"La objetividad es un cuento chino. El periodista debe ser honesto"
John Carlin inaugura la 23? edici¨®n del m¨¢ster UAM / EL PA?S
Lleg¨® al periodismo por casualidad, "de medio cachondeo", en la redacci¨®n del Buenos Aires Herald, el centenario peri¨®dico argentino escrito en lengua inglesa. Fue hace 26 a?os y, desde entonces, John Carlin (Londres, 1956) ha sido corresponsal en M¨¦xico, El Salvador o Sur¨¢frica para la BBC, The Times o The Independent. En este tiempo ha descubierto que lo importante para un periodista es la honestidad y la integridad. "La objetividad es un cuento chino, un signo de arrogancia. No es posible para los seres humanos, es un atributo divino o propio de un robot", sostuvo ayer durante la apertura del curso 2009 de la Escuela de Periodismo impulsada por la Universidad Aut¨®noma de Madrid y EL PA?S.
Polanco: "Son necesarios medios que profundicen la democracia"
"Nadie tiene el monopolio de la objetividad divina. Todos tenemos nuestra subjetividad", insisti¨® Carlin. Por eso, cuestion¨® a quienes se envuelven en su bandera y, especialmente al periodismo que se ejerce en Estados Unidos, ese que "habla de objetividad y en el conflicto que enfrenta a Israel y Palestina hace que salte por los aires la objetividad".
Autor del libro El factor humano -narra la peripecia de Nelson Mandela para unir Sur¨¢frica a la sombra del Mundial de Rugby de 1995-, Carlin reflexion¨® sobre el papel de los periodistas como narradores de historias, "una de las profesiones m¨¢s antiguas del mundo". Pese a la incertidumbre en la que est¨¢ envuelta esta industria y el impacto de las nuevas tecnolog¨ªas, expres¨® su convicci¨®n de que siempre habr¨¢ narradores de historias period¨ªsticas "sea en el formato que sea".
En la misma l¨ªnea, Joaqu¨ªn Estefan¨ªa, director de la Escuela de Periodismo, apost¨® por profesionales "multisoportes", capaces de trabajar con id¨¦ntica habilidad para el papel y para Internet. "Si los periodistas comprenden que pertenecen m¨¢s al sector de la informaci¨®n que al de la imprenta, se adaptar¨¢n mejor a los nuevos tiempos", dijo Estefan¨ªa tras recordar los negros pron¨®sticos de Philip Meyer, que ha vaticinado la total desaparici¨®n de la prensa tradicional (de papel y tinta), arrollada por la comunicaci¨®n digital, en 2043. Estefan¨ªa compar¨® la crisis de los peri¨®dicos con la que sufri¨® el ferrocarril tras la irrupci¨®n de los camiones en el negocio del transporte de las mercanc¨ªas.
Carlin, reportero y articulista de EL PA?S, expres¨® su confianza en el futuro: "Siempre habr¨¢ mercado para lo nuestro". El secreto para mantener vivo el oficio consiste en tener ojos y o¨ªdos abiertos y en "meter al lector" en las historias desde la entradilla. "Hay que agarrar al lector desde el primer p¨¢rrafo y arrastrarlo hasta el final". Y ante los devastadores efectos que la crisis internacional est¨¢ provocando en la prensa y el d¨¦ficit de credibilidad por el que atraviesa la profesi¨®n, Estefan¨ªa apost¨® por "cargar bater¨ªas" y "reivindicar" el oficio de periodista.
En esta tarea est¨¢n involucrados desde hace 22 a?os EL PA?S y la UAM. Y as¨ª seguir¨¢ siendo. Ignacio Polanco, presidente de PRISA, redobl¨® su compromiso en un momento en el que los medios, como la econom¨ªa, est¨¢n atrapados en una "tormenta perfecta". La prensa atraviesa por una transici¨®n en la que m¨¢s que nunca son necesarios editores "que crean en los medios de comunicaci¨®n como elementos para la profundizaci¨®n de la democracia y periodistas que se adapten a la complejidad de los nuevos tiempos", enfatiz¨®.
Para afrontar la etapa que se avecina, Polanco apost¨® por periodistas preparados, comprometidos y formados en valores deontol¨®gicos. Y sostuvo que la Escuela UAM / EL PA?S es un "proyecto estrat¨¦gico". De la colaboraci¨®n entre ambas instituciones naci¨® el a?o pasado la C¨¢tedra de Estudios Iberoamericanos Jes¨²s de Polanco, creada en memoria del fundador del Grupo PRISA.
El rector de la UAM, ?ngel Gabilondo, confes¨® que la Escuela de Periodismo -por la que han pasado ya un millar de alumnos- forma parte de los sue?os y las convicciones de las entidades que la promueven. Ante el futuro, Gabilondo advirti¨®: "Vivimos tiempos dif¨ªciles que reclaman mucha entereza, integridad, insistencia e intensidad". E invoc¨® una vieja pintada que rezaba: "Basta de hechos, queremos promesas".
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