Rescates financieros para incompetentes
Pregunta: ?qu¨¦ pasa si pierdes cantidades ingentes de dinero de otras personas? Respuesta: recibes un gran regalo del Gobierno federal (pero el presidente dice cosas muy duras sobre ti antes de soltar la pasta).
?Estoy siendo injusto? Eso espero. Pero, ahora mismo, da la impresi¨®n de que eso es lo que est¨¢ pasando.
Para dejar las cosas claras dir¨¦ que no me estoy refiriendo al plan de la Administraci¨®n de Barack Obama de estimular el empleo y la producci¨®n mediante un gran aumento del gasto federal durante alg¨²n tiempo, que es exactamente lo que hay que hacer. De lo que estoy hablando es de los planes de la Administraci¨®n para rescatar el sistema bancario, planes que est¨¢n tomando la forma de un ejercicio cl¨¢sico de socialismo amargo: los contribuyentes pagan la factura si las cosas salen mal, pero los accionistas y los ejecutivos reciben los beneficios si las cosas salen bien.
Parece que la crisis apenas ha hecho mella en la cultura del exceso de Wall Street
Cuando leo los ¨²ltimos comentarios sobre pol¨ªtica financiera de algunos altos funcionarios de la Administraci¨®n de Obama, me siento como si el tiempo se hubiera detenido, como si todav¨ªa estuvi¨¦semos en 2005, Alan Greenspan a¨²n fuese el maestro y los banqueros todav¨ªa fuesen los h¨¦roes del capitalismo.
"Tenemos un sistema financiero controlado por accionistas privados y administrado por instituciones privadas, y nos gustar¨ªa hacer todo lo posible para preservarlo", dice Timothy Geithner, el secretario del Tesoro, mientras se prepara para hacer que los contribuyentes carguen con el mochuelo de las inmensas p¨¦rdidas de ese sistema.
Mientras tanto, un art¨ªculo del Washington Post que cita fuentes gubernamentales afirma que Geithner y Lawrence Summers, el principal asesor econ¨®mico del presidente Obama, "creen que los Gobiernos son malos gerentes bancarios" (a diferencia, se supone, de los genios del sector privado, que se las han arreglado para perder m¨¢s de un bill¨®n de euros en unos cuantos a?os).
Y este prejuicio a favor del control privado, incluso cuando es el Gobierno quien est¨¢ poniendo todo el dinero, parece estar pervirtiendo la respuesta de la Administraci¨®n a la crisis financiera.
Ahora bien, hay que hacer algo para apuntalar el sistema financiero. El caos posterior a la quiebra de Lehman Brothers ha demostrado que permitir que las principales instituciones financieras se hundan puede ser muy perjudicial para la salud de la econom¨ªa. Y hay varias instituciones importantes que est¨¢n peligrosamente cerca del abismo.
De modo que los bancos necesitan m¨¢s capital. En ¨¦pocas normales, los bancos ampl¨ªan su capital vendiendo acciones a inversores privados, quienes a cambio reciben una participaci¨®n en la propiedad del banco. Por tanto, se podr¨ªa pensar que si ahora los bancos no pueden o no quieren ampliar lo suficiente su capital mediante inversores privados, el Gobierno deber¨ªa hacer lo que har¨ªa un inversor privado: aportar capital a cambio de una parte de la propiedad.
Pero hoy en d¨ªa las acciones de los bancos valen tan poco -Citigroup y Bank of America tienen un valor de mercado combinado de s¨®lo 40.560 millones de euros-, que la propiedad no ser¨ªa parcial: inyectar el dinero de los contribuyentes necesario para que los bancos fuesen solventes los convertir¨ªa, a efectos pr¨¢cticos, en empresas de propiedad p¨²blica.
Mi respuesta a esta perspectiva es: ?y? Si los contribuyentes est¨¢n corriendo con los gastos del rescate de los bancos, ?por qu¨¦ no deber¨ªan obtener la propiedad, al menos hasta que aparezcan compradores privados? Pero la Administraci¨®n de Obama parece estar parti¨¦ndose la cabeza para evitar este desenlace.
Si las noticias son ciertas, el plan de rescate bancario constar¨¢ de dos elementos principales: la compra por parte del Gobierno de algunos activos bancarios con problemas y garant¨ªas frente a p¨¦rdidas causadas por otros activos. Las garant¨ªas representar¨ªan un gran regalo para los accionistas de los bancos; las compras tal vez no, si el precio fuera justo, pero, seg¨²n informaci¨®n del Financial Times, los precios probablemente estar¨ªan basados en modelos de tasaci¨®n en lugar de en precios de mercado, lo que significa que el Gobierno les estar¨ªa haciendo un gran regalo tambi¨¦n con esto. Y, a cambio de lo que probablemente sea una gigantesca subvenci¨®n para los accionistas, los contribuyentes obtendr¨¢n... Bueno, nada.
?Habr¨¢ al menos l¨ªmites en la remuneraci¨®n de los ejecutivos, a fin de evitar m¨¢s timos como los que han enfurecido a la opini¨®n p¨²blica? El presidente Obama ha criticado las bonificaciones de Wall Street en su ¨²ltimo discurso semanal, pero seg¨²n The Washington Post, "es probable que la Administraci¨®n se abstenga de imponer restricciones m¨¢s duras a las indemnizaciones de los ejecutivos de la mayor¨ªa de las empresas que reciban ayuda gubernamental" porque "los l¨ªmites muy estrictos podr¨ªan disuadir a algunas de solicitar la ayuda". Esto indica que las palabras duras de Obama son s¨®lo para aparentar.
Mientras tanto, parece que la crisis apenas ha hecho mella en la cultura del exceso de Wall Street. "Digamos que soy un banquero y que he generado 23 millones de euros. Yo deber¨ªa recibir parte de ese dinero", comentaba un banquero a The New York Times. ?Y si eres un banquero y has destruido 23.000 millones? ?El T¨ªo Sam acude al rescate!
Lo que aqu¨ª est¨¢ en juego es algo m¨¢s que la imparcialidad, aunque ¨¦sta tambi¨¦n cuente. Salvar la econom¨ªa va a ser muy caro: es probable que ese plan de est¨ªmulo econ¨®mico de 800.00 millones de d¨®lares sea s¨®lo un anticipo, y que rescatar el sistema financiero, incluso si se hace bien, cueste cientos de miles de millones. No podemos permitirnos el lujo de despilfarrar el dinero regal¨¢ndolo como si creciese en los ¨¢rboles a los bancos y a sus ejecutivos s¨®lo para mantener la ilusi¨®n de que son propiedad privada.
Paul Krugman es profesor de Econom¨ªa de Princeton y premio Nobel de Econom¨ªa en 2008. Traducci¨®n de News Clips. ? New York Times News Service, 2009.
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