'Arrepentido' y reincidente
Un 'narco' que colabor¨® con Garz¨®n, presunto cerebro del alijo de cinco toneladas de coca¨ªna
Yo pienso que nadie est¨¢ condenado a ser un malhechor de por vida. Si un hombre quiere, puede regenerarse, recuperar su dignidad, ponerse a bien con su conciencia, perder el miedo, pagar sus deudas con la justicia y con la sociedad, encarar el resto de su vida sin verg¨¹enza. Hay una salida: cambiar de trinchera, pasar a colaborar con la justicia. ?sta es mi oferta, Jos¨¦ Manuel". Eso fue lo que le dijo el juez Baltasar Garz¨®n a Jos¨¦ Manuel Vila Sieira, El Presidente, un d¨ªa del verano de 1999. As¨ª lo cuenta el propio magistrado en el libro Garz¨®n. El hombre que ve¨ªa amanecer escrito por Pilar Urbano.
Y El Presidente, apodado as¨ª por haber sido el jefe del club de f¨²tbol Sporting Lamp¨®n, de Boiro (A Coru?a), acept¨® el pacto y se convirti¨® entonces en un arrepentido. Indic¨® que ten¨ªa escondidos unos 5.000 kilos de coca¨ªna en A Pobra de Carami?al y, en compensaci¨®n, fue uno de los mejor tratados en el juicio a los encausados en la Operaci¨®n Temple. Esta redada se sald¨® con el mayor decomiso de coca¨ªna habido jam¨¢s de un golpe en Espa?a: 14 toneladas.
Una parte de la droga interceptada en un barco a 800 millas de Canarias estaba destinada a la Camorra de N¨¢poles
Ahora, 10 a?os despu¨¦s, el arrepentido parece haberse arrepentido del acuerdo con Garz¨®n. Ha cambiado de trinchera, pero en sentido contrario. Fue detenido hace unos d¨ªas, cuando sal¨ªa de la c¨¢rcel de Teixeiro para disfrutar de un permiso de fin de semana, acusado de ser el transportista de un cargamento de 5.500 kilos de coca¨ªna. Y eso ha supuesto una doble sorpresa: por un lado, por el hecho de que los narcos colombianos hayan confiado en un hombre que hace un decenio les puso de los nervios con el aparente escamoteo de miles de kilos de coca; y, por otro, por el hecho de que supuestamente haya vuelto a las andadas desoyendo el consejo de Garz¨®n.
El arresto de El Presidente se ha producido en el marco de la Operaci¨®n Jirito, en la que el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de Galicia y Vigilancia Aduanera se incautaron la semana pasada del barco Do?a Fortuna, a 800 millas de Las Palmas, cargado con m¨¢s de cinco toneladas de droga (180 fardos).
El destino de la mercanc¨ªa no s¨®lo era Galicia, ya que parte del cargamento -alrededor de 2.000 kilos- era para la Camorra napolitana. Un alijo que en el mercado habr¨ªa reportado unos beneficios de 250 millones de euros. Los italianos iban a pagar el servicio de transporte con dinero contante y sonante, mientras que otras organizaciones suelen hacerlo con droga.
Adem¨¢s de detener a los cinco tripulantes del barco y a otras nueve personas en Galicia, la polic¨ªa intervino 17 coches de la banda, algunos de alta gama, adem¨¢s de 40.000 euros, tel¨¦fonos m¨®viles y sat¨¦lites, ordenadores e inhibidores de frecuencia.
El grupo de narcos gallegos y sus proveedores colombianos llevaban desde finales de 2007 intentando culminar esta operaci¨®n. Contaban con lanchas r¨¢pidas, estacionadas en Senegal, que deber¨ªan salir al encuentro del barco nodriza para recoger los fardos. Pero hab¨ªan sufrido repetidos reveses: en una ocasi¨®n porque se hundi¨® el pesquero que portaba la coca y otras veces por problemas t¨¦cnicos u organizativos.
Tras los sucesivos fracasos, uno de los traficantes gallegos contact¨® con El Presidente. Seg¨²n fuentes policiales, ¨¦ste se encarg¨® presuntamente de financiar el transporte de la droga, de aportar un nuevo barco y de montar la infraestructura para el traslado de la mercanc¨ªa desde el Atl¨¢ntico hasta las costas galaico-portuguesas.
En enero pasado, El Presidente y su hijo Miguel ?ngel, de 23 a?os, contactaron con un grupo de personas de Redondela (Pontevedra) y Ourense que recib¨ªan instrucciones directamente de los narcos colombianos y que eran los representantes en Espa?a de la organizaci¨®n suministradora de la droga. A la vez, un tal Carlos Garc¨ªa Morales se desplaz¨® hasta Colombia y tom¨® las riendas de la operaci¨®n.
Con la transacci¨®n encarrilada de nuevo, la entrega del cargamento qued¨® finalmente fijada para el 25 de febrero pasado, en un punto del Atl¨¢ntico situado en las coordenadas 32 grados de latitud norte y 30 grados de longitud oeste. En alta mar, entre Am¨¦rica y ?frica. Varios pa¨ªses de este ¨²ltimo continente, tales como Senegal, Guinea-Bissau, Ghana, Liberia, Sierra Leona y Mali, se han convertido desde hace dos a?os en un inmenso almac¨¦n de la droga que posteriormente es consumida en la rica Europa.
A las seis de la madrugada del 26 de febrero pasado, a 1.500 kil¨®metros de Las Palmas, agentes de Vigilancia Aduanera embarcados en el Centinela, un patrullero de la Armada espa?ola, abordaron al Do?a Fortuna. El asalto de este viejo cascar¨®n, con base en el Puerto de la Cruz (Venezuela), se produjo por sorpresa y sin resistencia.
El Presidente, nacido en Boiro hace 53 a?os, alba?il, obrero eventual de cualquier cosa, se libr¨® hace 10 a?os de la condena de 36 a?os de prisi¨®n que solicitaba para ¨¦l la fiscal¨ªa. En el ¨¢nimo del tribunal pes¨® mucha la ayuda que hab¨ªa prestado al entregar cinco toneladas de coca¨ªna.
Su colaboraci¨®n con la justicia le granje¨® entonces la enemistad de narcos tan peligrosos como Carlos Ruiz Santamar¨ªa, alias El Negro. Este individuo, representante de los c¨¢rteles colombianos en Espa?a, fue localizado hace un mes en una c¨¢rcel de S?o Paulo (Brasil), tras haber huido de Espa?a en 2001 nada m¨¢s ser excarcelado en virtud de un informe psiqui¨¢trico que indicaba que hab¨ªa riesgo de que se suicidara.
Desde hace dos a?os, Vila sal¨ªa a diario de prisi¨®n para trabajar en unas bateas mejilloneras, donde cobraba 1.000 euros al mes. No tiene nada, ning¨²n bien, a su nombre. Niega las acusaciones que ahora formula contra ¨¦l la polic¨ªa. Pero de nuevo est¨¢ atrapado, sin salida. Igual que hace 10 a?os, cuando Garz¨®n le recomend¨® cambiar de trinchera. -
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