Los maestros del relato
Hay grandes futbolistas que no saben jugar al f¨²tbol. Y futbolistas mediocres, o poco m¨¢s, que juegan como los ¨¢ngeles. Son casos minoritarios, pero existen.
?En qu¨¦ consiste saber jugar al f¨²tbol? En conocer el juego, simplemente. En conocerlo desde dentro, en dominar (y anticipar) los movimientos colectivos propios y ajenos, en intuir espacios que a¨²n no existen. En comprender el sentido del relato que se desarrolla durante 90 minutos. En resumen, en saber por qu¨¦ pasa lo que pasa. Hay grandes futbolistas que ignoran todo eso. Recuerden a Rivaldo, por ejemplo. Ten¨ªa, y dentro de lo que cabe mantiene, un toque exquisito, una t¨¦cnica individual refinada y una notable capacidad para inventar regates y disparos dif¨ªciles. No creo, sin embargo, que sea un buen jugador de f¨²tbol. No creo que sepa por qu¨¦ pasa lo que pasa durante un partido. El f¨²tbol de Rivaldo comienza y acaba en s¨ª mismo.
Guardiola no val¨ªa la mitad que Xavi o Pirlo. Su talento era y es b¨¢sicamente mental
Otro ejemplo: Beckham, un deportista encomiable en muchos sentidos. Vive en un ambiente que eleva lo pijo a niveles grotescos; cuando salta al campo, sin embargo, se esfuerza como un debutante. Ha sobrevivido a m¨²ltiples defunciones futbol¨ªsticas y, ya en la decadencia, resulta todav¨ªa ¨²til. Ahora bien, es un tipo de una sola jugada y de un solo pie: dobla el tobillo derecho y saca un centro estupendo. Y otro. Y otro. Es una m¨¢quina de golpear el bal¨®n. H¨¢ganle hacer otra cosa, y Beckham naufraga. No alcanza a comprender el intr¨ªngulis del juego. Luego est¨¢n los otros, los que carecen de caracter¨ªsticas sobresalientes, los que no han nacido para acariciar el bal¨®n, pero entienden de qu¨¦ va la cosa. Guardiola, sin ir m¨¢s lejos. Guardiola fue un futbolista lento, fr¨¢gil, sin especial talento para el pase largu¨ªsimo (comparado con especialistas como Schuster) y sin llegada a puerta. En t¨¦rminos estrictamente t¨¦cnicos, Guardiola no val¨ªa la mitad que Xavi o Pirlo. El talento de Guardiola era, y debe seguir siendo, b¨¢sicamente mental. Guardiola siempre daba la impresi¨®n de saber por qu¨¦ pasaba lo que pasaba en un partido, y qu¨¦ hab¨ªa que hacer para que las cosas siguieran igual, o cambiaran a favor de su equipo. Los ritmos, las distancias, los espacios, esos elementos que definen el futuro inmediato de un bal¨®n en movimiento, estaban en su cabeza.
Y no es cuesti¨®n de centrocampismo. Piensen en Romario, una de las cumbres est¨¦ticas del f¨²tbol. Era un tipo que jugaba de espaldas al partido: cuando se procuraba un bal¨®n, inventaba un gol. ?l se lo guisaba, ¨¦l se lo com¨ªa.
De Hugo S¨¢nchez podr¨ªa decirse que fue futbolista de una sola jugada, el remate: toque y gol. En realidad, era lo opuesto a Romario: sab¨ªa desde d¨®nde partir¨ªa el centro, d¨®nde ir¨ªa a parar y en qu¨¦ posici¨®n y postura deb¨ªa encontrarse ¨¦l para tocar y marcar, sin m¨¢s florituras. Le¨ªa el partido y participaba en ¨¦l como el centrocampista m¨¢s iluminado. No se perd¨ªa ni una l¨ªnea de la narraci¨®n, aunque s¨®lo apareciera en la ¨²ltima p¨¢gina. No hubo futbolistas m¨¢s distintos que Guardiola y Hugo S¨¢nchez. Pero ambos compart¨ªan una misma cualidad: cada uno en su estilo, fueron maestros del relato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.