"Mi padre me amenaz¨® con tirar la primera piedra de mi lapidaci¨®n"
Selamha fue obligada a casarse con un hombre de 40 a?os cuando ella ten¨ªa 14 - Su 'marido' y sus progenitores se enfrentan hoy a penas de entre 10 y 17 a?os
Toda su declaraci¨®n la hizo entre l¨¢grimas. Selamha Mint Mohamed, mauritana de 16 a?os, cont¨® ayer en la Audiencia Provincial de C¨¢diz c¨®mo sus padres la forzaron hace tres a?os a casarse y a mantener relaciones sexuales con Mokhtar Salem, que superaba los 40.
"Mi padre me amenaz¨®", asegur¨® Selamha por videoconferencia. "Me dec¨ªa que me iba a lapidar y que la primera piedra me la iba a tirar ¨¦l", prosigui¨® ante un p¨²blico compuesto mayoritariamente por mauritanos y saharauis que reprobaban sus palabras. La v¨ªspera, sus progenitores, Mohamed Ould Abdallahi y Hawa Mint Cheikh , hab¨ªan asegurado que su hija acept¨® casarse sin ser coaccionada. Mokhtar Salem precis¨® adem¨¢s que consinti¨® mantener relaciones.
Al 'esposo' se le acusa de agresi¨®n sexual, y a la familia, de coacciones
"Acept¨¦ que mi hija hiciera lo mismo que las chicas de mi pa¨ªs", dice el padre
La fiscal¨ªa pide 10 a?os de c¨¢rcel para el marido, en prisi¨®n preventiva, por agresi¨®n sexual. A los progenitores les imputa adem¨¢s por coacciones, violencia dom¨¦stica en el ¨¢mbito del hogar y trato denigrante. Por eso pide 16 a?os para el padre y 17 para la madre. Ambos est¨¢n en libertad provisional.
La historia arranca en Guerou, una ciudad de 15.000 habitantes 500 kil¨®metros al sureste de Nuakchot, la capital. Hawa y su hija Selamha regresan a su pa¨ªs de vacaciones en el verano de 2006. El matrimonio reside en Puerto Real (C¨¢diz) desde finales de los ochenta y tiene tres hijos nacidos en Espa?a, pero que siguen siendo mauritanos.
Selamha es la mayor. Ha cumplido 14 a?os, y su primo Mokhtar, de 40 a?os, un peque?o empresario, pide su mano y ofrece una dote. Mohamed, el padre, da su acuerdo por tel¨¦fono desde Puerto Real. La boda se celebra. "Acept¨¦ que mi hija hiciera lo que hacen todas las chicas mauritanas: casarse con sus primos mayores", explica por tel¨¦fono Mohamed, un septuagenario casi analfabeto que en m¨¢s de 20 a?os en C¨¢diz apenas aprendi¨® un pu?ado de palabras de castellano.
Tras unas semanas de convivencia, Selamha y su madre vuelven a Puerto Real, y la chica reanuda sus estudios. Ella y su hermano Abdal¨¢ pasan muchas horas, e incluso d¨ªas, en casa de Andr¨¦s Mac¨ªas, un vecino espa?ol cuyas hijas veintea?eras, Raquel y Marga, cuidan de ellos como unas hermanas mayores. La m¨¢s peque?a de la familia, Aicha, es tambi¨¦n dada de hecho en acogida durante a?os a otra familia gaditana, la de Yolanda Ja¨¦n.
Casi un a?o despu¨¦s de la boda, en mayo de 2007, a Mokhtar, el marido empresario, le sale un viaje a Alemania, y a su regreso se para en Puerto Real para ver a su esposa. Forzada por sus padres, asegura Selamha, vuelve a mantener relaciones sexuales. "Yo me resist¨ªa, y mis padres me dec¨ªan que me matar¨ªan, que me quemar¨ªan o que me cortar¨ªan el cuello", record¨® ayer. Aquella noche, sin embargo, el padre no estaba en la vivienda familiar.
A la ma?ana siguiente, Selamha corre llorando a casa de sus vecinos. Raquel se la lleva primero al hospital, para un reconocimiento, y despu¨¦s a la comisar¨ªa para poner una denuncia. Desde entonces la chica est¨¢ en tratamiento psicol¨®gico.
La polic¨ªa detiene enseguida a los padres y al peque?o empresario. El juez les retira la patria potestad, emite una orden de alejamiento de 500 metros -de muy dif¨ªcil cumplimiento en Puerto Real- y ordena el ingreso en prisi¨®n del marido y de la madre. ?sta saldr¨ªa a los 11 meses.
"Tenemos la sospecha de que la ni?a ha sido incitada a denunciar a sus progenitores por una familia vecina que pretende criarla y educarla pese a que no tienen ning¨²n v¨ªnculo legal con ella", afirma Sidi Mohamed, un periodista mauritano que act¨²a como portavoz de los padres.
"En el trasfondo de este asunto hay un malentendido cultural", a?ade. A los imputados en ning¨²n momento se les pas¨® por la cabeza que las costumbres mauritanas pudieran ser delito en Espa?a.
Israel y Yolanda, la pareja que cri¨® a Aicha hasta los ocho a?os -va a cumplir 10-, temen que si el matrimonio no es condenado la historia se vuelva a repetir. "La est¨¢n preparando para una boda como la de Selamha", sostiene Israel. "En Reyes no quisieron que llev¨¢semos a Aicha regalos so pretexto de que es una festividad que no celebra su religi¨®n".
![Los padres de Selamha, Mohamed Ould Abdallahi y Hawa Mint Cheikha, y sus hermanos, en su domicilio en Puerto Real.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7UL3L26PB2DIRXNWAUYXH6EKQA.jpg?auth=a6008717604b892d77478e4a3c8ec45f1c5dca261ec5a8a48a6732c86de66b42&width=414)
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