Historia de la sombra

Aunque el tema de la sombra ha gravitado sobre el ser humano, desde siempre, y lo ha hecho desde todos los planos posibles del conocimiento -f¨ªsico, metaf¨ªsico y psicol¨®gico-, ha tenido y tiene una incidencia especial en el mundo art¨ªstico, donde la luz desempe?a un papel casi esencial y no s¨®lo porque afecta a nuestra visi¨®n f¨ªsica, sino tambi¨¦n a la simb¨®lica. La leyenda recogida por Plinio el Viejo sobre el origen del dibujo como delineaci¨®n de una sombra proyectada no dej¨® de estar afectada, en el mundo cl¨¢sico occidental, de la misma desconfianza que generaba el propio arte, que, desde Plat¨®n, produc¨ªa el recelo de todo lo que se percib¨ªa mediante los sentidos. El arte consigui¨® sobrevivir hist¨®ricamente a estos escr¨²pulos filos¨®ficos y morales tratando de disimular o atenuar este condicionante de ser una simple ilusi¨®n o enga?o. Por ello, aunque es casi imposible plantearse una representaci¨®n visual sin su env¨¦s sombr¨ªo, fue en el mundo moderno cuando comenz¨® el arte a explotar sin cortapisas este asunto crucial, que alcanz¨® su punto ¨¢lgido cuando se dramatiz¨® el meollo temporal de la vacilante luz. Ese punto ¨¢lgido es lo que llamamos claroscuro, que consiste no s¨®lo en constatar que todos los cuerpos materiales iluminados proyectan sombras, sino enfocarlos mediante haces luminosos artificiales para provocarlas y extraer su potencial expresivo e intimidatorio. En este sentido, desde la segunda mitad del siglo XVI hasta ahora mismo la dial¨¦ctica luz-sombra no ha dejado de explotarse e incluso se ha mecanizado con una tecnolog¨ªa cada vez m¨¢s sofisticada. En el mundo contempor¨¢neo significativamente las artes antes llamadas pl¨¢sticas se denominan visuales con todo lo que ello comporta de pura luminotecnia.

La exposici¨®n titulada La sombra, comisariada por Victor I. Stoichita, catedr¨¢tico de Historia del Arte en la Universidad de Friburgo y autor de un ensayo titulado Breve historia de la sombra (Siruela), sigue el caudal hist¨®rico comentado, arrancando desde los albores del Renacimiento hasta llegar a la actualidad, lo que incluye la fotograf¨ªa, el cine y dem¨¢s nuevos medios t¨¦cnicos. No se ha limitado a simplemente consignar el aspecto t¨¦cnico de este tema, sino tambi¨¦n su important¨ªsimo calado psicol¨®gico, que, a partir del psicoan¨¢lisis, identifica la sombra con lo inconsciente, como as¨ª se ha reflejado en el surrealismo, uno de los movimientos de vanguardia m¨¢s influyentes del siglo XX. Es tan complejo y rico este mundo art¨ªstico de los juegos de luces que, seg¨²n nos adentramos en nuestra ¨¦poca, puede resultar abrumador y ha obligado a los responsables de esta muestra a una imprescindible s¨ªntesis de naturaleza did¨¢ctica. Aun as¨ª, esta exposici¨®n no es s¨®lo un conjunto de ejemplos que ilustran un problema, sino que contiene algunas obras de calidad formidable que se pueden disfrutar, perm¨ªtaseme la redundante licencia, a cualquier luz.

La sombra. Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado, 8. Fundaci¨®n Caja Madrid. Plaza de San Mart¨ªn, 1. Madrid. Hasta el 17 de mayo.