"La inestabilidad amenaza a ?frica"
Es el hombre de finanzas africano m¨¢s conocido y respetado en el extranjero, el que lleva las cuentas de la econom¨ªa m¨¢s rica de ?frica y el pol¨ªtico m¨¢s poderoso de su pa¨ªs. Trevor Manuel, ministro de Finanzas de Sur¨¢frica desde 1996, lo deja muy claro: el continente m¨¢s pobre de la tierra, en v¨ªas de desaparecer de las agendas de los pa¨ªses ricos, es el m¨¢s vulnerable a la crisis econ¨®mica mundial. Si las grandes potencias no desarrollan una estrategia global para enfrentar la crisis, si recurren al aislamiento y al proteccionismo, ?frica correr¨¢ el riesgo de caer en el caos pol¨ªtico.
"Tenemos una pistola apunt¨¢ndonos a la cabeza", dice Manuel, que recuerda que durante la primera mitad de 2008, la extraordinaria demanda mundial de materia prima africana, especialmente petr¨®leo y minerales, hab¨ªa alimentado expectativas de crecimiento optimistas. "No es cuesti¨®n de llorar, sino de buscar soluciones conjuntas, africanas y, ante todo, globales. Pero la realidad hoy es que el fantasma de la inestabilidad pol¨ªtica se presenta como una seria posibilidad".
"Veremos paro y xenofobia, y las remesas caer¨¢n de manera dr¨¢stica"
Manuel, la figura dominante de un nuevo colectivo financiero africano llamado el C-10, explica que los lazos vitales que unen la econom¨ªa africana con el resto del mundo se est¨¢n rompiendo. "China necesitaba crear empleos para 10 millones de personas al a?o y, para lograrlo, depend¨ªa de la fabricaci¨®n de productos que los estadounidenses compraban en sus grandes almacenes. Casi todos nosotros tenemos los recursos minerales de los que depend¨ªa la superproducci¨®n china, y por eso en los ¨²ltimos cinco a?os hemos vivido una ¨¦poca de bonanza sin precedentes". Pero la demanda estadounidense disminuye, la producci¨®n china cae y ?frica se hunde.
Manuel, ex preso pol¨ªtico y miembro destacado del Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela, cita el ejemplo de Zambia para demostrar la volatilidad de la inversi¨®n extranjera en ?frica y la persistencia de lo que ¨¦l llama "la antigua relaci¨®n colonial". "Zambia es un gran productor de cobre. Hace 12 meses, 140 millones de personas se desplazaban por China para celebrar el a?o nuevo con sus familias. La gente se movilizaba de las grandes ciudades al campo. Pero hubo mucha nieve y, ante unos terribles problemas de abastecimiento el¨¦ctrico, muchos trenes dejaron de operar y mucha gente no lleg¨® a su destino. Los chinos se abastecieron urgentemente de enormes cantidades de cobre zambiano para expandir su red el¨¦ctrica. Pero hoy tienen almacenado m¨¢s de lo que necesitan. Y las consecuencias para Zambia, cuya econom¨ªa depende de la exportaci¨®n de este metal, amenazan con ser muy graves". Todos los pa¨ªses africanos sufren variantes del mismo s¨ªndrome. "La gente en el mundo rico no compra casas ni coches nuevos, lo cual implica que todo tipo de productos cuya fabricaci¨®n depende de, por ejemplo, el cobalto o el aluminio, ya no tienen mercados".
?frica ha tenido un par de seguros de vida en los ¨²ltimos a?os. Las remesas de los que han emigrado a EE UU y a Europa, y la cooperaci¨®n externa. En ambos casos el panorama es desalentador. "En los tiempos de los esclavos se llevaban a los grandes y los fuertes, y dejaban atr¨¢s a los d¨¦biles y los enfermos. Hoy, los grandes y los fuertes se van por su propia voluntad, viven un infierno para atravesar el Mediterr¨¢neo y llegar al sur de Europa, encontrar un trabajo y un lugar para dormir. Con suerte empiezan a enviar remesas a casa. Pero ahora que de repente los europeos se ven obligados a competir por los mismos puestos de trabajo con los inmigrantes africanos, veremos desempleo y xenofobia, y las remesas caer¨¢n de manera dr¨¢stica. El resultado es el empobrecimiento de los d¨¦biles que se han quedado en casa".
En cuanto a la cooperaci¨®n, Manuel se?ala que los pa¨ªses del G-8 han cumplido s¨®lo la mitad de los compromisos que firmaron en una cumbre celebrada en 2002. "Si ya se olvidaron parcialmente en tiempos de abundancia, no debe sorprendernos que el mundo rico demuestre poco apetito por cumplir sus compromisos hoy. Nadie va a declarar que es hora de olvidar la ayuda a los pa¨ªses pobres, pero muchos jefes de Gobierno europeos esperar¨¢n que ante las urgencias nacionales el tema caiga en la amnesia".
El dinero olvidado no s¨®lo se destinar¨ªa a satisfacer necesidades humanas b¨¢sicas, sino tambi¨¦n a generar riqueza. "La idea era poder construir, por ejemplo, carreteras que lleguen al interior rural de Kenia. Si llega la carretera, llega el fertilizante, llega el almacenaje en fr¨ªo. Tu vida puede cambiar, ya que de repente puedes vender esp¨¢rragos en los supermercados europeos. Pero sin la carretera, sin el fertilizante y sin el almac¨¦n, est¨¢s muerto".
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