El Getafe, rey del empate

Da igual que camine o se arrastre, est¨¦ sobresaliente o desaparecido en combate. Pocos clubes escapan al efecto intimidatorio que Fernando Llorente provoca en los jerarcas de cualquier defensa. Y, claro, la del Getafe no iba a ser la excepci¨®n. El duelo del delantero del Athletic con Cata D¨ªaz fue delicioso, con el central argentino llamando al orden a una zaga que flojeaba a cada arremetida del pistolero navarro, que marc¨® un gol tras una asistencia con el pecho de Ion V¨¦lez, provoc¨® un penalti y fall¨® un cabezazo a bocajarro que ¨¦l mismo empez¨® a celebrar. En fin, que lo hizo todo. H¨¦roe y villano, Llorente fue el gran protagonista de la tarde con la excepci¨®n de Jacobo, que ley¨® la mente de Iraola en la pena m¨¢xima que el gigante rojiblanco se sac¨® de la chistera simulando un codazo de Mario.

Aunque ha perdido el brillo de hace un mes, cuando remontaba un partido tras otro apelando al f¨ªsico, el coraz¨®n, la adrenalina y esas cosas tan recurrentes del pundonor, el cuadro de Joaqu¨ªn Caparr¨®s dispuso de las mejores oportunidades. Mientras el Getafe atac¨® sin orden ni concierto y s¨®lo dispuso de la pegada de Soldado, que cabece¨® un env¨ªo de Casquero, la escuadra bilba¨ªna fue m¨¢s selectiva en sus aproximaciones. En todas hac¨ªa pupa y en todas le com¨ªa la moral al grupo de V¨ªctor Mu?oz, que sigue con el freno de mano.

Result¨®n contra los grandes como han podido comprobar Barcelona, Madrid y Atl¨¦tico, el equipo azul¨®n pierde la magia cuando le toca coger la sart¨¦n por el mango. A los jugadores se les sigue atragantando el discurso conservador de su t¨¦cnico. Con ¨¦l, ya no quiere mandar el Getafe. S¨®lo quiere contragolpear, pese a que los resultados no le terminen de dar la raz¨®n. Con una ¨²nica victoria en los ¨²ltimos nueve partidos, el conjunto madrile?o suma diez empates, los ¨²ltimos cuatro seguidos. Un premio muy escaso cuando los equipos enfangados en el descenso a Segunda siguen acortando distancias y ya est¨¢n a cuatro puntos.