El PP no prev¨¦ dimisiones, pero pide la inhabilitaci¨®n para Garz¨®n
Rajoy, indignado con el juez, exige al menos "apariencia de imparcialidad"
El PP decidi¨® ayer, poco antes de conocer la explosiva implicaci¨®n de su tesorero, Luis B¨¢rcenas, en el caso de presunta corrupci¨®n que investiga el juez Baltasar Garz¨®n, intensificar su campa?a de contraataque. Primero present¨® ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo una querella contra el juez por prevaricaci¨®n. En el texto se reclama que se le aplique al juez la sanci¨®n m¨¢s leve de las tres previstas por la prevaricaci¨®n: de 10 a 20 a?os de inhabilitaci¨®n, lo que supondr¨ªa, de concederse, el fin de la carrera del juez m¨¢s conocido de Espa?a y probablemente del mundo.
El texto de los populares, preparado por el equipo que dirige Federico Trillo, se basa en recortes de peri¨®dico para tratar de probar que el juez est¨¢ retrasando voluntariamente su inhibici¨®n ante la implicaci¨®n de aforados, y le achaca animadversi¨®n contra el PP bas¨¢ndose en el encuentro en una cacer¨ªa con el ex ministro de Justicia Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, que seg¨²n la querella "revela una p¨¦rdida de imparcialidad del juzgador".
El PP no se conform¨® con este ataque frontal contra el juez, al que acusa del mayor delito que puede cometer un magistrado, el de tomar una resoluci¨®n injusta a sabiendas. Cuando la portavoz de la Audiencia Nacional, por orden de Garz¨®n, desminti¨® que Esteban Gonz¨¢lez Pons estuviera implicado, el PP entendi¨® inmediatamente que el juez estaba confirmando la otra parte de la informaci¨®n, la m¨¢s relevante, esto es, que el tesorero, Luis B¨¢rcenas, un hombre colocado al frente de la financiaci¨®n del PP por Mariano Rajoy en 2008, s¨ª est¨¢ implicado. Y por eso los populares, por la tarde, ampliaron la querella por prevaricaci¨®n.
Trillo dirige el ataque
En la ampliaci¨®n, el PP llega a decir que la providencia de Garz¨®n en la que pregunta al fiscal si debe dejar el caso en manos del Tribunal Supremo, visto que est¨¢n implicados parlamentarios nacionales, es "probablemente una respuesta" a la querella de este partido, presentada a primera hora. Sin embargo, la providencia de Garz¨®n, aunque se conoci¨® ayer, est¨¢ firmada el martes.
El PP vivi¨® ayer una nueva jornada de locos. Rajoy, que estaba de campa?a en Ourense con Jos¨¦ Luis Baltar, se pas¨® la ma?ana hablando por tel¨¦fono con Trillo, que desde Madrid iba dirigiendo la estrategia de contraataque con toda la fiereza posible. Despu¨¦s de un rato, Rajoy ofreci¨® un peque?o acto con militantes en plena calle en el que sentenci¨®: "Quiero una justicia imparcial, con apariencia de imparcialidad. Y luego, el que la haga que la pague. Hay algunas cosas que est¨¢n pasando en Espa?a estos d¨ªas en plena campa?a electoral que a nadie le gustan, ni le pueden gustar, piensen como piensen y sea como sea su ideolog¨ªa".
El l¨ªder del PP estaba indignado. Los populares est¨¢n desesperados porque creen que mientras Garz¨®n no levante el secreto del sumario, ellos est¨¢n expuestos a golpes diarios -"en plena campa?a electoral", como dijo Rajoy-, sin poder defenderse.
El l¨ªder ha decidido que no tomar¨¢ ninguna decisi¨®n dr¨¢stica, como la de forzar la dimisi¨®n de B¨¢rcenas o la expulsi¨®n del partido de otros implicados, hasta que el juez no ense?e las pruebas que hay contra ellos.
Rajoy quiere adem¨¢s ganar tiempo hasta que pasen las elecciones del domingo, claves para ¨¦l. A¨²n as¨ª, todos los dirigentes del partido consultados ayer mostraban una enorme preocupaci¨®n por la implicaci¨®n de B¨¢rcenas. El tesorero, en cualquier partido, es una figura clave. Adem¨¢s, ¨¦ste, aunque est¨¢ vinculado a la anterior etapa, ha sido nombrado por Rajoy, por lo que cualquier golpe caer¨¢ directamente sobre el l¨ªder, que insiste en descartar absolutamente, en p¨²blico y en privado, que este caso pueda acabar en un esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal.
12 a?os de acoso pol¨ªtico a Garz¨®n
- Enemistad manifiesta (2009). El PP present¨® ayer en el Tribunal Supremo una querella contra el magistrado por prevaricaci¨®n. Antes intentaron sin ¨¦xito personarse en la causa para recusar al juez Garz¨®n por "enemistad manifiesta".
- Un ataque brutal (2006). El magistrado imput¨® un delito de falsedad a tres peritos que elaboraron un informe en el que se vinculaba a ETA con el 11-M. ?stos y el vocal conservador Jos¨¦ Luis Requero elevaron una queja al Poder Judicial, que fue archivada. Garz¨®n denunci¨® ante el Consejo "un ataque brutal" por "pretensiones pol¨ªticas" de quienes sosten¨ªan la teor¨ªa de la conspiraci¨®n. Tambi¨¦n fue rechazada una querella del pseudosindicato Manos Limpias
- Inter¨¦s directo (2002). En 2002, los abogados de Batasuna recusaron a Garz¨®n cuando declar¨® la suspensi¨®n de actividades de la formaci¨®n por formar parte del entramado ETA. Batasuna achacaba al juez inter¨¦s directo en la causa. En ese mismo a?o, el Gobierno vasco se querell¨® contra el magistrado por las resoluciones que restring¨ªan el derecho de reuni¨®n de la formaci¨®n abertzale. Fue archivada en enero de 2003.
- Falta de imparcialidad (1996). El caso O?aederra, uno de los sumarios de los GAL, archivado en 2003, estuvo paralizado m¨¢s de dos meses porque el ex ministro Jos¨¦ Luis Corcuera y el ex secretario de Estado Rafael Vera recusaron en 1996 a Garz¨®n, que les hab¨ªa imputado en la causa. Era la tercera vez que Vera lo recusaba. Los ex altos cargos acusaban a Garz¨®n de enemistad manifiesta y falta de imparcialidad. Ambas fueron rechazadas. Meses antes, en el caso del secuestro de Segundo Marey, Vera ya se querell¨® contra el magistrado, con el mismo resultado.
- Otros sumarios, otros jueces. La defensa de Ibarretxe recus¨® el pasado a?o a tres magistrados en el caso de las reuniones con Batasuna aduciendo falta de imparcialidad; la Generalitat catalana recus¨® a un magistrado conservador para evitar que participara en las deliberaciones del Estatuto; el juez del 11-M sufri¨® una campa?a de descr¨¦dito por parte del PP y de medios afines. El PP tambi¨¦n acus¨® de prevaricaci¨®n en el caso Naseiro a varios polic¨ªas y al juez Manglano, y el juez del caso Filesa dej¨® la causa por las cr¨ªticas de destacados socialistas.
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