El contador se ha parado para los 'freelance'

El contador se par¨® con el cambio de siglo para los freelance. Desde entonces, para casi todos los gremios las tarifas han subido muy por debajo del nivel de vida. Para la mayor¨ªa, su condici¨®n de aut¨®nomo tiene un halo rom¨¢ntico, emocionante y liberador -no atruena el despertador todas las ma?anas, no hay que rendir cuentas ante un jefe odioso y uno se organiza como quiere-, pero cuando la recesi¨®n sacude los cimientos de las empresas ellos son los primeros en tambalearse. Denuncian que los contratantes est¨¢n redondeando las facturas muy a la baja. Pero, ?qui¨¦n hace ascos a un encargo cuando no se disfruta del colch¨®n del paro? Adem¨¢s, a menos demanda, m¨¢s competencia, y siempre hay alguien dispuesto a trabajar por menos.

Cada vez va a haber m¨¢s gente que no cotice a la Seguridad Social

Los fot¨®grafos completan ingresos trabajando en bodas y bautizos

El a?o pasado, 93.000 aut¨®nomos cesaron su actividad. Y en enero se han ca¨ªdo de las estad¨ªsticas otros 32.000 m¨¢s. Son el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de la cadena de trabajo. Lo dice la etimolog¨ªa en ingl¨¦s medieval freelance, lanza libre, es decir, un mercenario al servicio de cualquiera, pero en los tiempos que corren no llueven las ofertas.

"En los ¨²ltimos a?os se han externalizado muchos servicios profesionales, pero en esta crisis no veo un avance de la figura del aut¨®nomo. Se recortan las plantillas y tambi¨¦n los colaboradores", se lamenta Lorenzo Amor, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA). "Lo que probablemente ocurra ahora son m¨¢s casos de situaciones irregulares. Personas que no coticen a la Seguridad Social. Las empresas se van a llenar de becarios y de personas a las que se pague por un trabajo concreto sin continuidad", pronostica.

Hoy hay censados 3,2 millones de aut¨®nomos. Muchos se quejan de la actual reducci¨®n de cr¨¦ditos, lo que les impide mirar con seguridad hacia delante. "Cuando un banco muere, sus empleados se quedan en el paro, pero el aut¨®nomo tiene que responder a sus deudas con sus bienes", recuerda Amor.

"Hoy el trabajo cualificado est¨¢ mucho menos valorado. Antes, el profesional marcaba la negociaci¨®n, los precios... Trabajaba con m¨¢s libertad. Ahora, sobre todo si los encargos vienen siempre de la misma empresa, se tiene que plegar e incluso aceptan trabajos de lo que no es su especialidad", dice Rodrigo Mart¨ªn, profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Juan Carlos I de Madrid.

"M¨¢s que falta de trabajo para los freelance, hay falta de pago. Las empresas no tienen liquidez y pagan las obligaciones b¨¢sicas y los salarios, pero no a ellos que no tienen un despido de 45 d¨ªas por a?o ni paro", prosigue Mart¨ªn. "Se dice que en ¨¦poca de crisis la creatividad art¨ªstica se agudiza, pero yo creo que en estos trabajos se va a resentir. La gente va a entrar en un c¨ªrculo depresivo, sin motivaci¨®n". "Ante los impagos hay muy pocas reclamaciones, porque los acuerdos se basan en la confianza, y al freelance le resulta muy oneroso ir a juicio, aunque es f¨¢cil que ganen el pleito".

Preguntados por gremios, los freelance coinciden en hablar de precarizaci¨®n, de descenso de precios y encargos. Por ejemplo, entre los fot¨®grafos. Hoy en las celebraciones familiares no s¨®lo disparan la c¨¢mara los BBC (especializados en bodas, bautizos y comuniones). "Cada vez m¨¢s gente se anima a ganarse as¨ª un dinero. Tambi¨¦n haciendo fotos de estudio o books para modelos", asegura Jos¨¦ Flores, presidente de la Asociaci¨®n de Fotoperiodistas Europeos Freelance (AEFE). Otro efecto de la recesi¨®n, asegura, es el mayor robo de equipos. "Siempre ha habido, pero nunca como ahora. A m¨ª me han robado una c¨¢mara de 8.000 euros. La revender¨ªan por 100, sin ser conscientes del da?o que supone".

Asegura Flores que se han visto obligados "a abaratar los precios, entre un 20% y un 30%, aunque a quien tiene mucho prestigio se le respeta". "En su caso tiene m¨¢s valor la firma que la imagen", prosigue el fotoperiodista. "Pero el mayor problema es que dentro de los freelance hay mucho intrusismo. Hoy no es tan caro un equipo profesional, por 6.000 euros te compras uno bueno, y en los peri¨®dicos hasta el becario no s¨®lo escribe el texto sino que hace las fotos. Tambi¨¦n a nosotros nos piden que adem¨¢s mandemos un texto".

En AEFE, que agrupa a 230 profesionales de los 900 fotoperiodistas espa?oles, tienen las esperanzas puestas en la profusi¨®n de bancos de im¨¢genes en Internet, una fuente de ingresos cada vez m¨¢s rentable. "Para ayudar a nuestros socios, estamos pensando en abrir uno. Lo costoso es el mantenimiento", adelanta Flores.

Los editores aseguran que el libro es un "valor refugio" -un entretenimiento casero barato-, pero lo cierto es que sus sellos se lo piensan dos veces antes de comprar un t¨ªtulo, las tiradas de libros son m¨¢s cortas y algunos han abaratado el precio del ejemplar o lo sacan en el econ¨®mico bolsillo. Conclusi¨®n, las fichas del domin¨® caen: menos trabajo para traductores, correctores o ilustradores. "Yo maqueto para una gran editorial que sol¨ªa sacar unos 100 t¨ªtulos al a?o. Este a?o ser¨¢n 80", cuenta Antonio, que prefiere no dar m¨¢s datos personales. Cobra 1,20 euros por p¨¢gina maquetada y la intenci¨®n de la empresa es bajar las tarifas entre un 10% y un 20%. Contando las correcciones, Antonio tarda dos semanas en maquetar un libro de 300 p¨¢ginas. Total: 360 euros.

Una suma raqu¨ªtica a la que el maquetador Jean-Pierre Palacio encontraba explicaci¨®n recientemente en una carta publicada en EL PA?S. "Proliferaci¨®n de packagers e intermediarios, ausencia de una asociaci¨®n defensora de nuestros intereses, miedo a quedarse sin trabajo: tenemos que participar en una suerte de subasta a la baja para conseguir un encargo. ?Hasta cu¨¢ndo soportaremos esta situaci¨®n m¨¢s propia del siglo XIX que del actual?", se preguntaba.

"Nuestro gremio es pionero en la crisis. Ya est¨¢bamos en ella cuando el sector automovil¨ªstico, las constructoras y los bancos estaban haciendo dinero", se queja Manel Craneo, vicepresidente de Federaci¨®n de Asociaciones de Ilustradores Profesionales (FADIP). "En los a?os ochenta fue la ¨¦poca dorada del c¨®mic y la ilustraci¨®n. Pero los precios se han mantenido congelados desde finales de los noventa: las 20.000 pesetas por p¨¢gina de c¨®mic siguen siendo 120 euros, y la vida ha subido mucho", prosigue este artista gallego. Hoy no llega al 50% los que ejercen de manera exclusiva la profesi¨®n, seg¨²n el Estudio econ¨®mico de la ilustraci¨®n en Espa?a 2007/2008, y m¨¢s del 70% son aut¨®nomos. La mitad no confirma el presupuesto y un 40% se embolsa menos de 12.000 euros anuales.

En recesi¨®n se recortan las campa?as de publicidad, una buena partida de lo ganado por los ilustradores, aunque el 50% de los ingresos proviene a¨²n de las editoriales. "En mi declaraci¨®n de 2007, los story boards para publicidad supon¨ªan alrededor del 60% de lo que cobr¨¦, y en 2008 la mitad", calcula Craneo. "Lo que s¨ª hay cada vez m¨¢s es demanda de las instituciones y en el sector editorial no ha afectado mucho, porque los ni?os siguen necesitando libros para el colegio y los padres siguen ley¨¦ndoles cuentos". Craneo envidia a sus colegas de Francia, B¨¦lgica y Reino Unido, donde su labor es mucho m¨¢s reconocida: "Muchos espa?oles dibujan c¨®mics para el mercado europeo. Con la bajada del d¨®lar hacerlo para Estados Unidos no significa el mismo past¨®n que hace un tiempo. Ahora pagan como en Francia".

La publicidad sufre un par¨®n, y los estilistas se comen los ahorros. Algunas empresas recuperan campa?as pasadas pagando de nuevo los derechos de autor y otras gastan menos en producci¨®n. Ya desde hace dos a?os nadie dedica tres semanas a la preparaci¨®n y el rodaje de un anuncio, sino una semana. A Amparo Utrilla, ya con muchas conchas, no le falta trabajo, pero reconoce que acepta cosas que antes no admit¨ªa "por lo que pueda pasar". Adem¨¢s, los cobros se retrasan: le deben dinero desde hace un a?o.

"Muchas editoriales est¨¢n intentado ajustar las tarifas, pero uno no va al carnicero y le dice: 'Baje el precio que estamos en crisis", ironiza Antonio Mart¨ªn, presidente de UniCo (Uni¨®n de Correctores). Una salida en los ¨²ltimos meses ha sido la correcci¨®n de publicidad de empresas p¨²blicas y privadas, cada vez m¨¢s concienciadas con la necesidad de cuidar la imagen. "Por corregir un volumen, una editorial te puede pagar 300 euros, que es lo que ganas con publicidad en uno o dos d¨ªas", diferencia Mart¨ªn. "Hace diez a?os las editoriales ped¨ªan consejo al primo fil¨®logo, pero hoy la figura del corrector se ha extendido. Muchos no trabajan s¨®lo corrigiendo. En la asociaci¨®n hay gente que traduce o maqueta".

"Cada vez hay m¨¢s gente que se hace aut¨®noma porque se ha quedado en paro o es su primer empleo. Empiezan aceptando trabajos puntuales y piensan que ah¨ª puede estar su futuro", dice la correctora Celia Mart¨ªn, que dirige un curso de fiscalidad para freelance en la academia C¨¢lamo de Madrid, especializada en formar correctores. "Vienen sobre todo personas que tras un a?o trabajando por libre se dan cuenta de que no saben c¨®mo tienen que organizarse frente a la Administraci¨®n". "Es f¨¢cil tener encargos sueltos, lo complicado es tener una cartera. Hay mucha competencia y eso hace que haya gente dispuesta a trabajar por menos de 10 euros la hora. Un corrector profesional que lleva tiempo gana unos 2.000 euros, pero tienen que restarle los gastos de Seguridad Social, calefacci¨®n, luz...", a?ade la profesora.

Como en casi todos los campos, en el de los traductores literarios los m¨¢s veteranos est¨¢n sufriendo menos la crisis. Mantienen su clientela y les ofrecen subidas peri¨®dicas. Por eso no todos los socios de la Secci¨®n Aut¨®noma de Traductores de Libros de la Asociaci¨®n Colegial de Escritores (ACEtt) comparten las mismas inquietudes. Entre los novatos, las cosas cambian. Deber¨ªan de cobrar entre 30 y 60 d¨ªas despu¨¦s de la entrega de la traducci¨®n, pero muchos sellos son impuntuales. Un incumplimiento de contrato que muchas veces queda en manos de los abogados de ACEtt. Las tarifas s¨®lo les permiten vivir como mileuristas en casa de sus padres. Seg¨²n un informe del Consejo de Asociaciones de Traductores Literarios en Europa, en Espa?a se cobra entre 10,5 y 19,2 euros la p¨¢gina, muy lejos de Francia o el Reino Unido, donde se alcanzan los 35 euros.

Quienes por el momento no sufren la crisis son, por el contrario, los int¨¦rpretes. "Es un trabajo muy estacional y ya veremos qu¨¦ pasa dentro de unos meses. En enero o febrero te conformas con trabajar dos o tres d¨ªas al mes [ganan unos 500 euros diarios], pero en abril o mayo son casi todos los d¨ªas", sostiene Jorge Quijano, presidente de la Asociaci¨®n de Int¨¦rpretes de Conferencia de Espa?a (AICE).

En el sector de la prensa, a la bajada de ingresos publicitarios por la recesi¨®n se suma la crisis del papel -muy encarecido-, la bajada en ventas y publicidad y la imposibilidad de absorber a los 4.000 estudiantes que se licencian cada a?o en periodismo. El 40% de ¨¦stos -seg¨²n los datos de la Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a (FAPE)- encuentra una salida laboral en otros ¨¢mbitos. Y los que consiguieron colar art¨ªculos ven ahora peligrar sus ingresos. Prolifera el "falso aut¨®nomo" -lo describe la FAPE en el art¨ªculo En defensa del periodista aut¨®nomo de su revista corporativa- "que no tiene contrato de trabajo por cuenta ajena aunque desempe?a la misma actividad".

Entre los profesionales del cine y la televisi¨®n, m¨¢s de lo mismo: rodajes retrasados, series que se caen de la parrilla o tarifas a la baja. "A la crisis se ha unido que las nuevas series no han ido bien y han desaparecido, las cadenas tienen menos publicidad y con esa excusa te ofrecen menos dinero. Calculo que ha habido una rebaja de entre un 25% y un 30%...", cuenta el guionista Carlos Molinero, vicepresidente de ALMA (Autores Literarios de Medios Audiovisuales). Son 2.500 y, seg¨²n el estudio La situaci¨®n de los guionistas en Espa?a, tan s¨®lo un 20% vive exclusivamente de lo que escribe, el 46% gana menos de 12.000 euros anuales y a la mitad no le pagan nada si el gui¨®n no se rueda.

"Yo llevaba encadenando proyectos desde 1997, y ahora desde septiembre, que termin¨¦ El comisario, no he tenido nada. Por suerte, empiezo de nuevo en marzo", cuenta. Y Carlos es un privilegiado, autor de guiones para el codiciado prime time, pero para sus compa?eros 2009 se presenta a¨²n m¨¢s desolador.