El antih¨¦roe
Xavi regresa al escaparate como el mejor futbolista europeo y desde el s¨¢bado como el segundo con m¨¢s partidos en el Bar?a
Al igual que a Eto'o, Messi o Iniesta, a Xavi tambi¨¦n le ofrecieron el pasado verano un viaje de ida y vuelta a Uzbekist¨¢n por 300.000 euros. Hab¨ªa que llegar a Tashkent, poner buena cara, firmar unos cuantos aut¨®grafos, participar en un clinic r¨¢pido y sencillo y hasta la pr¨®xima si ustedes quieren, que, por m¨ª, encantado. La operaci¨®n perfecta para un deportista: c¨®moda, rentable y fuera del horario laboral. Los intermediarios lo llaman dinero f¨¢cil. A Xavi, sin embargo, no hubo manera de moverle, ni siquiera cuando su condici¨®n de mejor jugador de la Eurocopa invitaba a promocionarse por el mundo y defender un estatus que en el Barcelona a¨²n se discut¨ªa. Despu¨¦s de las comparaciones con Guardiola e Iniesta, ahora le tocaba medirse medi¨¢ticamente con el a?orado Cesc.
Es ese chico capaz de compartir cuarto con la abuela para contentar a su hermana
Fuerte de cabeza, duerme a pierna suelta. Es competitivo, obstinado e intuitivo
Xavi prefiri¨® perderse con su novia por el mar y continuar con sus clases de patr¨®n de barco, almorzar con mam¨¢ alrededor de su plato de macarrones favorito, hablar del Bar?a con pap¨¢ y hermanos, divertirse con la pe?a y conversar con un amigo ¨ªntimo como Edu Polo sobre la ¨²ltima alineaci¨®n que present¨® el Oviedo cuando jugaba contra el Bar?a: "Te apuesto que se sabe hasta el nombre de al menos seis internacionales japoneses". Xavi se siente dichoso con su familia y el f¨²tbol le devuelve a la infancia. As¨ª se explicar¨ªa que prefiera los ¨¢lbumes de cromos a la play y haya aceptado ser el protagonista de un anuncio de Ato simplemente por ser la leche que toma desde peque?o. "Igual colaborar¨ªa con alg¨²n amigo como ha hecho Fernando Torres", responde cuando se le pregunta por una campa?a publicitaria de su agrado.
"Nunca not¨¦ presi¨®n alguna con la pelota en los pies", recuerda, "mientras que con un micr¨®fono en la mano me siento como un flan". Joaqu¨ªn Hern¨¢ndez, su padre, recuerda que Xavi juega en el Camp Nou igual que cuando peloteaba en la Pla?a del Progr¨¦s, de Terrassa, y se olvidaba de ir a por el pan antes de regresar a casa o de la misma manera que compet¨ªa en la playa de Torredembarra con muchachos que le sacaban dos palmos y nunca consegu¨ªan quitarle el bal¨®n cuando se aven¨ªan a jugar. Ya en el Camp Nou, desde 1991, siempre form¨® con ni?os un a?o mayores. A fin de cuentas, el secreto de su f¨²tbol nunca estuvo en su f¨ªsico, sino que su peque?a carrocer¨ªa le ayud¨® a mejorar su rapidez mental. Hu¨ªa de las montoneras, tomaba distancia para entender el juego y, despu¨¦s de una pausa, cambiaba las reglas del encuentro.
Xavi no asegura la victoria, sino que genera las mejores condiciones para que el partido lo gane el que mejor juegue. Oriol Tort, el profesor del f¨²tbol base, dec¨ªa que alrededor de Xavi el equipo funcionaba como un reloj, igual de preciso y tambi¨¦n de mon¨®tono para quienes piden que el juego tenga picos y prefieren el ruido al silencio, la publicidad al anonimato, o simplemente afirman que a veces conviene cambiar de marcha. La esencia de su f¨²tbol consiste en saber conservar el cuero hasta filtrar el pase, circunstancia que no s¨®lo depende de su vista panor¨¢mica y juego de orientaci¨®n excelentes, sino tambi¨¦n de los desmarques y las aperturas de los delanteros. Afirma Xavi: "Yo soy el socio de todos". Jugador de equipo por excelencia, huye del culto individual, del populismo de la grada y del peloteo con la prensa.
Hubo un tiempo incluso en que no s¨®lo se le ten¨ªa por un jugador prescindible, sino que se le se?alaba como si fuera el c¨¢ncer del Bar?a -as¨ª lo recuerdan sus allegados-, m¨¢s que nada porque se preguntaba de qu¨¦ val¨ªa saber guardar el bal¨®n mejor que nadie si no se llegaba a ning¨²n sitio. Le ten¨ªan por un volante muy plano y, sin embargo, cuantos entrenadores desfilaban le pon¨ªan de titular. Han sido los t¨¦cnicos quienes han denunciado el desd¨¦n con el que se le ha tratado en el Bar?a cuando le nombraron el mejor jugador de la Eurocopa. Y, una vez coronado, le llueven los premios, como si los periodistas hubi¨¦ramos ca¨ªdo en la cuenta de que reconocer a Xavi no s¨®lo no era pecado, sino que era justo y necesario, un acto muy futbol¨ªstico.
El triunfo de Xavi en el Bar?a s¨®lo ha llegado despu¨¦s de ser reconocido como un futbolista de impacto mundial en el extranjero, el m¨¢s creativo de 2008 seg¨²n la Federaci¨®n Internacional de Historia y Estad¨ªstica del F¨²tbol, un t¨ªtulo que le emparenta con Zidane. Ya ocurri¨® despu¨¦s del Mundial sub 20 de 1999, cuando el Milan le ofrec¨ªa 250 millones de pesetas anuales, frente a los 40 brutos que percib¨ªa en el Bar?a, y hab¨ªa dado incluso poderes a su padre y agente para firmar el contrato -"soy tan cul¨¦ que decid¨ª que no me ir¨ªa en la vida hasta conseguir ser titular en mi equipo", afirma mientras recuerda el apoyo que recibi¨® de mam¨¢ para no salir de casa-. Y ha vuelto a pasar ahora, despu¨¦s de la Eurocopa, cuando ha firmado una renovaci¨®n hasta 2014 tras deso¨ªr el inter¨¦s de la Premier y el calcio.
Quienes bien le quieren recuerdan incluso que Vialli le dedic¨® un marcaje al hombre, la del bruto Morris, en la eliminatoria de la Champions que en 2000 le enfrent¨® al Chelsea. Ahora es Preciado, el entrenador del Sporting, quien comenta su fascinaci¨®n por Xavi: "Nos podr¨ªa ense?ar mucho a todos. Personifica el elogio a la sencillez. Mueve con sencillez un equipo como el Bar?a o la selecci¨®n espa?ola". Valdano le tiene incluso por "el jugador m¨¢s inteligente del mundo". Los m¨¢s veteranos del vestuario recuerdan todav¨ªa la llamada del Longaniza Pellegrino despu¨¦s de que un gol de Xavi sobre la l¨ªnea de meta salvara la cabeza de Van Gaal en Valladolid en la jornada 15? de la temporada 1998-99: "?Ganamos, mam¨¢!, pero el rancho ard¨ªa por los cuatro costados. Hasta que se arrim¨® Xavi a la porter¨ªa contraria".
Xavi se arrim¨® de verdad cuando lleg¨® Rijkaard y le invit¨® a salir de la posici¨®n de 4, a olvidarse de Guardiola para ejercer de 8 con Iniesta de 10 o de extremo: "T¨² ponte delante, toma el bal¨®n, g¨ªrate con el control y ser¨¢s el mejor". En vez de recular como la mayor¨ªa, el paso al frente le convirti¨® en un futbolista capital en la selecci¨®n y en el Bar?a, que pas¨® a actuar en cancha ajena con un juego de presi¨®n excelente. Xavi dej¨® de ser un medio de acompa?amiento, poco solemne, para convertirse en un volante determinante por su movilidad, llegada, tiro y capacidad para eliminar l¨ªneas de pase con su toque sutil. Nadie interpreta mejor la m¨¢xima de Guardiola: "El f¨²tbol se ordena alrededor de la pelota". Xavi es en el Bar?a m¨¢s o menos lo mismo que Scholes en el United.
Muy t¨¦cnico, especialmente t¨¢ctico, siempre discreto, no elude tampoco sus responsabilidades como segundo capit¨¢n. Ya fue en su d¨ªa con Puyol donde Laporta para advertirle de que las cosas no iban bien, pero el presidente no les hizo caso, ensimismado como estaba, al igual que Ronaldinho y Rijkaard. Ahora Xavi y Puyol le han recordado a Eto'o que si sigue es por sus compa?eros y que al equipo no le conviene ning¨²n debate contractual. Tanto en el club como en casa siempre fue un chico pol¨ªticamente correcto, buen estudiante, capaz de compartir un tiempo habitaci¨®n con la abuela para que su hermana tuviera m¨¢s autonom¨ªa, de ponerle Xut a su perro, siempre dispuesto a jugar al p¨¢del o al futbol¨ªn o ir a por setas cuando es el tiempo. Todo muy natural, tan sencillo como su nombre, simplemente Xavi. No hay otro en el mundo del f¨²tbol.
Tiene apego a la familia y a la gente corriente; su manager es Iv¨¢n Corretja, un tipo serio, poco dado al mercadeo, capaz de sacarle un buen contrato con paciencia: hoy es el cuarto mejor pagado del plantel; se siente a gusto con futbolistas como Jorquera, igual que antes andaba con Gabri, Zenden, Cocu o Saviola, y no precisa ning¨²n coche especial, sino que durante a?os viaj¨® en tren. Fuerte mentalmente, duerme a pierna suelta. Es constante, competitivo, obstinado e intuitivo: "Mi cuerpo peque?o me obliga a extremar la intuici¨®n, adelantarme a lo que va a pasar, ser r¨¢pido de salida, veloz en mis movimientos, eficaz en los apoyos, dar ritmo a la pelota y fluidez al juego. Yo, sin mis compa?eros, no soy nadie". Le llaman el m¨¢quina no por su rutina, sino por su amor al oficio. Y, sobre todo, le tienen por un tipo honrado.
Rijkaard le pregunt¨® antes de la final de Par¨ªs si quer¨ªa jugar despu¨¦s de haberse recuperado de una grave lesi¨®n de ligamentos, pr¨¢cticamente la ¨²nica de su carrera, y Xavi respondi¨®: "No estoy preparado para un encuentro tan importante". No quiso enga?arle aun cuando era el partido que hab¨ªa aguardado toda su vida. A nadie le extra?a que ahora, a sus 29 a?os (Terrassa, 1980), despu¨¦s de convertirse el s¨¢bado en el segundo jugador que m¨¢s partidos ha disputado con el Bar?a (453, uno m¨¢s que Rexach y 96 menos que Migueli) desde su deb¨², el 18 de agosto de 1998 en la Supercopa contra el Mallorca, diga que le gustar¨ªa ganar la Champions, escaparate europeo al que regresa ma?ana ante el Lyon. Quiz¨¢ as¨ª se entiende que chillara "?viva Espa?a!" tras tomar unas cervezas despu¨¦s de ganar la Eurocopa. Futbolista de club, siempre se sinti¨® querido en la selecci¨®n.
Fue el pasado verano, en Viena, cuando el f¨²tbol repar¨® en la importancia de un antih¨¦roe llamado Xavi. Nunca se le hab¨ªa discutido como jugador, sino como representante de un estilo que parec¨ªa caducado. Hab¨ªa perdido la batalla de la propaganda. Hoy es el mejor sin necesidad de haber posado para un anuncio.
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