Una juventud esc¨¦ptica
La inmensa mayor¨ªa de los j¨®venes se declara distante de los pol¨ªticos
"No creo en ning¨²n partido pol¨ªtico, porque ninguno representa lo que es realmente la supuesta democracia". Mario tiene 22 a?os, estudia Filosof¨ªa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y el pr¨®ximo 1 de marzo se abstendr¨¢. "Tengo mis ideas pol¨ªticas, pero paso de c¨®mo est¨¢ montada la pol¨ªtica". En anteriores citas electorales vot¨® en blanco, pero esta vez descarta esta opci¨®n, porque "no vale para nada". "Deber¨ªan contar los votos en blanco en esca?os vac¨ªos. Eso ser¨ªa lo suyo. As¨ª los pol¨ªticos se dar¨ªan cuenta del descontento general de gran parte de la juventud y de la ciudadan¨ªa en general", argumenta.
Mario descansa en los jardines del campus guipuzcoano de la UPV junto a Alba, de 25 a?os y tambi¨¦n estudiante de Filosofia. La joven comparte la opini¨®n de su compa?ero, pero, a¨²n as¨ª, ella votar¨¢ en blanco. Es "un voto de cr¨ªtica", subraya.
Recriminan a los representantes pol¨ªticos sus continuas peleas
S¨®lo una de cada tres personas de entre 25 y 29 a?os vive emancipada
El Consejo de la Juventud reclama una pol¨ªtica seria de alquiler social
El descontento de Mario y Alba con la pol¨ªtica y los pol¨ªticos se extiende a una mayor¨ªa de la juventud vasca. Pasan de ellos con m¨¢s o menos conciencia, pero el distanciamiento est¨¢ ah¨ª. S¨®lo un 12% de los j¨®venes entre 15 y 29 a?os se siente cercano a un partido pol¨ªtico, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Observatorio Vasco de la Juventud. El nivel de abstenci¨®n ronda el 40%.
La mitad de los j¨®venes se define de izquierdas, frente a un 14% de centro y un 5% de derechas. El 31% no sabe o no contesta cu¨¢l es su ideolog¨ªa. La juventud tiene un sentimiento identitario vasco predominante, que convive con una mirada abierta a Europa. Aunque tambi¨¦n hay un n¨²cleo amplio que no se presenta "ni como vasco ni como espa?ol, ni todo lo contrario. No le importa el tema", precisa el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Deusto Javier Elzo. Los partidos, junto a la iglesia y el ej¨¦rcito, son las instituciones en las que menos conf¨ªan los j¨®venes. En el otro lado de la balanza est¨¢n las organizaciones no gubernamentales, a las que muchos est¨¢n vinculados.
"No creo en los pol¨ªticos. Se dedican m¨¢s a insultarse entre ellos que a explicar sus propuestas. Se mueven por sus propios intereses. Ya pod¨ªan interesarse un poco m¨¢s sobre nuestra opini¨®n acerca del plan Bolonia, por ejemplo. Pese a ello, creo que es mejor votar que no votar", apunta Nekane, una estudiante de Psicolog¨ªa de 19 a?os. Se estren¨® en las urnas el a?o pasado, en las elecciones generales, y dentro de once d¨ªas votar¨¢ por primera vez en unos comicios auton¨®micos. "Voy a votar, s¨ª", confirma, con la vaga esperanza de que "cambie algo".
El escepticismo hace mella incluso entre los j¨®venes militantes. "Los pol¨ªticos hacen una visi¨®n interesada de la juventud, seg¨²n sus intereses y el momento. Se acuerdan de los j¨®venes en periodo electoral, pero no el resto del a?o", comenta Joseba Osorio, coordinador de las juventudes de Aralar en Guip¨²zcoa. Sin embargo, acto seguido dice que Aralar es una excepci¨®n. "Tiene una visi¨®n de aqu¨ª para los j¨®venes de aqu¨ª, para que podamos autogestionarnos", sostiene, mientras reparte preservativos en la universidad.
"Aunque es menor que en el conjunto de Espa?a, el distanciamiento de los j¨®venes vascos con la pol¨ªtica existe", ratifica Elzo. Existe por dos razones. Porque "la imagen p¨²blica de los pol¨ªticos es penosa. Es la de una confrontaci¨®n continua". Y porque "los temas de los que hablan no interesan a la juventud", preocupada fundamentalmente por el paro y la precariedad laboral, y el alto precio de la vivienda, un combinado que dificulta su emancipaci¨®n.
De hecho, los j¨®venes vascos son los que m¨¢s tardan en abandonar el nido familiar de toda Espa?a. La edad media en Euskadi se sit¨²a en los 31 a?os, frente a los 28 del resto del territorio espa?ol. S¨®lo una de cada tres personas de entre 25 y 29 a?os vive emancipada en el Pa¨ªs Vasco, una cifra que podr¨ªa descender ahora en plena crisis econ¨®mica. Quiz¨¢ algunos j¨®venes se vean abocados a regresar al hogar paterno, seg¨²n augura Alfonso P¨¦rez-Agote, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa y coautor del estudio Emancipaci¨®n y precariedad en la juventud vasca: entre la anomia funcional y el cambio cultural, publicado por el Observatorio Vasco de la Juventud.
Es precisa "una apuesta seria por el alquiler social p¨²blico, adaptado a las necesidades reales de los j¨®venes", reclama el presidente del Consejo de la Juventud de Euskadi, Jabi Delgado. Tal vez as¨ª diera la vuelta el siguiente dato: el 76% de los solicitantes j¨®venes de una vivienda de protecci¨®n oficial prefiere ser propietario. Cree que el alquiler, "escaso y caro, supone tirar el dinero", indica P¨¦rez-Agote.
Delgado solicita tambi¨¦n a los partidos "m¨¢s aportaciones en materia de empleo" y que "tengan en cuenta la opini¨®n y las propuestas de los j¨®venes ".
La emancipaci¨®n, en cualquier caso, se presta a varios debates. Elzo admite que el desorbitado precio de la vivienda y el precario mercado de trabajo -esto ¨²ltimo sobre todo ahora en tiempos de crisis-, son dos argumentos importantes que complican la salida del hogar familiar. Pero a?ade una tercera realidad: en Euskadi "no existe la cultura de la emancipaci¨®n precoz" ni en padres ni en hijos.
As¨ª que, seg¨²n el soci¨®logo, una buena parte de los padres, sobre todo de la clase media-alta, "no quiere que sus hijos salgan de casa". Existe "una sobreprotecci¨®n e, incluso, est¨¢ mal visto que se vayan de cualquier forma", a compartir piso con varias personas o a una vivienda peor. Buena parte de los j¨®venes han encontrado "un acomodo" en esa realidad, que consiste en "marcharse de casa qued¨¢ndose". Es decir, "organizan su vida como y cuando quieren, y van a casa a comer y a dormir". Aunque tengan la posibilidad de abandonar el nido paterno, no lo hacen. Ante este panorama, Elzo mantiene que "es inexacto decir que los j¨®venes son unos jetas. Es algo querido por el conjunto familiar y por la tradici¨®n que existe".
El presidente del Consejo de la Juventud admite que "siempre hay dos caras de la verdad". Por eso, insiste en que "con alquileres de 700 euros y sueldos de 900" las cuentas no salen. Pero reconoce que los j¨®venes de ahora viven "m¨¢s c¨®modos" que los de antes. "Tambi¨¦n es verdad que la generaci¨®n anterior se ha empe?ado mucho en que no bajemos el estatus de vida; que, una vez alcanzado un cierto bienestar, no nos vayamos a vivir con cuatro perras", matiza.
"Entre vivir en la precariedad o esperar un mundo algo mejor, pues s¨ª, nos quedamos en la cola en la emancipaci¨®n". Y en esa espera, "hemos llegado a unos acuerdos de convivencia no vividos en otras generaciones". Pero no significa que "no queramos nuestra vida independiente", aclara Jabi Delgado.
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