Aquel muelle s¨®rdido en que nac¨ªa la "nueva escultura vasca"
Hace unos meses, desapareci¨® el ¨²ltimo edificio del viejo muelle de Uribitarte de Bilbao, cerca de las torres de Isozaki, una construcci¨®n industrial en cuyas plantas se fragu¨® buena parte de lo que en su tiempo los amigos de las etiquetas definieron como la "nueva escultura vasca". En ese edificio mantuvo su estudio Pello Irazu desde 1982 hasta finales de los noventa, cuando la renovaci¨®n de los muelles de la R¨ªa que hab¨ªa llegado con el Guggenheim le oblig¨® a abandonar aquel lugar en que comparti¨® espacio con Txomin Badiola, Juan Luis Moraza y Marisa Fern¨¢ndez (la pareja que formaba CVA), ?ngel Bados y Jos¨¦ Chavete.
El aroma de un cercano almac¨¦n de sal suavizaba en parte el hedor de la R¨ªa y la poluci¨®n del cielo negro de Bibao. Mientras pasea frente al solar en que trabaj¨® tantos a?os, Irazu reconoce el profundo cambio que ha sufrido esta orilla de la R¨ªa, desde el Arenal hasta m¨¢s all¨¢ del puente de Deusto. "No hay que olvidarse de los astilleros de Euskalduna o de que todo el muelle era propiedad de la Autoridad Portuaria, lo que convert¨ªa este tramo de la Margen Izquierda en terreno prohibido para la ciudadan¨ªa; no se pod¨ªa ver la R¨ªa", recuerda.
El escultor recuerda su trabajo cuando Bilbao y su R¨ªa eran oscuridad
El escultor guipuzcoano recorre el paseo de Uribitarte una ma?ana sin apenas Sol, un d¨¦j¨¤ vu de aquellos ochenta. "Entonces, adem¨¢s de la lluvia continua, Bilbao era sobre todo una ciudad en plena decadencia industrial y esta zona, la cochambre". Con todo, Irazu conserva unos recuerdos intensos de aquellos a?os, por la efervescencia y el entusiasmo pol¨ªtico y social que viv¨ªa Euskadi. "Sin asomo de nostalgia", matiza.
Especial presencia tienen en su memoria las inundaciones de 1983. "Me hab¨ªa entretenido en el estudio y, para cuando me di cuenta, ten¨ªa el agua en la puerta del almacen. Al d¨ªa siguiente, Bilbao estaba irreconocible". ?l fue uno m¨¢s de los miles de voluntarios que al dia siguiente se pusieron a limpiar la ciudad. "Me toc¨® la cl¨ªnica Salaverri. No se me olvidar¨¢ aquel panorama de destrucci¨®n y suciedad en un lugar que ha de ser sobre todo higi¨¦nico".
Entonces s¨®lo pod¨ªa contemplar su estudio desde esa media distancia que ofrec¨ªa el paseo del Campo Volant¨ªn. Entre aquellas caminatas y la mirada lejana que llegaba desde sus ventanas asisti¨® a la construcci¨®n del primer hito del nuevo Bilbao: "La pasarela de Calatrava, ahora tan pol¨¦mica, se vivi¨® entonces como el anuncio de la transformaci¨®n de la ciudad, con todo el simbolismo que tienen los puentes", rememora.
En 1990, con una beca, quien ya hab¨ªa expuesto en galer¨ªas de Bilbao, Madrid o Barcelona, se marcha a Nueva York. Durante ocho a?os vivir¨¢ la evoluci¨®n de Bilbao desde la distancia, aunque sigue manteniendo su estudio de Uribitarte. El escultor de Andoain comenta la transformaci¨®n: "Ahora resultar¨ªa inimaginable el ambiente que hab¨ªa en esta zona: yonquis y gente marginal, bares de trabajadores del puerto y un aparcamiento al que se ven¨ªa a ligar y que recib¨ªa la visita de la polic¨ªa todas las noches. Un paisaje aut¨¦ntico que representaba la ra¨ªz de Bilbao".
Irazu vivi¨® la pol¨¦mica del nacimiento del Guggenheim desde Nueva York. "Aquella operaci¨®n fue m¨¢s de marketing que de cultura, hay que reconocerlo, aunque ahora el museo de Frank Gehry se ha convertido en un icono incontestable del nuevo Bilbao". Eso s¨ª, el paseo de Uribitarte actual no acaba de convencerle. "Es como si estuvi¨¦ramos ante una gran escenograf¨ªa", comenta frente al solar de su viejo estudio.
Gu¨ªa para un plan
Pello Irazu no sale mucho, pero tampoco es un ermita?o. Para comerse unos pinchos, le gusta acudir al caf¨¦ Iru?a en los Jardines de Albia (94 423 70 21).
Restaurante Baita Gaminiz. Irazu elogia el bacalao de este local (Alameda de Mazarredo, 20; 94 424 22 67), "con buenas vistas a la R¨ªa. Ya era un referente para nosotros hace 20 a?os, con los anteriores propietarios".
- Restaurante Piu di Sua. Para la cena, el artista se traslada al otro lado del puente de Calatrava, hasta este restaurante italiano (Paseo de Campo Volant¨ªn, 23; 94 445 52 56), "desde donde se aprecia todo el desarrollo del muelle de Uribitarte".
- Restaurante Zortziko. "Para un homenaje", Irazu elige el establecimiento de Daniel Garc¨ªa (Alameda de Mazarredo, 17; 94 423 97 43).
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