Surrealista historia de unos bocetos
El Museo Nacional del Teatro exhibe el trabajo de Dal¨ª para un 'Don Juan' - La muestra recupera parte de esos dibujos, robados en varias ocasiones
La historia de los bocetos de Dal¨ª para el vestuario y la escenograf¨ªa de Don Juan Tenorio, dirigido por Luis Escobar, parece m¨¢s propia de un thriller berlanguiano que del aparente apacible devenir al que la alta cultura nos tiene acostumbrados. Los primeros que se realizaron para el montaje de 1949, desaparecieron en su totalidad ese mismo a?o. As¨ª que cuando la obra se quiso reponer en 1950, Salvador Dal¨ª se vio obligado a rehacerlos. Por surrealista que parezca, de algunos de estos nuevos bocetos, presos de mil avatares, tampoco se supo m¨¢s.
Son solo dos desafortunados episodios de la relaci¨®n de Dal¨ª con el teatro, por lo dem¨¢s un idilio que se puede calificar de intenso. Colabor¨® con Peter Brook (Salom¨¦, en 1949) y con los ballets de Montecarlo. Hizo los figurines para el estreno de Mariana Pineda, de Lorca, as¨ª como decorados para su amiga Coc¨® Chanel, cuando la dise?adora mont¨® Bacanal (definido por Dal¨ª como el primer ballet "paranoico-kin¨¦tico"). Aunque entre todos, de Don Juan Tenorio era, seg¨²n sol¨ªa afirmar, del trabajo del que m¨¢s orgullo sent¨ªa, tanto en cine como en teatro.
A partir de los tres montajes que de este Don Juan se hicieron en vida de Dal¨ª y del que en 2003 recuper¨® el director ?ngel Fern¨¢ndez Montesinos, con el trabajo del escen¨®grafo Wolfgang Burmann y el figurinista Pedro Moreno, el Museo Nacional del Teatro de Almagro (Ciudad Real), acaba de inaugurar una exposici¨®n titulada El Don Juan de Dal¨ª. Con ella conmemora el 20? aniversario de la muerte del genio y muestra por primera lo que el pintor imagin¨® para el proyecto de Escobar, ya que ni siquiera se pudo ver en escena ya que muchos de los figurines no se pudieron elaborar por la dificultad t¨¦cnica que entra?aba hacerlos en aquella ¨¦poca.
Luis Escobar cont¨® a este diario en 1989 que los dibujos de la primera hornada de 1949, Dal¨ª se los envi¨® con la marquesa del Quintanar a Madrid. Ella viajaba acompa?ada, entre otras personas, de Edgar Neville y Peter Brook. "En el camino fueron asaltados por un conocido anarquista de la ¨¦poca llamado Facer¨ªas quien les at¨® a un ¨¢rbol, a pesar de lo cual la marquesa se aferr¨® a los bocetos". Facer¨ªas les rob¨® el coche, pero no los dibujos. De eso ya se ocupar¨ªan otros despu¨¦s.
No se sabe mucho de lo que sucedi¨® con los bocetos realizados a la segunda en 1950. Excepto de 18 que fueron a parar al Museo de Arte Contempor¨¢neo. Lo que s¨ª se sabe es que la mayor¨ªa se colgaron en las paredes del Ministerio de Informaci¨®n y Turismo en 1974. De ello sab¨ªa mucho el profesional que decor¨® esos despachos. Faltaba el dinero para pagarle y se le retribuy¨® con un dibujo de Dal¨ª. Cuando alguien los busc¨® en 1983, s¨®lo pudo constatar que no segu¨ªan all¨ª.
Este particular gui¨®n de teatro, casi del absurdo, no termina ah¨ª. Cuando se repuso el montaje en 1964, con Guillermo Mar¨ªn y Concha Velasco de protagonistas, Dal¨ª no rehizo los bocetos, pero s¨ª pint¨®, la misma noche del estreno y ante el p¨²blico, un gran cuadro. Desapareci¨® a las pocas horas. Y eso que Dal¨ª lo quer¨ªa para su museo de Figueras. Nunca lo recuper¨®.
Entre los bocetos "desaparecidos" de 1950 ha aparecido recientemente uno en p¨²blica subasta y lo curioso es que ha sido adquirido hace poco por el Ministerio de Cultura, su propietario en origen. ?se y otros bocetos descansan en el Museo del Teatro por seguridad y no en la exposici¨®n situada a unos metros, en la Iglesia de San Agust¨ªn.
Para montar la muestra ha sido fundamental el trabajo de recuperaci¨®n llevado a cabo en 2003 a partir del hallazgo de algunos figurines y bocetos, documentales y archivos gr¨¢ficos.
Material con el que Pedro Moreno, adem¨¢s de reconocido dise?ador uno de los m¨¢s grandes investigadores de la historia del traje, ha realizado unos minuciosos bocetos y figurines, adem¨¢s de m¨¢scaras, muchos de los cuales se ven en la exposici¨®n. Con ello se ha podido reconstruir todos los personajes tal como los imagin¨® Dal¨ª, incluidos algunos que no aparecen en el texto del Tenorio, como las parcas y las glorias que incorpora en la escena del cementerio, y otros que no se han visto nunca sobre un escenario.
"Algunos son verdaderamente revolucionarios para su ¨¦poca", comenta Andr¨¦s Pel¨¢ez, comisario de la muestra y director del museo, "Dal¨ª con este trabajo trae al teatro el surrealismo y el mundo que m¨¢s le fascinaba que era el de El Bosco, la exposici¨®n adem¨¢s transita por uno de los cap¨ªtulos m¨¢s interesantes de nuestro teatro contempor¨¢neo porque lo que est¨¢ claro es que Dal¨ª abri¨® la escenograf¨ªa y el figurinismo a vanguardias pl¨¢sticas que para la Espa?a de 1950 era inimaginable", dice el comisario Andr¨¦s Pel¨¢ez.
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