Un a?o para volver a escribir

Despu¨¦s de una crisis, un esquizofr¨¦nico adulto queda roto por dentro. Puede tardar un a?o en volver a escribir y dos en aprender a sonreir, y de este trabajo s¨®lo se ocupan las familias. "?Por qu¨¦ no se crean recursos p¨²blicos para la integraci¨®n, directamente gestionados por la Xunta?", se pregunta Viz, "el ¨²nico paso que se dio con el bipartito fue el salto que dio Sanidade, del modelo de subvenci¨®n al de concierto, en su relaci¨®n con las asociaciones de familiares". Las familias, en su tarea de gestionar la rehabilitaci¨®n, tienen ahora la seguridad de que al a?o siguiente van a cobrar, pero afirman que "cuantitativamente" han retrocedido. Reciben 5 millones anuales para rehabilitar a 800 personas, dar vivienda a 200 en 37 pisos y dos minirresidencias, y pagar las n¨®minas. Los padres siguen financiando buena parte de los recursos: "Siempre vamos al notario para avalar con nuestro patrimonio" alquileres y compras, dice Gir¨®n.

"Con la reforma psiqui¨¢trica, las familias nos convertimos en hospitales", afirma el portavoz de Feafes, "pero la enfermedad mental no s¨®lo es un problema sanitario. Empezando por Vicepresidencia, tendr¨ªan que implicarse otras conseller¨ªas como Educaci¨®n o Vivenda". La Feafes tiene instalaciones en 25 localidades, agrupa a 14 asociaciones y cuenta con 4.700 socios que pagan cuotas para garantizar la asistencia de los suyos. En otras comunidades existen fundaciones p¨²blicas que se encargan de las tareas que la Xunta delega en los padres. Hay lugares, sobre todo en Lugo, donde no hay psiquiatra y los enfermos viven al margen de cualquier red, p¨²blica o privada, de asistencia.