La UE niega m¨¢s ayudas a Europa del Este

Los dirigentes europeos lograron cerrar moment¨¢neamente las grietas que la crisis econ¨®mica est¨¢ provocando entre los viejos y nuevos pa¨ªses de la Uni¨®n. Por un lado, los jefes de Estado y de Gobierno, reunidos ayer en Bruselas, rechazaron las medidas proteccionistas y acordaron "utilizar al m¨¢ximo el mercado ¨²nico como motor para la recuperaci¨®n para respaldar el crecimiento y el empleo". Y por otro, en la reuni¨®n informal, que dur¨® algo m¨¢s de tres horas, los dirigentes europeos manifestaron su oposici¨®n a dar un trato espec¨ªfico para Europa del Este, a fin de evitar una nueva divisi¨®n de bloques en el seno de la Uni¨®n.

La cumbre fue convocada precipitadamente por Rep¨²blica Checa, que ostenta la presidencia de turno de la Uni¨®n, como reacci¨®n a las medidas de defensa de la industria nacional anunciadas por algunos pa¨ªses como Francia.

El proteccionismo no es la respuesta a la situaci¨®n actual, seg¨²n los Veintisiete

Los debates de ayer permitieron relajar la tensi¨®n entre el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro checo, Mirek Topolanek, a cuenta del plan de ayudas de Francia al sector del autom¨®vil que privilegiaba el empleo en Francia.

Aparentemente, el debate sobre el proteccionismo ha quedado zanjado por el momento. El propio Sarkozy asegur¨® que "nadie es proteccionista en Europa", que en su opini¨®n es "la regi¨®n m¨¢s abierta del mundo". El presidente franc¨¦s record¨® que las ayudas del autom¨®vil hab¨ªan sido promovidas inicialmente por "nuestros amigos de Estados Unidos", y se mostr¨® sorprendido por la falta de cr¨ªticas a las ingentes ayudas financieras dadas a los bancos a costa de los contribuyentes.

Para despejar toda duda, los l¨ªderes acordaron "hacer hincapi¨¦ en que el proteccionismo no es la respuesta a la crisis actual". Tambi¨¦n Topolanek intent¨® diluir el debate asegurando que "no hay ning¨²n pa¨ªs proteccionista en Europa".

El otro punto conflictivo sorteado ayer fue la divisi¨®n entre pa¨ªses viejos y los nuevos del antiguo bloque comunista, cuyo sistema financiero ha sido seriamente desestabilizado por la crisis. Los nuevos pa¨ªses, que hab¨ªan sacralizado el mercado y considerado el proyecto europeo con bastante escepticismo, han descubierto repentinamente las ventajas de las instituciones europeas y sobre todo del euro.

Los nueve pa¨ªses del Este mantuvieron una reuni¨®n antes de la cumbre en la que mostraron su preocupaci¨®n por el deterioro de su sistema financiero, pero en la que no prosper¨® la idea de un Programa Europeo de Estabilizaci¨®n e Integraci¨®n, presentado por el primer ministro h¨²ngaro, Ferenc Gyurcsany. El dirigente h¨²ngaro solicit¨® una ayuda de hasta 180.000 millones de euros para sanear los bancos y reactivar la econom¨ªa de los pa¨ªses del Este. La iniciativa fue rechazada por varios pa¨ªses de la regi¨®n como Rep¨²blica Checa, Polonia y Estonia.

El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, se mostr¨® tambi¨¦n contrario a planes espec¨ªficos para el Este y record¨® que las instituciones europeas ya hab¨ªan mostrado su apoyo de manera espec¨ªfica a Hungr¨ªa y Letonia.

No obstante, los l¨ªderes fueron sensibles a la dif¨ªcil situaci¨®n de algunos de estos Estados que se incorporaron a la UE en 2004 y 2007. En el comunicado final se "reconoce que existen claras diferencias entre los miembros de la Europa central y oriental" y se muestran dispuestos a "revisar la asistencia ya facilitada".

Tampoco prosper¨® la iniciativa de Polonia y Hungr¨ªa de facilitar el acceso de algunos de estos pa¨ªses al euro para asegurar su estabilidad financiera. Barroso, Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel, se opusieron a flexibilizar las reglas de adhesi¨®n establecidas en el tratado. El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, dijo que "no era factible cambiar los criterios de acceso de manera repentina". Sin embargo, Alemania y Francia no descartaron discutir los actuales criterios de adhesi¨®n o a?adir otros en el futuro.