La industria del m¨®vil conf¨ªa en la expansi¨®n de la banda ancha y el 'smartphone' para revitalizarse
Sin hilos, ahorro, 2010, convergencia, anticrisis, China, India, televisi¨®n, aplicaciones, Android, tienda virtual, cooperaci¨®n, facturaci¨®n, palabras clave en una edici¨®n marcada por la austeridad de los expositores y el par¨®n en la presentaci¨®n de novedades
Si el primer expositor, del primer pabell¨®n se llama Anticrisis Solutions, toca madera. Si las azafatas son menos espectaculares y los reclamos no pasan del boli, malo. Si se habla m¨¢s de 2010, que de 2009, fatal.
La feria de telefon¨ªa Mobile World Congress se clausura esta tarde en Barcelona con la agridulce sensaci¨®n de que pod¨ªa haber sido peor. Cierto, por primera vez en su historia, los fabricantes vender¨¢n menos m¨®viles que el a?o anterior, y los operadores facturar¨¢n menos por llamadas; pero la telefon¨ªa m¨®vil no es un sector consolidado, sino que est¨¢ en expansi¨®n y, con crisis o sin ella, as¨ª va a seguir.
Ya hay 750 millones personas conectadas a servicios 3G, y este a?o India y China, las dos grandes esperanzas del sector, estrenar¨¢n la banda ancha m¨®vil en sus pa¨ªses. Una buena noticia; quiz¨¢s por ello, un a?o m¨¢s, ha destacado la presencia china, en n¨²mero de visitantes y de expositores.
Otra buena noticia: todo el mundo quiere entrar en el negocio del m¨®vil, se?al de que no es tanto el pesimismo o de que para salir de ¨¦l hay que hacer negocios en telefon¨ªa. Nadie, por poderoso que sea, se quiere quedar al margen. Nunca ha habido en la historia de la humanidad un objeto que tiene medio mundo (6.500 millones de habitantes y 4.000 millones de conexiones) y en todo momento.
El m¨®vil (no el tel¨¦fono fijo) es el centro de todo. No lo es el ordenador port¨¢til, y mucho menos el de sobremesa, tampoco el televisor o el coche. Con ninguno de esos bienes convivimos 24 horas al d¨ªa. S¨®lo el tel¨¦fono m¨®vil va siempre con nosotros, por el d¨ªa y por la noche. Es, por tanto, el objeto de deseo de todos, desde la operadora al publicitario, que puede enviarte una oferta de pizzas cuando pasas cerca de un restaurante italiano a las nueve de la noche.
En ese contexto de que para existir hay que estar en la industria del m¨®vil, a Microsoft -uno de los principales pabellones de la feria- no le basta con que el 88% de los ordenadores anden con Windows, necesita entrar en el m¨®vil; ni Google se contenta con dominar las b¨²squedas en Internet, y por eso saca Android, su plataforma abierta que ya empieza a implantarse en tel¨¦fonos de cualquier marca que se precie. Y Electronic Arts, el gigante de los videojuegos, tambi¨¦n entra en el mundo del m¨®vil; y Acer y HP los mayores fabricantes de ordenadores, aspiran a vender smartphones como Nokia o RIM. Entre otras cosas, porque mientras un ordenador cuesta 300 euros, los m¨®viles inteligentes salen por los 500. Y cada cual con su tienda online, copiando el ¨¦xito a Apple, para vender sus servicios, de televisi¨®n a m¨²sica, sin pasar por la caja de la operadora, incluso, sin conectarte a tu telef¨®nica aprovech¨¢ndote de la conexi¨®n Wi-Fi o el mismo Bluetooh.
La necesidad de una convergencia de tecnolog¨ªas y una cooperaci¨®n de empresas ha quedado patente en la feria de Barcelona, y coincide con la expansi¨®n de la banda ancha y con los tel¨¦fonos inteligentes, un binomio con el que la industria espera revitalizarse. Si con el smartphone se puede hacer de todo, desde ver la serie favorita a gestionar el correo electr¨®nico, s¨®lo falta que el consumidor se anime a exprimir sus posibilidades.
En un panorama de incertidumbre econ¨®mica, el consumidor es m¨¢s rey que nunca. Porque al final, el consumidor, tr¨¢tese del que va a la fruter¨ªa o el que lleva un m¨®vil, es el mismo y busca lo mismo: el mejor servicio al menor precio posible. M¨¢s que de las novedades tecnol¨®gicas, el futuro del m¨®vil depende de satisfacer lo b¨¢sico.
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