Australia moviliza el Ej¨¦rcito contra los incendios intencionados que la devoran
Los forenses afirman que tardar¨¢n meses en identificar a los cientos de v¨ªctimas
El fuego continu¨® ayer devorando el sureste de Australia mientras el primer ministro, el laborista Kevin Rudd, sin poder contener las l¨¢grimas, llam¨® "asesinos de masas" a los pir¨®manos que la semana pasada prendieron los incendios m¨¢s mort¨ªferos de la historia de la isla-continente. El Gobierno ha movilizado una unidad especial del Ej¨¦rcito, con 200 miembros, en apoyo de los m¨¢s de 3.000 bomberos, adem¨¢s de centenares de polic¨ªas y miles de voluntarios que luchan contra el monstruo que a su paso reduce a cenizas todo lo que encuentra.
El n¨²mero de muertos ascend¨ªa ayer a 200 personas, pero la viceprimera ministra, Julia Gillard, dijo en el Parlamento que el pa¨ªs debe "prepararse para recibir noticias a¨²n peores". "Es una tragedia m¨¢s all¨¢ de lo indecible", afirm¨® Gillard, originaria del Estado de Victoria, en el que se ha cebado el fuego, que tambi¨¦n se ha extendido a Nueva Gales del Sur. M¨¢s de 330.000 hect¨¢reas han ardido y al menos 750 viviendas han desaparecido. Se teme que entre los escombros y las cenizas se encontrar¨¢n otras muchas v¨ªctimas mortales.
La polic¨ªa busca pruebas en varios pueblos declarados "escena del crimen"
Los equipos de forenses desplazados a la zona han declarado que se necesitar¨¢n varios meses para poder identificar los cad¨¢veres carbonizados. La polic¨ªa que logra penetrar en los pueblos calcinados est¨¢ marcando con un GPS la localizaci¨®n de los cuerpos irreconocibles que encuentra.
Pese a los esfuerzos, anoche continuaban activos una veintena de fuegos en Victoria. Preocupaban especialmente tres frentes que amenazaban varias zonas habitadas. Mientras, permanec¨ªan evacuadas 5.000 personas para las que los equipos de rescate y el Ej¨¦rcito trataban de habilitar tiendas y refugios. Varios hoteles de Melbourne, la capital de Victoria, han abierto sus puertas a los damnificados. Muchos se empe?an en vivir en sus coches, pero la polic¨ªa trata de alejarlos lo m¨¢s posible de la zona para evitar da?os mayores. El fuego ha sorprendido en sus veh¨ªculos a decenas de personas que creyeron que ten¨ªan tiempo de huir y murieron en el intento. Otras pensaron que desde los coches pod¨ªan permanecer al acecho de sus viviendas y tambi¨¦n perdieron la vida.
Despu¨¦s de tres d¨ªas de lucha sin cuartel, la desesperaci¨®n ha comenzado a hacer mella en los vecinos y se han producido choques con los cuerpos de seguridad, porque algunos ciudadanos quieren regresar a sus casas para ver qu¨¦ ha pasado. La certeza de que algunos de los incendios han sido provocados llev¨® a la polic¨ªa a declarar varios de los pueblos que han ardido como "escenario del crimen", y a prohibir la entrada en la zona para facilitar la investigaci¨®n de los equipos especiales desplazados para recoger pruebas. En Nueva Gales del Sur, un hombre de 31 a?os y un joven de 15 han sido acusados de haber encendido dos fuegos.
Toda Australia se ha volcado en ayudar econ¨®micamente a sus conciudadanos. La vecina Nueva Zelanda tambi¨¦n ha enviado ayuda. Lo m¨¢s parad¨®jico es que mientras el sureste arde, el norte de la isla-continente padece graves inundaciones.
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