Un hallazgo estira el pasado de Gadir
Encontradas en un solar de C¨¢diz precintos fenicios del VIII antes de Cristo
El subsuelo de C¨¢diz ofrece nuevos testimonios de su pasado fenicio. El ¨²ltimo hallazgo, difundido ayer por los arque¨®logos que trabajan en el solar del antiguo Teatro C¨®mico, han sido cinco bulas -sellos de arcilla para cerrar documentos a modo de lacre- hallados en el interior del horno de una estructura dom¨¦stica de lo que entonces se conoc¨ªa como Gadir.
Los responsables del estudio creen que el propietario de los manuscritos decidi¨® quemarlos pero las bulas adheridas a ellos resistieron al fuego. Seg¨²n los investigadores, las piezas, datadas en el siglo VIII antes de Cristo, son los ejemplares m¨¢s antiguos de Espa?a y del Mediterr¨¢neo Occidental, ya que otros hallados en Cartago o Cerde?a han sido ubicados en el siglo VI antes de Cristo.
Las piezas serv¨ªan para legalizar documentos y evitar falsificaciones
Las bulas quedaron sepultadas tras el derrumbe de lo que se cree que fue una vivienda. Pero el calor del horno les dio la resistencia que les ha permitido perdurar durante 2.800 a?os. Presentan diferentes impresiones: motivos geom¨¦tricos, una esfinge alada, c¨ªrculos conc¨¦ntricos o plumas. Los expertos, a la espera de una labor de restauraci¨®n m¨¢s detallada, han visto en ellos la producci¨®n fenicia con reminiscencias egipcias. Los arque¨®logos Jos¨¦ Mar¨ªa Gener y Juan Miguel Pajuelo saludaron ayer la importancia del hallazgo. Para ellos las piezas demuestran actividades administrativas y comerciales del Gadir fenicio.
Las bulas de este tipo serv¨ªan para legalizar documentos e imped¨ªan falsificaciones. El conjunto est¨¢ compuesto por un total de cinco piezas cuya funci¨®n era precintar documentos que, a su vez, estaban cerrados con hilos o cintas. A trav¨¦s del microscopio los estudiosos han podido apreciar huecos dejados por fibras de origen animal o vegetal que se mezclaban con la arcilla para darle mayor consistencia. Esto permit¨ªa una mejor estampaci¨®n y conservaci¨®n. En cada uno de las piezas se han hallado orificios laterales por donde se cree que pasaba el hilo que cerraba el manuscrito.
Gracias a estos datos y a la investigaci¨®n de otros ejemplos hallados en Egipto y Palestina se ha podido reconstruir el proceso de cierre y sellado de los documentos. En primer lugar, el manuscrito se enrollaba formando un peque?o tubo, que luego se aplanaba. Luego se ataba un hilo, se estampaba el sello hecho de arcilla y el cordel se pasaba alrededor del documento hasta que la bula tomaba la forma de un c¨ªrculo convexo. Entonces se imprim¨ªa sobre la masa la imagen final. Al secarse, se comprim¨ªan los hilos y documento no pod¨ªa abrirse sin romper la arcilla.
Los trabajos no han hecho m¨¢s que empezar. Los investigadores quieren conocer la procedencia de los documentos. Sospechan que no pertenecen a ning¨²n lugar de la bah¨ªa gaditana sino que fueron enviados desde un punto exterior a Gadir. Las piezas se enviar¨¢n al Museo Provincial de C¨¢diz tras su estudio. En el mismo solar se sigue trabajando. Los arque¨®logos sit¨²an este yacimiento a la altura del poblado de Do?a Blanca, en El Puerto de Santa Mar¨ªa, donde, hasta ahora, hab¨ªan aparecido los restos fenicios m¨¢s antiguos hallados en la provincia gaditana.
Queda tambi¨¦n por desvelar el gran misterio. ?Qu¨¦ hab¨ªa escrito en aquellos documentos que proteg¨ªan las piezas? ?Por qu¨¦ su due?o decidi¨® quemarlos en un horno? ?Qu¨¦ informaci¨®n intent¨® destruir? El subsuelo de C¨¢diz tiene todav¨ªa muchas respuestas que ofrecer.
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