Por la tez

Los agentes de la comisar¨ªa del distrito madrile?o de Vallecas recibieron ¨®rdenes para detener cada semana un determinado cupo de inmigrantes en situaci¨®n irregular. Exist¨ªan sospechas sobre la realizaci¨®n de esta pr¨¢ctica, aunque el ministro del Interior lo desminti¨® en el Senado el d¨ªa 10: una semana antes de que los sindicatos policiales la denunciaran como habitual en toda Espa?a.

No hay duda de la existencia de esa orden, ni de su car¨¢cter abusivo. Lo que queda por establecer es si se trata de un exceso de celo por parte de funcionarios que tradujeron de esa manera el giro producido en pol¨ªtica de inmigraci¨®n, y si es una pr¨¢ctica circunscrita a Madrid o aplicada en todo el pa¨ªs. El ministro Rubalcaba dijo ayer ante la comisi¨®n de Interior del Congreso que ning¨²n responsable pol¨ªtico (incluyendo el director general de la polic¨ªa y su adjunto) hab¨ªan dado nunca esa orden, pero evit¨® referirse al jefe superior de polic¨ªa de Madrid.

Sin embargo, que hubo como m¨ªnimo cierta confusi¨®n lo prueba la evoluci¨®n de la actitud del ministro, que primero consider¨® que la fijaci¨®n de cupos no era una pr¨¢ctica ilegal, y luego que no hab¨ªa existido esa pr¨¢ctica. Frente a los diputados que le exig¨ªan responsabilidades, ayer acab¨® por reconocer que "alguien no ha hecho bien las cosas" y que, en todo caso, se hab¨ªa cursado una instrucci¨®n diciendo que "se acab¨®, eso no se hace m¨¢s".

Las leyes no especifican qu¨¦ medidas debe adoptar la polic¨ªa para hacer que se respeten, sino que abren un espacio de discrecionalidad a utilizar de forma escrupulosa porque en ¨¦l se juega el ser o no ser del Estado de derecho. Y lo que demuestra no ya s¨®lo la orden de la comisar¨ªa de Vallecas, sino su aplicaci¨®n pr¨¢ctica, constatada por los medios de comunicaci¨®n en la calle, es que la polic¨ªa se guiaba por el criterio de identificar inmigraci¨®n y delincuencia: s¨®lo las personas con apariencia de ser extranjeras eran interpeladas, y detenidas las que carec¨ªan de papeles. Pero no tenerlos es una falta administrativa, y para que la polic¨ªa detenga a alguien tienen que existir indicios de delito. Carecer de papeles no significa perder los derechos personales b¨¢sicos.

Por eso era necesario que el ministerio ordenara poner fin a la fijaci¨®n de cupos para la detenci¨®n de extranjeros en situaci¨®n ilegal, aunque con ello reconociera impl¨ªcitamente que s¨ª hab¨ªa existido lo que por otra parte negaba.