'Los Garc¨ªa' y los mont¨ªculos de cal
"Vi un trozo de valla, una barra de acero, volando como una jabalina y clav¨¢ndose en el centro del campo", recuerda Rafael Garc¨ªa Cort¨¦s. El central del Madrid de Los Garc¨ªa registr¨® las escenas de caos y violencia con felicidad. Aquellos hinchas del Inter que se rebelaban contra la eliminaci¨®n, tras la semifinal de San Siro, descargaban su violencia porque sab¨ªan que no estar¨ªan en Par¨ªs disput¨¢ndole al Liverpool la final de la Copa de Europa de 1981. Ah¨ª fue el Madrid, a jugar su primer y ¨²ltimo partido oficial contra el Liverpool.
Despu¨¦s de 15 a?os sin participar en una final del torneo que hab¨ªa definido su historia, el acontecimiento se vivi¨® como un gran triunfo por el equipo. Como recuerda Vicente del Bosque, medio centro de aquel Madrid: "Alcanzar la final fue un ¨¦xito".
LIVERPOOL 1 REAL MADRID 0
Liverpool: Clemence; Neal, Thompson, Hansen, A. Kennedy; Lee, McDermott, Souness, R. Kennedy; Dalglish (Case, m. 87) y Johnson.
Real Madrid: Agust¨ªn; Cort¨¦s (Pineda, m. 87), Navajas, Sabido, Camacho; ?ngel, Del Bosque, Stielike; Juanito, Santillana y Cunningham.
Gol: 1-0. M. 82. Dalglish saca de banda para Alan Kennedy, que se interna por el ¨¢rea y bate a Agust¨ªn por el palo corto.
?rbitro: Karoly Palotai (Hungr¨ªa). Amonest¨® a R. Kennedy y a Stielike.
25 de mayo de 1981. Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs: 48.360 espectadores.
La satisfacci¨®n del deber cumplido no reprime un rastro de amargura en el tono de voz de los veteranos. Del Bosque se esfuerza por recordar el partido: "Me sal¨ª de mi zona para marcar a Ray Kennedy. Era un jugador elegante, t¨¦cnico, un poco lento. Le segu¨ª hasta la banda. Hizo un saque. El bal¨®n lo recibi¨® Alan Kennedy, el otro Kennedy. Seguramente, el m¨¢s an¨®nimo de los futbolistas del Liverpool".
El bal¨®n pas¨® de un Kennedy a otro. De las manos de Ray al pecho de Alan. Bot¨® en la l¨ªnea del ¨¢rea y Garc¨ªa Cort¨¦s meti¨® la pierna izquierda como una guada?a. Kennedy pens¨® que le hac¨ªan falta mientras consegu¨ªa hacerse con la pelota. "No fue as¨ª", explica Garc¨ªa Cort¨¦s; "intent¨¦ despejar. Lo que ocurre es que el problema vino de las rayas del campo. Eran mont¨ªculos de cal. All¨ª hab¨ªan jugado un partido de rugby y estaba lleno de rayas tapadas y de mont¨ªculos. Agust¨ªn me cont¨® luego que se pas¨® el primer tiempo aplanando los mont¨ªculos del ¨¢rea para evitar extra?os. Creo que el bal¨®n cogi¨® un efecto raro por un bote defectuoso. Yo estaba haci¨¦ndole marcaje personal a Dalglish, que no hizo nada en todo el partido. En la jugada del gol, dej¨¦ a Dalglish y fui a por Kennedy, que era el peligro inminente. Y lo que ocurri¨® no me hab¨ªa pasado en la vida".
"Quise darle al bal¨®n", aclara Garc¨ªa Cort¨¦s; "si le hubiera querido dar al jugador, le habr¨ªa metido un meneo". Garc¨ªa Cort¨¦s, como Del Bosque o Camacho, acab¨® el partido satisfecho. Hab¨ªan conseguido que un Madrid b¨¢sicamente compuesto de canteranos mantuviera el tipo ante uno de los equipos que m¨¢s t¨ªtulos han ganado en la historia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.