Pat¨¦tico

El mismo consumismo sin l¨ªmites que est¨¢ haciendo el planeta inhabitable y nos ha llevado a esta crisis econ¨®mica resulta ahora que nos va a sacar de la misma. Y como lo que m¨¢s necesita el mundo son coches, vamos a inyectar nuestro dinero en las f¨¢bricas. Para mantener el empleo, claro. Porque sin empleo, b¨ªblica ecuaci¨®n, desaparece el derecho humano a comer. Me parece que esta crisis se ha vuelto demasiado interesante para dejarla en las ineptas manos de gur¨²s economistas, o de acolchados pol¨ªticos magn¨ªficos gestores de la inercia y la rutina, cuando no de sus purulentas corruptelas. Pero ?qu¨¦ pecado habremos cometido para merecer a esta tribu?, ?ser¨¢ ¨¦se que llaman pecado original? Se?ores de los medios de comunicaci¨®n, queremos comenzar a escuchar otras voces, pensar otras ideas, contemplar otros reportajes (?para¨ªsos fiscales, por ejemplo?), participar en otros debates. Estudien, por favor, si les puede resultar rentable este tratamiento mientras seguimos regode¨¢ndonos en nuestro cancer¨ªgeno sistema econ¨®mico, cuya hipertrofia amenaza con devorar toda la existencia. Y que nos dejen de dar la tabarra con lo de la falta de confianza. Que el miedo es bueno, nos avisa del riesgo. Por favor, no quieran matarnos al miedo mensajero antes de superar el peligro del que nos est¨¢ alertando.