Un restaurante chino con servicio de habitaciones

Parec¨ªa un armario empotrado en la pared, pero en realidad era la puerta de entrada a una habitaci¨®n de unos 20 metros cuadrados en los que supuestamente dorm¨ªan api?ados, como en una caja de cerillas, varios inmigrantes chinos. Descansaban por turnos en los cuatro colchones que estaban sobre el suelo del cuarto.

El restaurante asi¨¢tico Aris est¨¢ situado en la calle de Bembibre del pol¨ªgono industrial de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, una zona en la que funcionan varios negocios de inmigrantes asi¨¢ticos. El mi¨¦rcoles, pasadas las dos de la tarde, un grupo de polic¨ªas locales realizaron una visita rutinaria al lugar para comprobar las condiciones higi¨¦nicas. Pero se toparon con que el lugar no s¨®lo funcionaba como restaurante, sino tambi¨¦n como una especie de hotel clandestino.

Cuando entr¨® al cuarto la polic¨ªa sorprendi¨® a dos ciudadanos chinos, que no ten¨ªan papeles, durmiendo en ese momento. Adem¨¢s, en el zulo descubrieron sacos de dormir y ropa para un n¨²mero mayor de personas.

Un testigo, tambi¨¦n de origen chino, que come en el restaurante casi a diario asegur¨® ayer que frecuenta el local desde hace cerca de cuatro a?os y nunca hab¨ªa visto que funcionara como hotel clandestino.

Aparte de la habitaci¨®n clandestina, la polic¨ªa encontr¨® varios problemas de higiene en el restaurante, como deficiencias en el almacenaje y manipulaci¨®n de alimentos. Los agentes tambi¨¦n descubrieron una especie de supermercado con productos chinos que hab¨ªan sido importados ilegalmente. Los t¨¦cnicos municipales ordenaron el cierre cautelar del restaurante.

Ayer, en la puerta del establecimiento estaba pegado un letrero que dec¨ªa: "Cerrado por obras". En el lugar se present¨® el hermano de la propietaria, quien asegur¨® que all¨ª no funcionaba ning¨²n hotel y que los colchones encontrados eran usados por los empleados para descansar. Hacia las ocho de la tarde dos patrullas de la polic¨ªa local de Fuenlabrada realizaron una nueva inspecci¨®n en el lugar durante 40 minutos.

Una fuente policial revel¨® que se barajan dos hip¨®tesis en el caso. Creen que trabajadores del pol¨ªgono alquilan por horas las camas para dormir o que un empresario alquil¨® el cuarto para que sus empleados durmieran all¨ª.