La izquierda 'abertzale' centra su acoso en la campa?a del PNV
La seguridad limita a los candidatos nacionalistas el contacto a pie de calle
Por la puerta de atr¨¢s. As¨ª debi¨® sacar el PNV a sus candidatos y cargos m¨¢s conocidos del cine Coliseo de Eibar donde celebr¨® ayer su acto principal de campa?a, con el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, y el presidente del partido, ??igo Urkullu. Por la puerta trasera los sacaron sus escoltas, lo mismo que al portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka. Delante, una treintena de miembros de la izquierda abertzale coreaba esl¨®ganes e insultos, contenidos en la acera de enfrente por un cord¨®n de efectivos de la Ertzaintza pertrechados por material antidisturbios.
El temor a incidentes provocados por los partidarios de las candidaturas en los actos de campa?a del PNV est¨¢ obligando a este partido a intentar blindarse, reforzando sus medidas de seguridad preventiva frente a ellos: el alejamiento del contacto con la gente en la calle, que ya tienen cortocircuitado hace a?os los partidos no nacionalistas.
Los asistentes a un acto de Ibarretxe salieron por la puerta de atr¨¢s
El acoso en el pasado, centrado fundamentalmente en el PSE y el PP, ha ido in crescendo para el PNV, hasta que en esta campa?a se ha convertido en el objetivo primordial de los actos de protesta, provocaci¨®n e intentos de boicoteo cuajados de insultos -fascistas, espa?oles, peseteros- que protagonizan los miembros de las candidaturas anuladas por el Tribunal Supremo. No han faltado en ninguno de los actos electorales de cierta entidad del PNV, desde Azpeitia a Ond¨¢rroa, de Bilbao a Eibar, donde algunos se hab¨ªan colado en el interior del cine. Se fueron nada m¨¢s ser detectados e invitados a salir.
Hay otros episodios que no se conocen, padecidos por militantes del partido en situaciones cotidianas, que no se airean para no aumentar la preocupaci¨®n. Uno de ellos tuvo lugar en Lekeitio la noche del jueves, cuando un militante del PNV que conduc¨ªa su coche se vio obligado a parar en un paso de cebra por un joven que cruzaba para verse sorprendido de inmediato por siete encapuchados que no lograron consumar la agresi¨®n por la llegada de otro veh¨ªculo. Ayer estaba previsto all¨ª un acto que se suprimi¨®, seg¨²n explicaciones de cargos del partido, por coincidir con la celebraci¨®n del X aniversario del Palacio Euskalduna de Bilbao.
La campa?a de 2009 no se parece en nada a las de 2001 y 2005. La seguridad inmediata y perif¨¦rica que rodea ahora a los candidatos y cargos del PNV que la sostienen es significativamente mayor, en escoltas, en patrullas y en efectivos de la brigada m¨®vil.
Las sedes del PNV son el objetivo principal tambi¨¦n de los atentados con explosivos o asaltos vand¨¢licos, el ¨²ltimo de ellos la madrugada de ayer contra un batzoki en Baracaldo.
El PSE y el PP est¨¢n sufriendo en menor medida esta vez la furia de los radicales, que tiene con ellos una dificultad a?adida de antemano, por la intensa seguridad que ya acompa?a desde hace muchos a?os a sus cargos, y con los que la izquierda abertzale no es fronteriza en t¨¦rminos electorales. Las im¨¢genes que proporciona a los radicales su confrontaci¨®n con el PNV, mediando la intervenci¨®n de los uniformes de la polic¨ªa vasca, son el mejor cortafuegos que pueden establecer frente a la tentaci¨®n del voto ¨²til a Ibarretxe, al parecer escasa ya de por s¨ª, seg¨²n los especialistas electorales del partido. Mostrarle como el jefe ¨²ltimo de la polic¨ªa que cumple las ¨®rdenes del juez Baltasar Garz¨®n, dispersando, cacheando o identificando, las manos contra pared, a las v¨ªctimas de su prohibici¨®n, es la mejor forma de disuadir a la parte m¨¢s desencantada de la izquierda abertzale o a la que, movida por intereses econ¨®micos ligados a las subvenciones p¨²blicas, puede estar m¨¢s motivada para, desde el secreto de la urna, cortar el paso a un lehendakari no nacionalista votando a Ibarretxe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.