El Vaticano y Berlusconi redoblan su ofensiva en el 'caso Eluana'

El mismo d¨ªa que Beppino Englaro dec¨ªa a trav¨¦s de este diario que la Iglesia no le puede imponer sus valores porque ¨¦l vive "en un Estado laico", la diplomacia vaticana y el Gobierno italiano redoblaron su ofensiva com¨²n para dejar claro hasta qu¨¦ punto el padre de Eluana es un ciudadano idealista.

La sala de prensa de la Santa Sede neg¨® en una nota oficial haber realizado cualquier tipo de injerencia pol¨ªtica en el caso Englaro, y sin atisbo de iron¨ªa, en el mismo comunicado se?al¨® su "vivo reconocimiento a la aceleraci¨®n dada por el Parlamento a la aprobaci¨®n del proyecto de ley", ordenada por el Gobierno de Silvio Berlusconi para evitar la muerte de la mujer, en estado vegetativo irreversible desde hace 17 a?os.

"Italia vive el periodo m¨¢s oscuro", dice un 'ministro' de Ratzinger

A esa misma hora, el Papa, desde el balc¨®n del palacio vaticano, llam¨® a sus fieles a rezar por todos los enfermos, especialmente por "los que dependen totalmente de los cuidados de otros", y sin citar a Eluana anim¨® a reflexionar y a confiar en las "curaciones milagrosas".

El Vaticano revel¨® que el cardenal Tarcisio Bertone, n¨²mero dos del Papa, telefone¨® el s¨¢bado a Giorgio Napolitano, presidente de la Rep¨²blica, para hablar del caso Eluana y "de otros asuntos de mutuo inter¨¦s". La llamada "refleja la intenci¨®n del Vaticano de mantener relaciones positivas con todas las instituciones", dice la nota oficial. Y a?ade: "Por parte del secretario de Estado se ha recordado tanto la estima personal por el jefe del Estado como la voluntad de no interferir en los asuntos italianos, si bien recordando las conocidas posiciones de la Santa Sede sobre los problemas en cuesti¨®n". Es decir: una advertencia en toda regla.

Las presiones del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), negadas y admitidas a la vez ahora desde San Pedro, han sido constantes, p¨²blicas y notorias, sobre todo desde que, en noviembre del a?o pasado, el Supremo refrend¨® la sentencia del Tribunal de Apelaci¨®n de Mil¨¢n que reconoc¨ªa el derecho de Eluana a ser desconectada. En primera l¨ªnea de la ofensiva se ha implicado, por primera vez, el equipo de Gobierno del Papa, que adem¨¢s coincide con el sector m¨¢s integrista de la Curia. Los ministros de Ratzinger, Javier Lozano Barrag¨¢n (Sanidad) y Renato Martino (Justicia y Paz), reforzados por el presidente de la CEI, Angelo Bagnasco, que el s¨¢bado dijo que "Italia vive el periodo m¨¢s oscuro de siempre".

El Vaticano ha hecho campa?a "cultural" desde medios p¨²blicos y privados, propios y ajenos, para tratar de movilizar a la opini¨®n p¨²blica italiana, muy favorable a Englaro antes de la ofensiva. Descalificaciones, rebeli¨®n contra la sentencia judicial, insultos al propio Englaro, petici¨®n de que le sea retirada la patria potestad... "Homicidio de Estado", "asesinato", "condena a muerte..." Todo ha servido. La culminaci¨®n de toda esta fase de "no injerencia" fue el aplauso inmediato de la Curia al decreto y las cr¨ªticas a Napolitano por no firmarlo.

Pero la presi¨®n definitiva, seg¨²n afirma el diario La Stampa, ocurri¨® la noche del jueves, horas antes del Consejo de Ministros que aprob¨® el fallido decreto salva Eluana, cuando el cardenal Bertone, n¨²mero dos del Papa y reci¨¦n llegado de su visita a Espa?a, telefone¨® a Silvio Berlusconi. La informaci¨®n de La Stampa fue desmentida el viernes por el Vaticano, y el s¨¢bado el diario la confirm¨® de nuevo, cosa nada corriente, citando "fuentes de toda autoridad". De momento, no ha habido un segundo desmentido.

La implicaci¨®n ha sido tal que incluso Giulio Andreotti, senador vitalicio y siete veces primer ministro, ha criticado la maniobra en una entrevista a La Stampa. Ha defendido a Napolitano por no firmar un decreto "inconstitucional", ha atacado al Gobierno por implicarse "en un asunto privado", y ha pedido a la Iglesia que "d¨¦ marcha atr¨¢s", "baje el tono" y que suprima "las manifestaciones en la calle".