Los musulmanes buscan su sitio

Los paquistan¨ªes que viven en Badalona pretenden abrir un peque?o oratorio con el consentimiento de los vecinos. En puridad no lo necesitan: basta con que el local, que acoger¨¢ a un centenar de fieles en el populoso barrio de Artigues, re¨²na las condiciones de seguridad. El objetivo, sin embargo, es alcanzar un pacto ciudadano para evitar lo que s¨ª ha ocurrido en decenas de ciudades catalanas: que la oposici¨®n vecinal acabe paralizando el nacimiento de un nuevo centro de culto.

En Catalu?a hay 169 mezquitas, seg¨²n la Direcci¨®n General de Asuntos Religiosos de la Generalitat, aunque no actualiza los datos desde principios de 2007. La comunidad musulmana considera que son pocas -si se tiene en cuenta la poblaci¨®n a la que dan servicio- y, sobre todo, que se han quedado peque?as. Sus representantes denuncian que los fieles tienen que rezar hacinados y, por eso, reclaman que les dejen abrir m¨¢s locales. Una necesidad que en los ¨²ltimos a?os ha topado con recelos de diversos colectivos y, tambi¨¦n, con un vac¨ªo legal que ha dado a cada ayuntamiento libertad de movimientos, lo que ha arrojado resultados dispares.

Paquistan¨ªes de Badalona buscan el acuerdo ciudadano para abrir un local

Los focos de conflicto siguen abiertos. Girona no facilitar¨¢ los permisos a la comunidad musulmana para abrir una mezquita en el barrio de Taial¨¤, despu¨¦s de que los vecinos recogieran 1.500 firmas en contra. El Consistorio explica que el local (en una planta baja, como la mayor¨ªa de los oratorios) no re¨²ne los requisitos y exige reformas "complicadas". Otra raz¨®n, admitida por el Consistorio, es que puede traer problemas de "convivencia".

Seg¨²n los vecinos de Girona, Taial¨¤ est¨¢ "masificado" y el oratorio "empeorar¨ªa la movilidad". Un argumento similar utilizan los habitantes de Ripoll para oponerse a la apertura de una mezquita: la calle es "muy estrecha". El a?o pasado, las quejas de los vecinos tambi¨¦n obligaron en Salt a cerrar una mezquita. En Figueres, el caso es m¨¢s curioso: los fieles de la mezquita m¨¢s antigua firmaron para que el Consistorio impidiese la apertura de un centro contiguo, impulsado por personas enfrentadas al imam de la mezquita antigua. "Se va a resolver, vamos a ir juntos a un centro a las afueras", asegura Driss Elhabib, presidente del C¨ªrculo Isl¨¢mico.

Para evitar conflictos en el coraz¨®n de las ciudades, una opci¨®n recurrente ha sido, precisamente, enviar los oratorios al extrarradio. En general, a pol¨ªgonos industriales. Una soluci¨®n que la comunidad musulmana ha aceptado a rega?adientes. Es el caso de Lleida, donde la apertura de un solar de 2.000 metros cuadrados ha levantado ampollas. El Ayuntamiento ha dado luz verde al proyecto, que se instalar¨ªa en el pol¨ªgono industrial Segre.

Toda la oposici¨®n municipal est¨¢ en contra del proyecto. Lo mismo que algunos empresarios, quienes aseguran que el lugar es poco adecuado por el "intenso tr¨¢fico de camiones" de la zona. En Torroella de Montgr¨ª, tambi¨¦n los empresarios rechazan la ubicaci¨®n de una mezquita en un solar porque se producir¨ªan "problemas de aparcamiento". All¨ª, como en Lleida, el oratorio actual ha quedado peque?o y los fieles han tenido que rezar en la calle.

En la ciudad de Barcelona, las cosas funcionan de otra manera. Es cierto que la idea de instalar una mezquita en Poble Sec (proyecto que ha sido descartado) gener¨® recelos entre los vecinos. Sobre todo, por la incierta procedencia de los promotores. "Quien paga puede influir en la vida interna de las comunidades", explica Cristina Monteys, del Centro Interreligioso de Barcelona.

Los musulmanes disponen ahora de 15 oratorios en la ciudad. Algunos de ellos, admite Monteys, "necesitan mejoras". Pero ella tiene clara una idea: "Por m¨¢s presi¨®n vecinal que haya, la norma es clara: si el local es adecuado, no hay nada que decir. Los oratorios se han quedado peque?os. Pero hay que tener en cuenta los posibles problemas de convivencia", resume. Una entidad ya ha manifestado que pretende abrir una nueva mezquita. Todav¨ªa no sabe d¨®nde lo har¨¢, pero est¨¢ buscando el lugar id¨®neo.

Informaci¨®n elaborada por Jes¨²s Garc¨ªa, Natalia Iglesias y Llu¨ªs Visa.