En el vac¨ªo que llenaba Cui?a
El PP volvi¨® en 2005 a los resultados previos a Fraga en la provincia de Pontevedra
El PP marc¨® desde el principio las distancias en Pontevedra, aun cuando era AP, UCD estaba viva y ambas mord¨ªan del mismo lado en la tarta electoral. El PP compareci¨® por primera vez como tal en 1989, con Manuel Fraga de candidato a la Presidencia; luego encaden¨® tres mayor¨ªas absolutas en un apogeo sin desmayo. Fueron los a?os de gloria de Fraga en la Xunta, y de Xos¨¦ Cui?a, que le acompa?aba en el gobierno y a su vez se consolidaba como bar¨®n de la provincia y cebaba su condici¨®n de delf¨ªn, finalmente reventada.
La lucha por la sucesi¨®n de Fraga que enfrent¨® a boinas y birretes mand¨® a Cui?a en 2005 al quinto puesto de la lista electoral y al PP, en los resultados, a niveles de 20 a?os antes, cuando Fraga no concurr¨ªa. Ahora podr¨¢ comprobarse si ese baj¨®n lo ocasionaron las grietas que abri¨® en el electorado la pugna interna, a la saz¨®n no cerrada, y si Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el vencedor en ella, capta el respaldo electoral que capitalizaba Cui?a, su contrincante, y que tan eficazmente contribu¨ªa a aquellas mayor¨ªas absolutas de Fraga. Cui?a ten¨ªa el rural de mano.
La evoluci¨®n del voto deja muy abiertas las opciones de las tres fuerzas
En las ciudades, sin embargo, Vigo y Pontevedra, el PP s¨®lo roz¨® la mayor¨ªa absoluta una vez, en 1993, coincidiendo con las expectativas m¨¢s espl¨¦ndidas del fraguismo, y desde entonces se constata su progresivo decaimiento, pese a "oportunidades" como la mayor¨ªa absoluta que ostent¨® en Vigo con Manuel P¨¦rez o precisamente por su causa, porque hay coincidencia general en que aquel mandato (1995-99) fue nefasto. La ca¨ªda paulatina del PP, que se corresponde con un ascenso socialista tambi¨¦n paulatino hasta el subid¨®n de 15 puntos de 2005, llev¨® a ambos partidos a un empate t¨¦cnico en la ciudad, al que sin duda ayud¨® la ca¨ªda del BNG (para provecho socialista). En Pontevedra se produce un proceso an¨¢logo hacia el empate t¨¦cnico gracias a los 20 puntos recuperados por Emilio P¨¦rez Touri?o en 2001 y 2005 para el PSdeG: la mitad se los arranc¨® al BNG.
El PSdeG, que ven¨ªa de los infiernos de 1997, cambi¨® la tendencia en 2001 y salt¨® en 2005 al mejor resultado de su historia en la provincia, el 33,4%. El techo lo hab¨ªa marcado en 1989, casi un 30%. Entonces obten¨ªa un r¨¦dito de los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez en Madrid. Pero en Galicia el partido no paraba de dar tumbos, renovando candidatos a cada consulta y con su l¨ªder m¨¢s cualificado, Paco V¨¢zquez, alardeando desdenes y fomentando guerras con el BNG que marcaron, en las dos consultas siguientes, una ruta hacia el desastre, apabullado por el PP y socavado por la transferencia de votos a los nacionalistas. Con la candidatura de Abel Caballero a presidir la Xunta, en coalici¨®n con EU-EG y Os Verdes para volver a resultados m¨¢s vistosos, en 1997 obtuvieron el peor, menos del 19%.
La "refundaci¨®n" del partido que a partir de entonces lidera Touri?o traslada el cambio de tendencia. Le dio ox¨ªgeno en 2001 y propici¨® el salto de 2005. Touri?o y Feij¨®o ya encabezaron las listas de la provincia en la anterior consulta. Vuelven ahora a luchar desde la misma posici¨®n por el n¨²mero de esca?os de la demarcaci¨®n, pero con el aliciente para todos de esa impronta presidencialista que cobra la consulta, aunque no trasciende al r¨¦gimen electoral.
El BNG, por ¨²ltimo, llega plenamente renovado a competir. Con el t¨¢ndem hist¨®rico de Bautista ?lvarez en la lista y Xos¨¦ Manuel Beiras como aspirante a presidir la Xunta consiguieron los nacionalistas sus mejores resultados (26,5%) en 1997, despu¨¦s de un largo proceso que arranca con la propia fundaci¨®n del BNG (1982): le permiti¨® subsiguientemente aglutinar al resto de las formaciones nacionalistas, por un lado, y crecer tambi¨¦n con las sacas del granero socialista. Esos flujos, de origen claro, ya est¨¢n agotados a estas alturas. La recuperaci¨®n del PSdeG y la crisis de la transici¨®n de la etapa Beiras a la de Quintana marca un declive electoral en la formaci¨®n nacionalista que no contuvo la experiencia de alcaldes propios en Vigo y Pontevedra, ni los primeros brotes de cambio que tra¨ªa Quintana.
Ahora el cambio incluye la experiencia de gobierno en la Xunta y a Teresa T¨¢boas para encarnarlo. Hay una denotada pugna femenina en la provincia. Feij¨®o se acompa?a de Corina Porro, avalada por su cuota de voto urbano -casi consigui¨® mayor¨ªa absoluta en las ¨²ltimas locales y el respaldo de su candidatura al Senado-, y Touri?o hace lo propio con Mar¨ªa Jos¨¦ Caride, que prueba la arena electoral tras su relevante papel en la Xunta.
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