Cuando los amigos caen bajo sospecha
Jacobo Gordon, imputado por Garz¨®n, es ¨ªntimo compa?ero del yerno de Aznar
Hace pocos d¨ªas, un diputado del PP oy¨® que su amigo Jacobo Gordon Levenfelt estaba imputado por el juez Garz¨®n y le llam¨® para interesarse por su situaci¨®n. Poco despu¨¦s, Gordon le telefone¨® y le explic¨® que todas sus desgracias comenzaron cuando hace poco empez¨® a hacer negocios con Francisco Correa, el supuesto jefe de la trama corrupta que investiga Garz¨®n. "Me ha pillado ¨¦ste por medio. No he hecho nada de nada", le asegur¨® al diputado que, seg¨²n dice, le crey¨®.
Gordon es el mejor amigo de Alejandro Agag. Es el compa?ero de pupitre del yerno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en el colegio Retamar de Madrid y en los estudios de empresariales y, como tal, ha entrado muchas veces en casa de los Aznar-Botella.
Ambos cursaron juntos bachillerato en el Retamar y luego, empresariales
Gordon afirma que sus desdichas empezaron tras asociarse a Correa
En Navidades, compartieron cena con Luc¨ªa Figar y Carlos Aragon¨¦s
Ha tenido como amigo agregado en Facebook a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar Botella
Jacobo Gordon es tambi¨¦n amigo de diputados del PP como Ignacio Echaniz, Alejandro Ballesteros y Carlos Aragon¨¦s, y de cargos p¨²blicos del partido, entre ellos Luc¨ªa Figar, consejera de Educaci¨®n de Madrid, y de Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana. Todos tienen en com¨²n la vinculaci¨®n con lo que fue, a mediados de los noventa, el clan de Becerril. De esa ¨¦poca data tambi¨¦n la relaci¨®n con Alberto L¨®pez Viejo, destituido como consejero de Deportes madrile?o tras estallar el esc¨¢ndalo, amigo de Correa y criticado cuando era edil de Madrid por cortar el tr¨¢fico de la calle de Vel¨¢zquez durante la despedida de soltero de Agag con un cartel de "cortado por acto oficial".
La ¨²ltima vez que los dos compa?eros de pupitre fueron vistos juntos fue en Navidades, en la fiesta que Agag celebra cuando viaja a Madrid, aproximadamente cada tres meses. Nunca falta su compa?ero de pupitre. El pasado noviembre, Jacobo Gordon organiz¨® una cena en su casa a la que asistieron, entre otros, Agag, Luc¨ªa Figar y Carlos Aragon¨¦s. Quer¨ªa presentarles a su nueva novia, y uno de los asistentes asegura que le oy¨® quejarse de c¨®mo le afectaba la crisis de la construcci¨®n. Gordon, descrito por quienes le conocen como simp¨¢tico sin llegar a la soltura de su amigo Agag y ligeramente t¨ªmido, asisti¨® a la boda de sus amigos Luc¨ªa Figar y Carlos Aragon¨¦s, hoy diputado del PP y antes jefe de gabinete de Aznar en La Moncloa. No consta que perteneciera al PP, pero siempre se ha movido en el c¨ªrculo de los que un d¨ªa fueron j¨®venes cachorros de Aznar.
Agag, a sus 38 a?os, tiene ya una vida en la que se mezclan la leyenda y la realidad. Es la imagen viva de una parte importante del aznarismo. Es lo que parece: el m¨¢s listo y brillante; el seductor; el encantador de serpientes, dotado de un don de gentes desproporcionado; el m¨¢s atrevido; el m¨¢s pagado de s¨ª mismo y el due?o de toneladas de desparpajo y simpat¨ªa que exhibe cada segundo. Es tambi¨¦n verdad que es poderoso en la F¨®rmula 1; uno de los intermediarios m¨¢s importantes de Europa; el due?o de negocios en todo el continente, con expansi¨®n a pa¨ªses como Marruecos; el flamante propietario de un club de f¨²tbol en Reino Unido y amigo de algunos jefes de Gobierno y de Estado. Y m¨¢s.
No est¨¢ claro si es exacto lo que cuentan sus amigos de que se fue a vivir a Londres harto de c¨®mo se le trataba en Espa?a y para evitar la presi¨®n medi¨¢tica. Ni est¨¢ comprobado que sea verdad la frase que le atribuyen sus amigos sobre su actividad empresarial: "En Espa?a no tengo nada". No ha sido posible contrastar con ¨¦l las informaciones sobre su trayectoria y sus relaciones con los imputados ya que el viernes declin¨® dar su versi¨®n.
Agag lleg¨® con 22 a?os a la sede de Nuevas Generaciones a pedirle al hoy diputado Ignacio Echaniz que le dejara trabajar para el PP. Echaniz le destin¨® al ¨¢rea internacional para atender llamadas y hacer recados, pero su desparpajo y soltura con los idiomas le hicieron progresar. Es tan atrevido que cuando en 1996 Antonio C¨¢mara, secretario de Aznar, le pidi¨® el nombre de un miembro de Nuevas Generaciones que hiciera de ayudante del presidente del Gobierno, ¨¦l le contest¨®: "Pues yo mismo". Con el tiempo, C¨¢mara pas¨® de La Moncloa a empleado de Correa.
Entre las funciones que bord¨® siendo ayudante en La Moncloa fue la de mostrar a Chelsea Clinton la noche madrile?a, durante una visita de su padre. Cuentan que ella qued¨® encantada y no olvida la experiencia.
Es tan listo que entr¨® como asistente en La Moncloa, se hizo ¨ªntimo amigo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hijo y termin¨® cas¨¢ndose con la hija del jefe, siendo ¨¦ste presidente del Ejecutivo. Y celebr¨® la boda a lo grande, entre los muros centenarios de El Escorial, con los Reyes de Espa?a y dos jefes de Gobierno extranjeros, Blair y Berlusconi, entre los invitados. Y con varios de los ahora imputados por Garz¨®n y con ?lvaro P¨¦rez como encargado de la organizaci¨®n.
Es tan ambicioso que fue a Bruselas en 2000 como eurodiputado del mont¨®n y se convirti¨® en secretario general del Partido Popular Europeo y mano derecha de su presidente, Wilfred Martens. Es tan inquieto que jug¨® a constituirse en corriente del PP y lo que empez¨® como cena mensual de j¨®venes del partido termin¨® en foro en el que participaban dirigentes destacados. Se cuenta que tuvo el impulso de Aznar, a trav¨¦s de Aragon¨¦s, para que el presidente contactara con la realidad de los j¨®venes del partido.
El grupo languideci¨® y muri¨® por el ascenso de algunos, el recelo de los veteranos del partido, las trabas de Francisco ?lvarez Cascos y las tiranteces que surgieron entre ellos por la filtraci¨®n en un libro de sus reuniones.
Por su parte, Gordon, soltero, volvi¨® a Espa?a hace unos dos a?os. Ha contado a sus amigos que en este tiempo cometi¨® dos errores: dedicarse a negocios inmobiliarios y relacionarse con Correa. No se sabe en qu¨¦ momento se cruz¨® con Paco Correa de nuevo en los ¨²ltimos a?os. Lo que s¨ª ha contado es que algunos negocios comunes fracasaron y que han tenido algunas broncas sonadas recientemente. Ahora, atribuye a Correa su desgracia.
Todos coinciden en que la relaci¨®n entre Agag y Correa, que comenz¨® cuando el primero estaba en Nuevas Generaciones, no s¨®lo se ha enfriado sino que ya no existe. Aunque estuviera en su boda como testigo y aunque ?lvaro P¨¦rez fuera el organizador.
Gordon cancel¨® hace unos d¨ªas su cuenta en Facebook, en la que ten¨ªa agregado como amigo a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar Botella.
Aliados en empresas y gestiones
Alejandro Agag y Jacobo Gordon han compartido aventuras empresariales. Fundaron algunas sociedades con sus amigos Carlos Mazario, Javier ?lvarez y Jaime L¨®pez-Ibor, entre otros. La primera la crearon en 1993. Se llamaba Natko y pretend¨ªa dedicarse al paintball, una modalidad de juego b¨¦lico con bolas cargadas de pintura que practicaban ejecutivos de otros pa¨ªses y por entonces sin implantaci¨®n en Espa?a. El negocio no arranc¨® porque la Guardia Civil deneg¨® los permisos de armas. Con Gordon fund¨® dos empresas en Sevilla en 2002, tras abandonar la pol¨ªtica: Columela Gesti¨®n, SA, y Titalbe, SA. Su objeto social era la "asesor¨ªa comercial legal, fiscal, econ¨®mica, compraventa, construcci¨®n, promoci¨®n de fincas r¨²sticas y urbanas, gesti¨®n de valores". El administrador ¨²nico era Alberto Longo ?lvarez de Sotomayor, t¨ªo de Agag.
Fundaron tambi¨¦n en Londres Adaxx Capital, una sociedad de inversiones. Los dos trabajaron juntos en el Banco Portugu¨¦s de Negocios. En el libro Los PPijos, de Carlos Ribagorda y Nacho Cardero, se relata c¨®mo en junio de 2002 Agag viaj¨® a Lisboa junto a Gordon para buscar un socio para la constructora Metrovacesa. Los compa?eros de pupitre eran mediadores a favor de Gaetano Caltagirone, uno de los principales constructores italianos, pr¨®ximo a Berlusconi.
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