El Carnaval llega a Cibeles

La segunda jornada de desfiles en Cibeles Madrid Fashion Week arroj¨® un buen pu?ado de ideas disparatadas para el pr¨®ximo oto?o: un paraguas en la cabeza (Agatha Ruiz de la Prada), un vestido de noche que deja las nalgas al descubierto (Jes¨²s del Pozo), un jersey aderezado con una gran cabeza de caballo de punto azul (Francis Montesinos) o un top-caracola que inmoviliza un brazo (Amaya Arzuaga). Si, por alg¨²n motivo, los dise?adores hab¨ªan decidido celebrar ayer su particular Carnaval en el recinto ferial de Ifema, nadie tuvo la delicadeza de advertirnos al resto.

Hay que reconocer que nadie se emple¨® con tanto ah¨ªnco en lo circense como Francis Montesinos, que decidi¨® homenajear al surrealismo dado que se cumplen 20 a?os de la muerte de Salvador Dal¨ª. Ante un p¨²blico entusiasta (liderado por la mayor concentraci¨®n de famosos del d¨ªa: El Gran Wyoming, Carmen Alborch, Miguel Bos¨¦ o Ramonc¨ªn), Montesinos orquest¨® un histri¨®nico espect¨¢culo de moda, danza y sexo. Desde la emplumada vedette inicial (mitad gallina, mitad pavo real) hasta los bailarines en calzoncillos con penachos negros de gasa y plumas reptando sobre skateboards, pero sin olvidarse de la ropa (un ch¨¢ndal con falda midi cuyo estampado emula el vaquero roto), todo fue un delirio.

Los dise?adores est¨¢n hechos un l¨ªo ante la terrible coyuntura actual

La moda no coge vuelo y altura por restregarse contra elevados referentes, sino por la creaci¨®n en s¨ª misma. Por eso resulta sonrojante que las notas del programa de Agatha Ruiz de la Prada aseguren que "no es dif¨ªcil encontrar pinceladas de sus artistas m¨¢s queridos en tejidos y dise?os de esta colecci¨®n". Citar a Jackson Pollock o Piet Mondrian no hace mejores sus toscos vestidos de algod¨®n. En todo caso, a Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, le gust¨® lo que vio en su segundo y ¨²ltimo desfile del d¨ªa. "Me encantan los zapatos", exclam¨® ante unas plataformas naranjas que servir¨ªan de maniobra de distracci¨®n en una comisi¨®n de investigaci¨®n cualquiera.

Resulta muy socorrido eso de que la adversidad estimula la creatividad, pero es forzoso admitir que los dise?adores, como todos, est¨¢n hechos un l¨ªo ante la terrible coyuntura que vivimos. Se nota en la proliferaci¨®n de torsiones, ondulaciones, nudos, fruncidos y trenzados. Voluntad quebrada y sinuosa que re¨²ne colecciones tan dispares como las de Amaya Arzuaga, Devota &Lomba, Victorio y Lucchino o Jes¨²s del Pozo. Arzuaga tuvo la ejecuci¨®n m¨¢s original con una marejada de fieltros, pelo y pailletes obstinadamente poco realista y piezas que calific¨® de "armaduras blandas".

El punto de partida de Miguel Palacio tambi¨¦n tiene que ver con esa necesidad colectiva de protegerse ante la dificultad, pero su gusto por lo coqueto le conduce por otros derroteros. La investigaci¨®n de vol¨²menes en mangas y espaldas se traduce en prendas envolventes, a menudo realizadas con una sola pieza, sin costuras. "Yo siempre voy al rev¨¦s", admite. "Cuando todos disfrutaban de las vacas gordas, yo estaba en crisis. En cambio, ahora me preparo para mi mejor momento". Gracias a la inversi¨®n de Caja Madrid, Palacio est¨¢ inmerso en un plan de expansi¨®n a escala de su peque?a empresa: anoche present¨® una colecci¨®n de accesorios y espera abrir su primera tienda propia en julio o septiembre en Madrid. Junto a ?ngel Schlesser, defiende la existencia de un universo paralelo donde todav¨ªa tenemos paciencia para lazos y vestidos de c¨®ctel.

"La crisis la notamos todos, obviamente. ?Acaso t¨² no?", preguntaba Jos¨¦ Luis Medina, la mitad de Victorio y Lucchino, tras presentar su colecci¨®n, menos barroca de lo habitual. Pero la recesi¨®n no ha afectado al presupuesto de la mayor edici¨®n de la historia de la pasarela madrile?a. "?ste es un Cibeles XXL", bromea su directora Leonor P¨¦rez-Pita. El evento cuesta alrededor de 3,2 millones de euros, una cifra parecida a la del pasado septiembre, cuando se pas¨® de 5.400 metros cuadrados a 14.000 y s¨ª hubo un notable estir¨®n presupuestario (alrededor del 13%).

Unos 700.000 euros proceden de patrocinadores que pueblan el Cibelespacio (marcas como HP, Nokia o L'Or¨¦al) y P¨¦rezPita sostiene que este a?o no ha sido m¨¢s dif¨ªcil conseguirlos, aunque el dinero se ha alargado m¨¢s para dar cobijo a 55 dise?adores en 45 desfiles (en septiembre fueron 52 firmas y 40 presentaciones). Viendo el ambiente de Carnaval sobre la pasarela cabr¨ªa preguntarse cu¨¢nto favorece a la creaci¨®n de una industria relevante de moda esta burbuja subvencionada.