La ley de la Sindicatura de Cuentas acumula cuatro a?os de retraso
El Gobierno ha priorizado la Oficina Antifraude
La Sindicatura de Cuentas, el ¨®rgano que fiscaliza los presupuestos de las administraciones catalanas, celebra hoy su primer cuarto siglo de vida y lo hace sin un marco legal adaptado a la actividad que desarrolla actualmente. Pese a las numerosas peticiones de los responsables del organismo, el Gobierno catal¨¢n no ha logrado redactar una ley que ponga al d¨ªa la de 1984. El nuevo texto lleva ya cuatro a?os de retraso.
El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall dijo ya en marzo de 2005 que aquel mismo a?o habr¨ªa una nueva ley para la Sindicatura de Cuentas. De hecho, la norma estaba en la lista de prioridades del Pacto del Tinell, que alumbr¨® el primer Gobierno catalanista y de izquierdas. El presidente Jos¨¦ Montilla cogi¨® el guante hace dos a?os y asegur¨® entonces -marzo de 2007- que muy pronto se aprobar¨ªa la nueva ley. Con todo, el texto sigue en proceso de redacci¨®n y el Gobierno no sabe cu¨¢ndo lo aprobar¨¢. "Es una ley con grandes complicaciones t¨¦cnicas", justifican los responsables del Departamento de Econom¨ªa encargados de redactar el texto.
El retraso en la ley tambi¨¦n se explica, seg¨²n otras fuentes, porque el Gobierno ha querido priorizar la ley de la Oficina Antifraude.
Ciertamente, la Sindicatura de Cuentas, presidida por Joan Colom, necesita ponerse al d¨ªa despu¨¦s de que en 1984 fuera adaptada a la legalidad mediante una ley que provoc¨® m¨²ltiples fricciones con el Gobierno central. La coexistencia de la sindicatura con Tribunal de Cuentas y el solapamiento de determinadas funciones entre ambos organismos ha sido una constante desde entonces. La sindicatura, por ejemplo, no tiene potestad para sancionar a las administraciones en caso de observar irregularidades. Su funci¨®n se limita a detectar estos problemas y remitir sus informes al Tribunal de Cuentas, que s¨ª tiene capacidad punitiva.
La nueva ley de la Sindicatura de Cuentas ha sido plasmada ya en varios borradores. A grandes rasgos, el texto tratar¨¢ de delimitar mejor la acci¨®n de la sindicatura. Tambi¨¦n se ampliar¨¢n sus funciones. Ahora el organismo se limita b¨¢sicamente a fiscalizar la contabilidad de los organismos p¨²blicos y las empresas con capital p¨²blico. El objetivo es que se puedan fiscalizar tambi¨¦n los programas que hacen estas administraciones. La opacidad que mantienen algunas instituciones y la resistencia que oponen a la hora de ser investigadas tambi¨¦n podr¨¢n ser penadas, algo muy dif¨ªcil con el texto vigente.
En las ¨²ltimas semanas la Sindicatura de Cuentas ha sido noticia por las irregularidades que detect¨® en el Servicio de Emergencias M¨¦dicas, empresa de capital p¨²blico que reparti¨® 60.000 euros en sobresueldos a sus directivos en 2006. El asunto lleg¨® ayer al Parlament y la consejera de Salud, Marina Geli, defendi¨® la gesti¨®n de esta sociedad ante duras cr¨ªticas de Converg¨¨ncia i Uni¨®. Los nacionalistas dijeron que una vez que las irregularidades han sido probadas por la sindicatura, Geli debe asumir "responsabilidades pol¨ªticas".
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