Los partidarios de Ch¨¢vez se aseguran el 's¨ª' casa por casa
El chavismo se emplea a fondo para la reelecci¨®n indefinida del presidente pese a la debilidad de la campa?a por el 'no'
Se llaman patrullas del s¨ª. Son casi dos millones de partidarios ac¨¦rrimos del presidente Hugo Ch¨¢vez. Van calle por calle, casa por casa, para asegurarse de que el pr¨®ximo domingo todo el mundo vote. Y vote s¨ª. S¨ª a enmendar la Constituci¨®n para que el comandante Ch¨¢vez se pueda presentar a la reelecci¨®n cuantas veces quiera.
Y, por lo que dice en sus m¨ªtines, quiere mucho. Algo as¨ª como toda la vida. "Ahora comienza", dijo hace unos d¨ªas ante la correspondiente multitud vestida de rojo, "el tercer periodo
: 2009-2019. Y despu¨¦s 2019-2029, 2029-2039, 2039-2049". Para entonces, Ch¨¢vez tendr¨¢ ya 95 a?os.
Dado el v¨¦rtigo de ese guarismo, si Ch¨¢vez gana el refer¨¦ndum del domingo dejar¨¢ de ser un presidente para convertirse en algo m¨¢s. De hecho, el jueves, al final de su alocuci¨®n en el acto final de campa?a, el presidente de Venezuela adopt¨® un tinte m¨ªstico que casi hizo levitar a la multitud. "El domingo estar¨¦ en alma y esp¨ªritu en cada mesa electoral, esperando por ti, mujer, hombre, joven, para que hagan conmigo lo que quieran. Mi vida ya no es m¨ªa, yo la viv¨ª ya, es de ustedes, ?hagan con ella lo que ustedes quieran!", atron¨® el presidente.
"Ahora comienza el tercer periodo de la revoluci¨®n. Hasta el 2049", grit¨® Ch¨¢vez
"Recordamos a los pobres que los del 'no' los desprecian", dice Mar¨ªa Rosa
Pero Ch¨¢vez, que ya intent¨® en una ocasi¨®n un cheque en blanco para el futuro y los venezolanos le dijeron no, se ha preocupado en esta ocasi¨®n de atarlo todo mucho mejor. De ah¨ª que haya confiado a Jorge Rodr¨ªguez, alcalde de Caracas y jefe del comando Sim¨®n Bol¨ªvar, que busque votos afirmativos hasta debajo de las piedras.
Dicho y hecho. Desde hace m¨¢s de un mes, las patrullas del s¨ª, listas en mano, buscan a los indecisos, a los tibios, a los desagradecidos. Mar¨ªa Rosa N¨®brega tiene 45 a?os y es ama de casa. O era. Dice que, como jefa de una patrulla del s¨ª, las ¨²ltimas semanas casi no ha pisado su hogar: "Hab¨ªa mucho trabajo que hacer, y lo hemos hecho".
Mar¨ªa Rosa vive en el barrio de San Pedro, en el que se encuadran unos bloques de viviendas construidas durante el mandato del presidente Hugo Ch¨¢vez y bautizadas como Terrazas del Alba. Son viviendas regaladas a gente que no ten¨ªa un techo bajo el que guarecerse.
Y, aun as¨ª, la poderosa maquinaria electoral de Ch¨¢vez detect¨® que en el ¨²ltimo refer¨¦ndum muchos de esos vecinos no se acercaron al colegio electoral. "As¨ª que elaboramos unas listas con esos vecinos que no fueron a votar la ¨²ltima vez", explica Mar¨ªa Rosa con toda naturalidad, "y llamamos a sus puertas. Les explicamos la importancia del refer¨¦ndum para el futuro de Venezuela y los animamos a votar que s¨ª".
-?Y les record¨¢is todo lo que la revoluci¨®n ha hecho por ellos?
-Claro que s¨ª. Que antes no ten¨ªan casa y ahora s¨ª. Que antes no ten¨ªan acceso a la sanidad y ahora s¨ª... Y que los ricos que quieren el no los desprecian, y tienen miedo de que los pobres, gracias a la revoluci¨®n, un d¨ªa puedan ser como ellos y llevar a sus hijos al mismo colegio. Todo eso les decimos, y la respuesta -se lo digo con toda sinceridad- es muy positiva.
Tanto que, con los nuevos conversos de la revoluci¨®n, Mar¨ªa Rosa y su equipo de la patrulla del s¨ª elabora una lista pormenorizada. Nombre, direcci¨®n y colegio en el que le toca votar. "Y esa lista se la pasamos a otros compa?eros para que el domingo por la ma?ana, a primera hora, se pasen en camionetas a por ellos y los lleven al colegio. Tambi¨¦n anotamos si hay alguna persona impedida, para que lleven carritos de ruedas. Esta vez va a salir el s¨ª".
El comandante Ch¨¢vez tambi¨¦n les echa una mano en lo que pueda. Su misi¨®n, claro est¨¢, no es el puerta a puerta. Ni los m¨¢s desfavorecidos. ?l se ha dedicado en los ¨²ltimos discursos a los que s¨ª tienen algo que perder.
En las elecciones pasadas, Ch¨¢vez defendi¨® la pureza del sistema electoral, capaz de garantizar el anonimato absoluto de cada votante. Por contra, la oposici¨®n puso en duda el sistema. Ahora, los discursos se han cambiado. Los partidarios del no piden a los votantes que vayan a votar "porque el voto es secreto y nadie sabr¨¢ jam¨¢s a quien vota cada cual".
El presidente, en cambio, ha admitido que "las m¨¢quinas se pueden manipular". ?Qu¨¦ busca Ch¨¢vez con esa declaraci¨®n? Algo muy claro, muy efectivo. Que el funcionario -por poner un ejemplo- que el domingo vaya a un colegio electoral, ponga su dedo ¨ªndice en la m¨¢quina y luego active el bot¨®n del no, sepa que, tal vez, la inform¨¢tica se chive de su deslealtad al poderoso aparato del partido.
Venezuela, que estos d¨ªas vibra dividida entre el s¨ª y el no, es tambi¨¦n diferente en eso. La oposici¨®n dice que el sistema es muy limpio. El Gobierno, que tal vez no...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.