Rodin medita a los pies del Prado
La plaza del CaixaForum acoge la escultura m¨¢s famosa del artista, 'El pensador', y las seis piezas que componen el grupo 'Los burgueses de Calais'
Originalmente, iba a ser una peque?a pieza de 71 cent¨ªmetros. Una figura de Dante que meditaba sobre el desarrollo de su Divina comedia. En 1880, el escultor Auguste Rodin recibi¨® el encargo de realizar una puerta para el Museo de Artes Decorativas de Par¨ªs y decidi¨® inspirarse en el poema. El proyecto, La puerta del infierno, nunca lleg¨® a materializarse en vida del artista. Pero esa peque?a escultura, llamada en un principio El poeta, adquiri¨® vida propia hasta convertirse en El pensador, la obra m¨¢s conocida de Rodin.
Desde ayer, uno de los 12 pensadores originales que se fundieron, el que se coloc¨® en la tumba del artista en el cementerio de Meudon cuando ¨¦ste muri¨® en 1917, puede admirarse en la plaza que da acceso al edificio del CaixaForum en el paseo del Prado. La pieza est¨¢ acompa?ada por las seis esculturas del grupo Los burgueses de Calais, el otro gran encargo que recibi¨® Rodin en 1884.
El propio escultor explicaba en 1904 c¨®mo evolucion¨® el proyecto que culmin¨® en El pensador: "En d¨ªas ya lejanos ideaba La puerta del infierno. Frente a la puerta, sentado en una roca, Dante, absorto en una meditaci¨®n profunda, conceb¨ªa el plan de su poema. Detr¨¢s de ¨¦l est¨¢n Ugolino, Francesca, Paolo, todos los personajes de la Divina comedia". Cuando el proyecto se malogr¨® -la puerta no se fundi¨® hasta 1926-, el artista pens¨® que ese Dante, separado del conjunto, no ten¨ªa sentido: "Siguiendo mi primera inspiraci¨®n, ide¨¦ otro pensador, un hombre desnudo, sentado sobre una roca y retorciendo los pies. Con el pu?o contra los dientes, est¨¢ pensando. El pensamiento fecundo se elabora lentamente en su cerebro. No es en absoluto un so?ador, es un creador. Hice mi propia estatua". H¨¦l¨¨ne Marraud, comisaria de la exposici¨®n, resume la imponencia de un cuerpo en tensi¨®n que "parece haberse convertido en cerebro".
Rodin explor¨® esa misma contundencia expresiva en Los burgueses de Calais, inspirados en un episodio de la Guerra de los Cien A?os: en 1347, el rey ingl¨¦s Eduardo III siti¨® la ciudad y acept¨® no destruirla si seis notables se entregaban a ¨¦l con una soga al cuello. Rodin plasm¨® la desesperanza en el gesto de los seis h¨¦roes: Jean d'Aire, Jean de Fiennes, Andrieu d'Andres, Pierre de Wissant y Jacques de Wissant. Los dos primeros est¨¢n desnudos. "Rodin trabajaba siempre al estilo cl¨¢sico: primero realizaba las esculturas desnudas y luego las vest¨ªa", explicaba ayer durante la presentaci¨®n de la muestra Aline Magnien, conservadora jefe del Museo Rodin de Par¨ªs, depositario de todas las piezas. A diferencia de El pensador, alzado en un pedestal, los burgueses est¨¢n plantados a ras de suelo. "Esta presentaci¨®n es la que deseaba Rodin para que el p¨²blico pudiera meterse entre las figuras y compartir su sentimiento de desesperaci¨®n", explic¨® Magnien.
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