Indulto para el ladr¨®n de un bel¨¦n

A Francisco Daldes las alegr¨ªas y las penas le han venido juntas. Hace casi un a?o tuvo que ingresar en prisi¨®n por un delito que hab¨ªa cometido nueve a?os antes. Su delito era un singular robo, el de un portal de bel¨¦n con el que trat¨® de conseguir dinero para comprar droga. La condena le lleg¨® cuando ya estaba rehabilitado y ten¨ªa trabajo como alba?il en C¨¢diz. La difusi¨®n de su caso favoreci¨® que pudiera salir en un mes de la c¨¢rcel y ahora le ha llegado el indulto definitivo. Pero a la vez que se libra de esa condena ha sabido que el mismo juez que orden¨® su encierro le exige que pague los 5.873 euros de indemnizaci¨®n en un plazo no superior a seis meses. A Francisco no le llega el sueldo y teme que le obliguen a volver a prisi¨®n.

Fue a finales de 2008 cuando, a propuesta del ministro de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, y previa deliberaci¨®n del Consejo de Ministros, se aprob¨® indultar a Francisco Daldes un a?o de la pena privativa de libertad impuesta en la sentencia del Juzgado de lo Penal n¨²mero 2 de C¨¢diz como autor de un delito de robo con fuerza. Se le impone la condici¨®n de que no abandone el tratamiento iniciado hasta alcanzar la total rehabilitaci¨®n y que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de tres a?os.

Pero la ilusi¨®n por verse libre definitivamente de la c¨¢rcel se le amarg¨® en navidades cuando recibi¨® una carta del juzgado que le apremia a pagar los casi 6.000 euros de indemnizaci¨®n que se contabilizaron como contraprestaci¨®n al robo de varias figuras de un gran bel¨¦n, propiedad del Obispado de C¨¢diz, que Francisco hab¨ªa sustra¨ªdo de la casa de un particular en el casco antiguo gaditano. "Mi n¨®mina no llega a 900 euros. Si pagara ese dinero, me quedar¨ªa sin nada y tendr¨ªa que poner dinero encima", lamenta. "Me veo que voy a tener que volver a prisi¨®n si no pago", confiesa.

El indulto de Francisco se har¨¢ oficial cuando el pr¨®ximo 26 de enero recoja el documento en el juzgado. Ser¨¢ libre de la c¨¢rcel pero el bel¨¦n robado le mantiene una cuenta pendiente una d¨¦cada despu¨¦s.