Illescas desde el olvido
La bibliograf¨ªa sobre la arquitectura catalana se est¨¢ enriqueciendo con nuevos estudios sectoriales. Por ejemplo, est¨¢n apareciendo bastantes monograf¨ªas de arquitectos j¨®venes -y no tan j¨®venes-, algunos patrocinados por las universidades, los colegios profesionales y la Administraci¨®n p¨²blica, otros encauzados en editoriales especializadas o en empresas ocasionalmente interesadas. Pero, adem¨¢s de esta actualizaci¨®n, hay una ampliaci¨®n de estudios sobre arquitectos y urbanistas de las generaciones anteriores, las del esplendor del modernisme y el noucentisme, y de los esfuerzos vanguardistas de la d¨¦cada de 1930 y su supervivencia en los exilios. Era ya considerable la cantidad de textos sobre los grandes maestros indiscutidos: Cerd¨¤, Gaud¨ª, Dom¨¨nech i Montaner, Puig i Cadafalch, Jujol, Mas¨®, Sert, Bonet, Coderch, etc¨¦tera, una larga lista con l¨ªmites indefinidos, como es indefinida la misma clasificaci¨®n de maestros indiscutibles. Ahora ese corpus bibliogr¨¢fico se est¨¢ ampliando con estudios sobre profesionales menos reconocidos, pero cuya obra es indispensable para explicar la amplitud cultural y social de la arquitectura y el urbanismo de la Catalu?a moderna. Han aparecido, por ejemplo, textos sobre Rovira i Trias, Sagnier, Raspall, los Rubi¨®, Godoy y muchos m¨¢s, a veces dispersos en antolog¨ªas generales. Sin esos profesionales no se entender¨ªan, por ejemplo, las labores urban¨ªsticas entorno a la aventura del Eixample y su relaci¨®n con los pueblos agregados, el esplendoroso eclecticismo de la vivienda burguesa, los modestos signos de tradici¨®n cultural en las comarcas, la obra pedag¨®gica de la Mancomunitat y la Generalitat republicana, y tantas realidades que todav¨ªa hoy marcan nuestros paisajes urbanos. No se puede negar el valor presidencial de los grandes maestros, pero no hay que olvidar a los que, a pie de obra o en los avatares de la Administraci¨®n y las empresas promotoras, crearon tal acumulaci¨®n de experiencias significativas.
Su 'casa del barco' fue la primera obra racionalista de Espa?a y es, por tanto, un monumento hist¨®rico interesant¨ªsimo
Uno de los ¨²ltimos libros publicados es Sixte Illescas, arquitecte (1903-1986). De l'avantguarda a l'oblit, editado por el Colegio de Arquitectos. La estructura del texto es interesante y eficaz: a partir de unas sucintas memorias esquem¨¢ticamente autobiogr¨¢ficas, su hijo Albert, tambi¨¦n arquitecto, ha completado la secuencia narrativa con recuerdos propios, con referencias a otros textos y con interpretaciones ya m¨¢s personales del ambiente cultural de los dos periodos en que se puede dividir la vida profesional de su padre. El primer periodo es anterior a la Guerra Civil. Illescas milit¨® en la lucha por el Movimiento Moderno, frecuentando las filas del GATCPAC, proponiendo una arquitectura funcional en el racionalismo estil¨ªsticamente m¨¢s riguroso, con una intensa actividad al lado de Sert y Torres Clav¨¦. Su Casa Vilar¨®, de 1929 -llamada popularmente casa del barco por su estilo radical, analizado en el libro por M. Brullet-, fue la primera obra racionalista de Espa?a y es, por tanto, un monumento hist¨®rico interesant¨ªsimo. El segundo periodo corresponde a los desastres del franquismo: prohibiciones, depuraciones y exilios, abandono de la cultura y la militancia, y ca¨ªda irremediable en la vulgaridad de la arquitectura rid¨ªculamente cl¨¢sica seg¨²n el gusto franquista que construy¨® el triste espect¨¢culo de las primeras periferias urbanas de clase media. Sorprende encontrar en un mismo libro documentos que acreditan la alta calidad anterior a la guerra y la posterior degradaci¨®n sin s¨ªntomas de resistencia: un arquitecto vencido, sin gestos creativos en la producci¨®n vulgar del d¨ªa a d¨ªa, pero adem¨¢s sin referencias cultas ni siquiera en las escasas ocasiones en que pod¨ªa reclamar una cierta independencia responsable. Recuerdo el proyecto para el Camp Nou -felizmente no realizado, pero reproducido en el libro- que tanto nos indign¨® cuando lo vimos publicado en los peri¨®dicos de los a?os cincuenta. Parece imposible que el fin¨ªsimo autor de la casa del barco, al cabo de 20 a?os, dibujara una columnata toscana y unas torres carpetovet¨®nicas para un estadio de f¨²tbol. La explicaci¨®n fundamental es el espectro del miedo persistente ante las graves represiones del nuevo r¨¦gimen, como dice Xavier Fabr¨¦s en un texto del mismo libro. Pero tambi¨¦n hay que pensar en la debilidad -y la falta de ra¨ªces sociales- de las actitudes modernas, est¨¦ticamente revolucionarias, de aquella joven generaci¨®n republicana. La liquidaci¨®n del GATCPAC se presta a muchas consideraciones, sobre todo si analizamos los abandonos previos a la disoluci¨®n, tan abundantes y significativos que dejaron el testimonio a un arist¨®crata exiliado y a un intelectual, director de la Escuela de Arquitectura, que morir¨ªa en el frente.
De todas maneras, el libro explica muy bien por qu¨¦ caminos Illescas pudo mantener el esp¨ªritu renovador e incluso contestatario. El esp¨ªritu exist¨ªa, pero ya no pod¨ªa expresarse profesionalmente en la arquitectura. Hab¨ªa que acudir a otros programas culturales. Illescas fue, durante mucho tiempo, el abnegado ciudadano dispuesto a presidir y a activar cualquier intento de modernidad, desde la m¨²sica a las artes visuales, siempre con aquella esperanza de mantener fragmentos todav¨ªa operativos de aquel hilo que alg¨²n d¨ªa permitir¨ªa recuperar la memoria de una Catalu?a perdida. La tertulia, la iron¨ªa y el poder aglutinante de la an¨¦cdota fueron sus armas y as¨ª todos lo recordamos como el intelectual m¨¢s reconfortante y generoso en los ¨¢mbitos discretamente contestatarios de la Barcelona franquista por sus referencias a la memoria de los a?os republicanos. Esa memoria se recoge tambi¨¦n en el libro que comentamos, que casi se puede leer como un complemento vivo y apasionado de lo que sabemos del GATCPAC en t¨¦rminos m¨¢s acad¨¦micos. Si quieren ustedes conocer las xafarderies internas del GATCPAC, lean algunos sustanciosos cap¨ªtulos de este libro que reviven el testimonio de aquella generaci¨®n cuyo empuje fue debilitado por la revoluci¨®n e interrumpido por el franquismo.
Oriol Bohigas es arquitecto.
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