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A la espera de que haya otros, los debates actuales se centran en las encuestas. Todav¨ªa colea la del CIS de la pasada semana, que no ofrec¨ªa grandes novedades sobre el reparto de esca?os: el PP (35) perder¨ªa dos de los que tiene en beneficio del PSdeG (27) y el BNG se quedar¨ªa como estaba o perder¨ªa uno (13-12). Una situaci¨®n que contentaba a casi todos. A los populares, porque presumen que el (enorme) voto oculto siempre ha sido suyo. A los socialistas, porque mantendr¨ªan el Gobierno, y mejorados, como dec¨ªan los abuelos a la hora de repartir las herencias. Y quiz¨¢s tambi¨¦n a los nacionalistas, que quedar¨ªan como estaban en todos los aspectos, incluida cuota en la Xunta.

Las publicadas ayer por tres medios, siendo distintas, dejaban todo igual. En la de La Voz de Galicia repet¨ªan los resultados del CIS, con la curiosidad de que Quintana ten¨ªa una valoraci¨®n ligeramente superior a la de Feij¨®o, y los conselleiros con mejor nota eran los nacionalistas. En la de Xornal de Galicia, el PP se mantiene en los 35 diputados, los socialistas bajan uno (24) y los perdidos los aprovechar¨ªa el BNG (16). La Regi¨®n concede a los populares el beneficio de la duda de la victoria (36 a 38), a los socialistas la de la subida (25 a 27) y a los nacionalistas el consuelo de que sus conselleiros tambi¨¦n encabezan el ranking de mejor valorados. O sea, que todo depende de los que no se aclaran, no confiesan tenerlo ya claro o ni una cosa ni otra y se lo est¨¢n pensando. "El ¨¢nimo electoral de los gallegos no est¨¢ todo lo caliente que cabr¨ªa. Ignoro la causa", confiesa Bieito Rubido en su blog de Abc, a la vez que aconseja: "Hay que movilizar a los ciudadanos que andan fr¨ªos, renqueantes, poco animados, esc¨¦pticos, gallegos en estado puro, dir¨ªa yo".

A los comentaristas, sin embargo, les sigue preocupando la paradoja sociol¨®gica que revelaba el CIS: a pesar de otorgar la mayor¨ªa a la actual coalici¨®n PSdeG-BNG, un 44,4% de los encuestados es contrario a que se repita el bipartito, e incluso el 50,1% piensa que ser¨ªa deseable un cambio de gobierno. Una paradoja que "incita a la perplejidad" incluso a alguien con tanta experiencia como Jos¨¦ Luis Meil¨¢n Gil. "Una victoria de los populares, m¨¢s que un apoyo entusiasta, reflejar¨ªa el grado de malestar social, como una moci¨®n de censura al Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero a costa de sus partidarios y de sus socios en Galicia y aliados en Madrid", escrib¨ªa ayer en La Voz.

"Nada hay de particular en que los gallegos quieran un cambio de gobierno y a la vez no tengan la menor intenci¨®n de cambiarlo. La costumbre de decir una cosa y la contraria es precisamente uno de los rasgos definitorios de este pa¨ªs en el que nada es lo que parece", aclaraba la cuadratura del c¨ªrculo ?nxel Vence en Faro de Vigo. Y citaba en su apoyo referentes hist¨®ricos: "A?os atr¨¢s, cuando el monarca Don Manuel arrasaba en las elecciones, los sondeos detectaron que hasta un 42,5 % de sus s¨²bditos se declaraban de izquierdas frente a un magro porcentaje del 28,3 % que no ten¨ªa inconveniente en expresar sus preferencias por la derecha".

Otros analistas ponen el dedo en la llaga del tradicional remoloneo de las izquierdas ante las urnas (lo que algunos llaman voto repunante). Lu¨ªs ?lvarez Pousa intentaba en El Ideal Gallego que reflexionaran: "Pese a los s¨ªntomas de los que reniegan los segmentos m¨¢s innovadores y cr¨ªticos del pa¨ªs, no se dan las condiciones que muevan a pensar en la urgencia de retirarles a las fuerzas del actual bipartito su direcci¨®n pol¨ªtica. Pesan en esa proyecci¨®n electoral tanto la raz¨®n de los tiempos pol¨ªticos, que se desarrollan casi siempre en ciclos, como la apat¨ªa y el se?oritismo de una oposici¨®n que se mantuvo ac¨¦fala durante la mayor parte de la legislatura, limit¨¢ndose en la recta final a depositar a cara o cruz su futuro en las manos de unos publicistas madrile?os que todo lo f¨ªan a los efectos especiales".

"Tendr¨ªa mucho m¨¦rito perder ante una oposici¨®n as¨ª, pero no es imposible en absoluto, el PSdeG est¨¢ preocupado, y el BNG deber¨ªa estarlo, una parte de su electorado est¨¢ desmovilizado. No se trata de votantes dormidos o emigrados, sino desmoralizados y enfadados. Hay que reconocerle rapidez a esta Xunta en decepcionar y desmovilizar a esa parte del electorado que le dio la victoria", coincid¨ªa ayer Suso de Toro en este peri¨®dico en una columna cuyo t¨ªtulo prescrib¨ªa la receta: Falta humildad.

Tal y c¨®mo est¨¢n las cosas, en el medio participativo por excelencia, Internet, animan a los internautas a aventurar su propio sondeo, y con premio. En vieiros.com sortear¨¢n un port¨¢til entre los acertantes y en la red social chuza.org, un iPod.