"El arte unido a la belleza es una curaci¨®n"
A Elena del Rivero le entusiasma la idea de una entrevista que gire en torno a la comida. Buena parte de la obra de esta artista valenciana -aunque neoyorquina de adopci¨®n desde 1992- da vueltas a la idea de la casa, el hogar, la cocina, lo femenino, la madre. Pregunta curiosa al camarero si la r¨²cola es de hoja ancha o estrecha mientras cuenta que en sus ¨²ltimas obras la pieza clave es un gran trapo de cocina de dos metros, realizado en papel de abac¨¢ y dorado con pan de oro: "Lo que he querido es situar lo dom¨¦stico en el rango de la espiritualidad: un hombre o una mujer que cocinan y re¨²nen gente en torno a una comida o una copa de vino crean un momento que tiene algo de sagrado. Y no tiene nada que ver con lo religioso".
La artista afincada en Nueva York usa el papel como soporte art¨ªstico
Del Rivero mezcla en su obra (que puede verse en la galer¨ªa madrile?a de Elvira Gonz¨¢lez) lo conceptual con la artesan¨ªa y, casi siempre, con alguna referencia literaria. Por ejemplo, en los noventa escribi¨® 3.000 Cartas a la madre, dibujos sobre papel sobre los que, a veces, bordaba; m¨¢s tarde, en la instalaci¨®n La perfecta casada, cosi¨® con perlas las p¨¢ginas de la obra de Fray Luis de Le¨®n hasta completar una especie de cola de novia de 19 metros sobre la que ca¨ªa una cascada de tul. Tambi¨¦n se ha fotografiado con Duchamp jugando al ajedrez o reinterpretando Las hilanderas de Vel¨¢zquez.
La conversaci¨®n con Del Rivero salta de Madrid a Nueva York sin soluci¨®n de continuidad. Sus frases empiezan en ingl¨¦s y acaban es espa?ol. Mientras se acaba la ensalada de r¨²cola -que al final era de hoja estrecha- recuerda c¨®mo se vivi¨® el triunfo de Barack Obama en la ciudad m¨¢s dem¨®crata de Estados Unidos, con permiso de Los ?ngeles: "Estaba viendo los resultados en casa de unos amigos, en Soho, y, cuando sali¨® California para Obama, desde todas las ventanas se oy¨® un clamor, como cuando en Espa?a celebran un gol. Nos pusimos a llorar". De la victoria, dice, a la esperanza que ha nacido en muchos estadounidenses: "En lugar de s¨ªndrome de Estocolmo tenemos s¨ªndrome de Obama. Sin ¨¦l, no saldremos de esta depresi¨®n terrible".
Durante el segundo plato, unos saccotini de boletus, Del Rivero habla del significado profundo de otras obras suyas, las Heridas, papeles rasgados que ella ha suturado con hilo dorados. "Es como si el papel fuera una extensi¨®n de mi piel. Son las rasgaduras de mi vida. Pero lo que me interesaba era el proceso de curaci¨®n, el hilo que cura las heridas. Luego est¨¢ la transformaci¨®n del papel en oro, esa especie de alquimia que es para m¨ª el arte unido a la belleza: una curaci¨®n". Son obras como pu?etazos, pero su autora insiste en que no quiere provocar dolor, sino la sensaci¨®n de que uno puede asomarse al abismo y pensar que puede volar.
En su caso, la curaci¨®n lleg¨® siete a?os despu¨¦s del 11-S, el tiempo que dicen los psiquiatras que tarda en superarse un trauma grave. La tragedia se le meti¨® literalmente en casa -por entonces viv¨ªa en el 125 de Cedar Street, justo enfrente de las Torres Gemelas- y su mundo se vino abajo: "Me qued¨¦ tan vac¨ªa que no sab¨ªa si podr¨ªa volver a ser artista".
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