Bastante m¨¢s que un teatro

Est¨¢ costando -lleva cuatro a?os y medio en obras, cuando la idea inicial es que durasen s¨®lo dos-, pero merece la pena. La remodelaci¨®n del Teatro Campos, en el centro de Bilbao, le convertir¨¢ en una instalaci¨®n multiusos: junto a la actividad propiamente teatral, en un futuro acoger¨¢ espect¨¢culos musicales, nuevas tecnolog¨ªas, ser¨¢ un vivero de nuevos creadores, albergar¨¢ la sede de la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE) para la zona norte e incluso servir¨¢ de lugar de encuentro para los bilba¨ªnos.

Todav¨ªa repleto de andamios, techos inundados de cables y paredes con el ladrillo a la vista, s¨ª se puede apreciar lo que ser¨¢ en unos meses el renovado Campos. Por ejemplo, el escenario principal, la bombonera, con butacas escamoteables que pueden dejar di¨¢fana toda la superficie: la de los actores y el p¨²blico. Y tambi¨¦n se puede disfrutar ya de las espectaculares barandillas (talladas con siluetas humanas, animales y vegetales) de los palcos del anfiteatro. El Ayuntamiento y la SGAE, que gestionar¨¢ la instalaci¨®n, presentaron ayer la marcha de las obras, que, si no hay contratiempos, acabar¨¢n a finales de a?o. La inauguraci¨®n se calcula para principios de 2010.

El trabajo ha sido minucioso, al ser un edificio catalogado como monumento por el Gobierno vasco. Se ha aprovechado para incrementar su superficie (de 5.000 a 7.300 metros cuadrados) y aumentar las plantas a siete (dos m¨¢s, adem¨¢s de una nueva bajo el nivel de la calle). "Ha sido laborioso. Hab¨ªa zonas muy deterioradas", se?alaban ayer los t¨¦cnicos de la constructora Olabarri y la fundaci¨®n Labein. En algunos lugares ha habido que dar hasta 15 manos de pintura.

El aforo se sit¨²a en 800 personas, ampliable a 1.500 con los asientos plegados. "En seis minutos pueden desaparecer todas las butacas", destac¨® Eduardo Bautista, presidente de la SGAE. En la planta superior se ubicar¨¢n las aulas de formaci¨®n, de grabaci¨®n musical (cualquier autor podr¨¢ grabar sus temas) y una sala polivalente para cine-club o conciertos. A todo ello se sumar¨¢ una zona de encuentro ciudadano, de acceso abierto, con cafeter¨ªa y restaurante.

"Queremos que sea un espacio comprometido con la diversidad cultural", explic¨® Bautista, quien asegur¨® que servir¨¢ para promocionar a los creadores -"que puedan presentar aqu¨ª sus propuestas y dar luego el salto"-, pero tambi¨¦n para comprometer a la ciudadan¨ªa con la cultura. El alcalde, I?aki Azkuna, prev¨¦ que ser¨¢ un ¨¦xito, aunque recalc¨® que todo el proyecto ha resultado "complicad¨ªsimo".