nobel chilena y honra su contribuci¨®n al andamiaje del patrimonio cultural de Chile y de las letras hispanoamericanas.

Por los lugares t¨ªpicos (y tambi¨¦n imprescindibles)
La cercan¨ªa de Lastarria y el barrio de Bellas Artes invita a pasear por los lugares t¨ªpicos del centro hist¨®rico, como la plaza de Armas, la catedral y, evidentemente, el Palacio de la Moneda y el especial nuevo centro cultural La Moneda, ubicado bajo la plaza de la Ciudadan¨ªa. Entre otros muchos reclamos se encuentra tambi¨¦n la Fundaci¨®n Artesan¨ªas de Chile, que expone y vende artesan¨ªa tradicional debidamente seleccionada y que es, sin duda, un ejemplo de preservaci¨®n de la identidad cultural. Atenci¨®n a la presencia de arpilleras, ese g¨¦nero art¨ªstico consistente en urdir y coser un cuadro. Una t¨¦cnica textil que tiene sus ra¨ªces en la tradici¨®n folcl¨®rica de las bordadoras de Isla Negra, que cos¨ªan obras llenas de significado. Nadie explor¨® su potencial art¨ªstico como Violeta Parra, quien las us¨® para comunicar y compartir preocupaciones sociales y mensajes de verdad y de justicia y que le servir¨ªan para armar su gran exposici¨®n Les Tapisseries Chiliennes de Violeta Parraen el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre de Par¨ªs en 1964.

Desde la terraza del Hotel Singular, con diferencia el mejor de Lastarria, parece que podamos tocar la cima del cerro San Crist¨®bal, el lugar m¨¢s visitado por los turistas en Santiago de Chile. Le pas¨® a la cantante Dua Lipa, que lo primero que hizo cuando lleg¨® a la ciudad en septiembre de 2022 para dar un concierto fue subir en funicular al cerro y tomar, como es tradici¨®n, un Mote con huesillos. Mientras se disfruta de las vistas y del aperitivo recordamos esa bebida tradicional chilena compuesta de una mezcla de jugo acaramelado de melocot¨®n con mote de trigo y peque?os trozos de durazno deshidratados, llamados huesillos. Si uno llega al cerro y no toma uno, es como si no hubiera llegado del todo.

Es hora de cenar en Lastarria y cerrar el d¨ªa con la vitalidad del inicio. Hay lugares como Quitral, donde es obligado pedir el risotto Pablo Neruda, o Bocan¨¢riz, muy reputado e ideal para instruirse sobre vino, pero el mejor fin de fiesta es el Bar Liguria, porque mezcla como ninguno la bohemia y la alta cocina. Este lugar, en cuya entrada se lee ¡°gracias querido bar, bar de mala muerte, bar que habla y que tambi¨¦n escribe, mejor v¨¢monos a beber, a bailar, a cantar¡ como si fuera la ¨²ltima noche que pasemos, o quiz¨¢ tambi¨¦n la primera¡±, es imposible que defraude. Hay fotograf¨ªas y retratos de Gardel, de Freddie Mercury, de David Bowie; hay antipoemas de Nicanor, y hay un precioso mural de Ekeko al otro lado de la barra. La elegancia de los salones es equiparable a la de la carta, donde hay que rendirse al Chupe de Jaiba y, mientras llega, brindar por la tradici¨®n de la gastronom¨ªa chilena ante una aut¨¦ntica pichanga para, asimismo, celebrar el sentido primigenio de los descubrimientos.

La terraza interior de Liguria est¨¢ habitada por murales de Seco S¨¢nchez con im¨¢genes de Violeta Parra, Gabriela Mistral o V¨ªctor Jara y de su agradable sombra uno saldr¨ªa ¨²nicamente para escribir sobre el para¨ªso perdido y volver (al pisco). La figura de Violeta Parra, que habl¨® la lengua de la tierra, y su impronta en Santiago dar¨ªan para un mes de conferencias. Como dec¨ªa Ra¨²l Zurita en sus Ensayos reunidos, Parra es el Shakespeare chileno porque en su obra se concentran todos los sentimientos que el ser humano es capaz de experimentar. Al tibio calor del pisco es imposible no acudir a sus canciones para alargar la sobremesa.
¡°Vale m¨¢s en este mundo ser limpio de sentimientos
Muchos van de ropa blanca y Dios me libre por dentro.
Yo te di mi coraz¨®n, devu¨¦lvemelo enseguida
A tiempo me he dado cuenta que vos no lo merec¨ªas
Hay que medir el silencio, hay que medir las palabras
Sin quedarse ni pasarse medio a medio de la raya¡±
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
