La ira de un hijo contra su padre
Un hombre juzgado por matar a su mujer, agredido por su primog¨¦nito
Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, un joven de Santa Elena (Ja¨¦n), estuvo en estado cr¨ªtico despu¨¦s de que su padre, Jos¨¦ Mart¨ªnez Gir¨®n, le disparara en el abdomen. El agresor, presuntamente, acababa de matar a su esposa, Mar¨ªa Josefa Mart¨ªn, de 41 a?os, y m¨¢s tarde intent¨® hacer lo mismo con su otra hija al arrojarla por el balc¨®n. Este suceso ocurri¨® el 7 de mayo de 2007 y ayer, padre e hijos, volvieron a verse en el juicio en la Audiencia Provincial de Ja¨¦n.
Cuando llegaba el acusado, Jos¨¦ Luis descarg¨® toda la ira contra su padre. Se abalanz¨® sobre ¨¦l y, pese a la custodia policial, le agredi¨®. "Esta persona est¨¢ muerta para mi", declar¨® luego.
Los dos hijos declararon contra su padre separados por un biombo. Describieron al acusado como una persona dominante, con una fuerte adicci¨®n a la bebida, al que no le importaba humillarlos en p¨²blico y muy celosa. "Mi madre ten¨ªa mucho valor humano y no lo pudo demostrar porque ¨¦l no la dej¨®", dijo Jos¨¦ Luis. Los hermanos piensan que el padre ten¨ªa "premeditado" el asesinato de su mujer.
El acusado reconoci¨® los hechos, aunque precis¨® que s¨®lo ten¨ªa intenci¨®n de darles "un susto gordo". Se?al¨® que, tras haber discutido con su esposa esa ma?ana, se march¨® a un bar, donde estuvo hasta que lo cerraron, y m¨¢s tarde se fue a un pub. "Beb¨ª todo el d¨ªa", dijo. "Quise jugar con fuego y desgraciadamente acab¨¦ quem¨¢ndome", reconoci¨®. Y, entre contradicciones y un gran nerviosismo, agreg¨®: "Algo debi¨® pasar, tuvo que haber un forcejeo o un mal movimiento para que se disparase, ya que s¨®lo quer¨ªa pegar dos o tres tiros al techo".
Seg¨²n la Fiscal¨ªa, que pide 55 a?os de prisi¨®n, el acusado dispar¨® primero contra su mujer en la planta superior de la casa. Al o¨ªr el disparo, el hijo mayor subi¨® y recibi¨® otro balazo. La hija, que entonces ten¨ªa 17 a?os, se derrumb¨® al rememorar los hechos: "Sub¨ª arriba y le ech¨¦ cara y, tras un forcejeo, logr¨¦ quitarle la escopeta y lanzarla por el balc¨®n", declar¨® con gran entereza Elena, a la que su padre intent¨®, sin ¨¦xito, tirar por la terraza.
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