Fundidos a negro

Un cineasta paralizado por una accidental ceguera, una mujer perseguida por la fatalidad, el amour fou, la muerte y el cine, esa misteriosa pasi¨®n capaz de redimirlo todo o casi todo. Con Los abrazos rotos, Pedro Almod¨®var (Calzada de Calatrava, 1951) vuelve al noir, un g¨¦nero en el que, seg¨²n ¨¦l, caben el thriller, el drama y el humor.

Los abrazos rotos es su pel¨ªcula n¨²mero 17 y una de las m¨¢s complejas de su filmograf¨ªa. "Un drama seco", dice el director. "Aqu¨ª, los personajes ya han llorado lo que ten¨ªan que llorar, pero fue antes de que empezara la pel¨ªcula". Amor loco a tres y cuatro bandas. Y en el eje, Pen¨¦lope Cruz en su primer estreno tras obtener, el 22 de febrero, el Oscar a la mejor actriz de reparto. Ella es Lena, de la que est¨¢n locamente enamorados su marido, el magnate Ernesto Martel (Jos¨¦ Luis G¨®mez), y el cineasta Mateo Blanco (Llu¨ªs Homar), alias Harry Cane. Entre ellos, un pasado reducido a un puzzle de pedazos rotos que se esconde en un caj¨®n que s¨®lo conoce Judith (Blanca Portillo).

Mi vida ha estado siempre llena de paradojas. Como padecer fotofobia y a la vez trabajar con la luz

Renunci¨¦ hace tiempo a manifestarme tal y como soy en la calle o en el bar. Es una p¨¦rdida enorme

En mi madurez me he ido interesando por los g¨¦neros, y uno me ha llevado a otro

Quer¨ªa forzar a Pen¨¦lope a un registro nuevo, al de esa hero¨ªna del noir que tanto me gusta

Siento que es la primera vezque hago una declaraci¨®ntan expresa de amor al cine

Llu¨ªs homar: en el rodaje no hice ninguna otra cosa. Pero por mucho que t¨² pongas, pedro pone m¨¢s

En su despacho de El Deseo, el director da el visto bueno al cartel definitivo del filme (un gui?o sutil a Warhol en el rostro dram¨¢tico de la omnipresente Pen¨¦lope Cruz), estrena un jersey de Herm¨¨s verde manzana y bebe un caf¨¦ americano. Por delante, casi dos horas de conversaci¨®n en las que habla de sus migra?as (oscuro dolor donde naci¨® esta nueva pel¨ªcula), del futuro del cine, de la Espa?a del pelotazo, de su amiga y musa Blanca S¨¢nchez (fallecida hace un a?o) y de la par¨¢lisis de la fama: "Suena extra?o, pero ya no puedo pararme en la calle".

La pel¨ªcula nace de unos dolores de cabeza terribles, algo de lo que no le gusta hablar demasiado.

Lo que no me gusta es quejarme. Mis dolores de cabeza vienen de lejos, pero la cosa empeor¨® en la gira de promoci¨®n de Volver, en 2006. Casi todos los d¨ªas los padec¨ªa; los combat¨ªa con un c¨®ctel de analg¨¦sicos que me tra¨ªan de Argentina que se llama Migral. Seg¨²n me enter¨¦ despu¨¦s, si abusas, y yo abusaba, tiene el efecto contrario: produce cronicidad.

??C¨®mo se manifiestan esos dolores? Los dolores de tipo migra?oso se anuncian antes de irrumpir de manera irrefrenable; por eso hay que tomar el analg¨¦sico cuando empiezas a sentir, de modo casi imperceptible pero con claridad, que el dolor est¨¢ llegando. A esta sensaci¨®n premonitoria, cada paciente le da un nombre distinto; yo le llamo "rumor". Y es infalible; lo he comprobado en m¨²ltiples ocasiones en que he esperado para ver c¨®mo se desarrollaba el dolor. A veces te invade en media hora, a veces tarda dos o tres. No tiene nada que ver con las jaquecas o cefaleas, es como comparar un boquer¨®n con un tibur¨®n. La migra?a aparece en la parte posterior de la cabeza, en la base de los occipitales, y se extiende por los lados, a veces con una intensidad insoportable. Cuando es muy intensa, incluso cuando es de intensidad media, no soportas la luz, por lo que desaparece la posibilidad de ver la televisi¨®n, el ordenador, o simplemente leer. Y, por supuesto, escribir. Tampoco te permite charlar. Tu sensibilidad est¨¢ absolutamente dominada por el dolor. No existe nada m¨¢s.

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El ?personaje del cineasta ciego, interpretado por Llu¨ªs Homar, nace de este dolor, de esa ceguera.

La migra?a es una enfermedad misteriosa. Son tantas las causas que la provocan y dependen de tantas circunstancias que acertar es poco menos que casual. Poco a poco me fui acostumbrando a la idea de que mis problemas no tendr¨ªan una soluci¨®n inmediata. En el silencio y en la oscuridad, sin darme cuenta, empec¨¦ a imaginar situaciones y personajes. As¨ª apareci¨® Mateo Blanco, en ese momento claramente mi ¨¢lter ego, un director de cine que vive en la oscuridad. Ciego. Empec¨¦ a tomar notas a l¨¢piz en la habitaci¨®n. Es interesante descubrir que el dolor no anula la imaginaci¨®n. Al final de 2007 not¨¦ una ligera mejor¨ªa. Sin darme cuenta, me encontr¨¦ con que hab¨ªa terminado el gui¨®n de Los abrazos rotos.

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La fotofobia derivada de las migra?as, ?no fue un problema a la hora de rodar?

Soport¨¦ la fotofobia ante los mil kilovatios con los que el director de fotograf¨ªa Rodrigo Prieto hab¨ªa decidido achicharrarnos. Me proteg¨ªa con gafas negras y sombreros, con lo mal que me sientan, intentando todo el tiempo que no me llegara la luz. Mi vida ha estado siempre llena de paradojas, desde mi m¨¢s tierna infancia. No me parec¨ªa extra?o padecer fotofobia y a la vez trabajar con la luz. Porque el cine es luz. Ya se lo dijo Joseph von Sternberg a Marlene Dietrich antes de que ella se entregara a una dieta devastadora para ofrecerle el rostro m¨¢s anguloso posible a su creador. Sternberg la convenci¨® de que no se sacrificara, que esos ¨¢ngulos que la har¨ªan inmortal los crear¨ªa ¨¦l con la luz. ?Y vamos si lo consigui¨®! S¨®lo interrump¨ª un d¨ªa el rodaje por un dolor insoportable, y lo cort¨¦ cuando quedaban dos horas para terminar la jornada. Lo cual me demuestra que de momento la mejor terapia para m¨ª es rodar. Es lo que deber¨ªa seguir haciendo. Octubre, noviembre y diciembre pasados, sin embargo, han sido meses muy malos. Ha sido una posproducci¨®n muy dura.

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Uno de los personajes principales es un millonario, un magnate que se hace productor de cine para concederle a su mujer el capricho de ser actriz. Es un prototipo de la 'cultura del pelotazo'.

?Hay tantos magnates que han pagado pel¨ªculas a sus queridas! Mi experiencia con hombres poderosos, esos ricos que se meten a hacer cine, ha sido nefasta. Pero no deja de parecerme conmovedor que desde Ciudadano Kane hasta hoy en d¨ªa sigan existiendo esos hombres, diletantes, amantes del arte pero b¨¢sicamente muy catetos, capaces de pagar el capricho de ser actriz a una mujer si con eso consiguen retenerla a su lado. Son hombres que se condenan a un doble fracaso: primero, porque la persona a la que aman no tiene talento, y segundo, porque esa persona se ir¨¢ igualmente de su lado. En Los abrazos rotos, al personaje de Pen¨¦lope no le basta con vivir en un palacio atada a cadenas de oro. En este caso, adem¨¢s de actriz, es buena, y tiene escr¨²pulos. De todas formas, aunque los personajes puedan estar inspirados en personas que yo he conocido, no se trata de cine terap¨¦utico, ni de revancha, ni de ajuste de cuentas con nada ni con nadie. Ni siquiera una pel¨ªcula tan anticlerical como La mala educaci¨®n era antirreligiosa.

Esa Espa?a del pelotazo en la que transcurre parte de la trama de 'Los abrazos rotos' parece que est¨¢ otra vez de actualidad.

Es que nunca se fue. Es incre¨ªble c¨®mo se repiten estos tipos, y lo que m¨¢s me sorprende es que no se hayan hecho m¨¢s pel¨ªculas sobre ellos. En otros pa¨ªses, como Italia, ya habr¨ªa varias. Aunque a m¨ª lo que me interesa es la magnitud de los sentimientos de estos hombres.

Sentimientos que giran alrededor del personaje de Pen¨¦lope Cruz, en un papel que probablemente es el m¨¢s maduro de su carrera.

Es un papel que te¨®ricamente no le va y por eso le ha costado mucho, pero a la vez es la ocasi¨®n en la que muestra m¨¢s versatilidad, y yo no puedo estar m¨¢s contento. De alguna manera quer¨ªa forzarla a un registro nuevo, al de esa hero¨ªna del noir que tanto me gusta. Ella es joven para entender del todo a este tipo de mujer, una mujer de 38 a?os muy baqueteada, que por su belleza ha ca¨ªdo en muchas trampas. Una mujer que siempre quiso ser actriz pero no tuvo suerte, que trabaja de secretaria, y de prostituta de vez en cuando, pero que no le interesa medrar, que no es la arribista que quiere ligarse al jefe. Es un ¨¢ngel ca¨ªdo, una mujer endurecida por su trayectoria. Y eso era complejo para Pen¨¦lope, porque est¨¢ muy lejos de ella que ahora mismo explota vitalidad y de las relaciones que ha podido tener. Pen¨¦lope ha sufrido, claro, pero no ha estado en contacto con algo tan tremendo como el personaje. Pero yo estaba seguro de que pod¨ªa hacerlo y ella conf¨ªa enormemente en m¨ª. Creo que, adem¨¢s, en este momento, despu¨¦s de demostrar lo gran comedianta que es en la pel¨ªcula de Woody Allen, le viene muy bien este personaje.

Es un personaje muy triste.

S¨ª, y a m¨ª me daba mucha pena, porque no pod¨ªa hacer nada para salvarla. No s¨¦, cuando escribes hay muchas cosas que no se pueden decidir. Y ¨¦sa era una de ellas. Pen¨¦lope, adem¨¢s, se mueve perfectamente por las distintas etapas del personaje. Da perfecta como chica pop vestida de Pierre Cardin, y despu¨¦s con ese Chanel maravilloso de cadenas doradas, y con ese otro, de 1994, ?tan de nueva rica!

El a?o 2008 ha sido muy malo para el cine espa?ol. En 2009 se prev¨¦n cifras mejores gracias a este estreno, el de Alejandro Amen¨¢bar, el de Isabel Coixet, Fernando Trueba...

Los primeros datos de 2009 est¨¢n siendo muy distintos a los de 2008. Se ha medido la tendencia en enero y febrero, y la taquilla del cine est¨¢ subiendo, as¨ª que las cifras mejorar¨¢n, y no es porque vayamos a estrenar Amen¨¢bar, Trueba, S¨¢nchez Ar¨¦valo o yo. La crisis est¨¢ afectando positivamente al cine. La gente deja de ir a cenar, pero quiere seguir saliendo a la calle, y el cine es un entretenimiento asequible, bueno para estos tiempos. Sobre la bajada de espectadores, creo que la pirater¨ªa tiene much¨ªsimo que ver. Sin duda. Vivimos en un cambio muy fuerte en todo lo relacionado con el consumo de im¨¢genes y s¨®lo hay una salida: estructurar ese consumo. Yo no creo que el cine en la sala est¨¦ muerto, como no creo que est¨¦n muertos los peri¨®dicos, algo que tambi¨¦n se est¨¢ diciendo ahora. Yo no me voy a una cafeter¨ªa a leer el peri¨®dico con mi ordenador, y como yo, mucha gente. Hay muchas cosas parad¨®jicas, como la de que veo mucho mejor las pel¨ªculas en mi televisi¨®n de plasma que en una sala de cine, y eso me da escalofr¨ªos, porque a m¨ª lo que me gusta es ir al cine, sentarme con otras personas que no conozco. Las nuevas tecnolog¨ªas dan una calidad extrema para ver el cine en casa, pero, a la vez, esas mismas tecnolog¨ªas y la cantidad de posibles ventanas est¨¢n maleducando el gusto de los j¨®venes y han degradado el producto cinematogr¨¢fico, de igual manera que lo han degradado en la m¨²sica los iPods.

Esta pel¨ªcula es una historia de amor loco a tres bandas, o incluso a cuatro, pero usted incluye una secuencia de 'Viaje a Italia (Te querr¨¦ siempre)', de Rossellini, en la que Ingrid Bergman no puede estar m¨¢s lejos de ese tipo de amor, una mujer que al contemplar a una pareja que ha muerto carbonizada y abrazada, piensa en el deterioro y la mezquindad de su propio matrimonio.

Hay dos emociones en esa escena que me interesan. Una es la de Ingrid Bergman al ver que su matrimonio no se parece en nada a esa pareja carbonizada por la lava del volc¨¢n; esa emoci¨®n coincide con Magdalena / Pen¨¦lope al ver a una pareja a la que la muerte ha sorprendido durmiendo juntos y abrazados. Y luego est¨¢ la de Llu¨ªs Homar, que quiere congelar en una foto ese abrazo suyo con Pen¨¦lope y cuya voz tambi¨¦n nos recuerda su deseo no cumplido de morir abrazado a ella. Frente a todo esto, lo que subyace en esta pel¨ªcula es la mala suerte, una mala fortuna que contagia a todos los personajes, aunque recae especialmente en ella. Pese a todo, creo que es una de las pel¨ªculas que he hecho con final m¨¢s feliz.

Y ah¨ª entra el cine, con su capacidad redentora. El cine lo ordena todo y tambi¨¦n lo cura todo. Quiz¨¢ el gran amor de esta pel¨ªcula es ¨¦se: el cine.

El cine es una pasi¨®n irracional, todo mi cine est¨¢ impregnado de cine y el cine es para m¨ª la realidad. Toda la pel¨ªcula es un canto de amor a esta profesi¨®n, que es algo m¨¢s que un trabajo: es una forma de vida. Pero eso no estaba cuando escrib¨ª el gui¨®n, eso surgi¨® poco a poco. Las intenciones no siempre est¨¢n desde el principio, van saliendo. Y s¨ª, siento que es la primera vez que hago una declaraci¨®n tan expresa de amor al cine; no con una secuencia en concreto, sino con toda una pel¨ªcula. Huston rod¨® Los muertos en una silla de ruedas y enganchado a un cat¨¦ter. ?sa no es una imagen pat¨¦tica, sino arm¨®nica, de gran belleza. Yo me veo exactamente as¨ª a su edad. ?

'Los abrazos rotos' es un drama con tintes negros. Un g¨¦nero que ya toc¨® en 'Carne tr¨¦mula' y luego en 'La mala educaci¨®n'. ?Por qu¨¦ esa fascinaci¨®n por este g¨¦nero?

En mi madurez me he ido interesando por los g¨¦neros, y uno me ha llevado a otro. Por ejemplo, jam¨¢s vi un western de peque?o y sin embargo me ha ido interesando m¨¢s y m¨¢s hasta convertirse en uno de mis g¨¦neros favoritos. Y no hago uno porque no se me ocurre.

Ten¨ªa una idea -sobre dos vaqueros homosexuales-, pero luego se la pisaron.

[Risas]. Bueno, bueno, ¨¦sa es otra historia. El caso es que el drama y el melodrama siempre me han gustado, desde muy joven. Y al cine negro llego precisamente desde ah¨ª. El cine negro es drama con un poquito m¨¢s de oscuridad, con alguna pistola y alg¨²n muerto. Cuando el drama y el noir se pisan, conviven perfectamente y el drama se convierte en algo muy duro. El g¨¦nero negro se permite tener sentimientos. Yo siempre cito Que el cielo la juzgue, de John M. Stahl, como la uni¨®n perfecta del melodrama con el thriller, y la convivencia de esos dos g¨¦neros me parece terriblemente atractiva, como director y como espectador.

Pero habr¨ªa que sumar un tercer g¨¦nero: la comedia. Porque en la pel¨ªcula hay al menos dos escenas, la de la lectura de labios de Lola Due?as y la final de Carmen Machi, que son pura comedia.

Es que el thriller admite mucha iron¨ªa; lo que admite menos es la carga sentimental. Pero Laura es una gran historia de amor, como lo es Retorno al pasado. No hay mayor historia de amor que la de ese hombre que interpreta Robert Mitchum. Me encanta ese thriller que no s¨®lo no evita los sentimientos, sino que los hace a¨²n m¨¢s patentes y rotundos. Me encantar¨ªa, adem¨¢s, que hubiera canciones, que tambi¨¦n las hay en el thriller, y que yo espero incluir alg¨²n d¨ªa. Viendo los grandes noir de John Huston o de Howard Hawks, los di¨¢logos son pura iron¨ªa, los de ellos y los de ellas. Para m¨ª, El halc¨®n malt¨¦s es alta comedia. ?Con esa mujer, Mary Astor, que miente cada vez que abre la boca! As¨ª que claro que el thriller admite el humor. Por eso, yo recurro a esa lectora de labios que interpreta Lola Due?as y me permito el humor.

Se supone que deber¨ªa ser uno de los momentos m¨¢s dram¨¢ticos de la pel¨ªcula.

La idea me vino de la boda de nuestros pr¨ªncipes do?a Leticia y don Felipe y de una idea que tuvo una canal de televisi¨®n, creo que Tele 5, de leerles los labios durante la ceremonia. Fue ese gran momento, cuando estaban en el punto ¨¢lgido del sacramento, en el que ella le dijo a ¨¦l: "Es todo tan hermoso". A partir de ese momento, yo me dije que la persona que hab¨ªa le¨ªdo los labios se merec¨ªa un personaje en alguna de mis pel¨ªculas. Y as¨ª surgi¨® la idea. Luego se ha utilizado mucho, en entrenamientos de f¨²tbol o entre pol¨ªticos, pero a m¨ª me impresion¨® mucho aquella vez de la boda por lo t¨®pico de la frase. Recuerdo que cuando ensay¨¦, en este mismo despacho, la escena por primera vez, Jos¨¦ Luis [G¨®mez] se cabre¨® mucho porque se estaba dando cuenta de que Lola le robaba la escena.

Jos¨¦ Luis G¨®mez interpreta a ese magnate enamorado de Lena (Pen¨¦lope Cruz) y es el padre de Ray X (Rub¨¦n Ochandiano). La pel¨ªcula habla mucho de paternidades conflictivas, incluso el personaje que interpreta Llu¨ªs Homar relata el caso, recientemente conocido, de Arthur Miller y su hijo secreto Daniel.

La historia del hijo de Arthur Miller, como la del hijo de Heming-way, me sirve para hablar de esos padres enormes que aplastan a sus hijos. En la creaci¨®n del personaje de Ray X hay ecos de la historia de Hemingway y su hijo Gregory, al que le gustaban de ni?o el contacto de la seda y el tafet¨¢n, y que despu¨¦s de beber m¨¢s que el padre, cazar elefantes m¨¢s grandes que los que ¨¦l cazaba y tener m¨¢s hijos de los que el escritor tuvo, acab¨® cambi¨¢ndose de sexo cuando ten¨ªa casi 60 a?os, 15 despu¨¦s de que su padre muriera. La historia del hijo de Arthur Miller tambi¨¦n me parece terrible, ese ni?o con s¨ªndrome de Down al que nunca quiso ver y que a?os m¨¢s tarde se acerca a su padre, despu¨¦s de una conferencia, para presentarse. Es sobrecogedor.

En la pel¨ªcula hay un homenaje expl¨ªcito a casi todas las 'chicas Almod¨®var': Chus Lampreave, Kiti Manver, Mariola Fuentes, Lola Due?as, Blanca Portillo y, por supuesto, Pen¨¦lope Cruz. Usted dice que la mayor parte de los papeles femeninos que ha escrito son una mezcla de su madre y sus vecinas de La Mancha, con Holly Golightly, la Giulietta Masina de 'La strada' y la Shirley MacLaine de 'El apartamento'.

Falta una, Blanca S¨¢nchez, que ha fallecido recientemente y de la que, por pudor, he hablado poco. En realidad, mi gran fuente de inspiraci¨®n han sido mi madre y sus vecinas, y Blanca. Ella representaba a todas esas mujeres modernas y urbanitas, echadas para adelante, sin prejuicios y enormemente vitales. Cinematogr¨¢ficamente a?adir¨ªa a la Gena Rowlands de Opening nights y a Romy Schneider, a la que le hago un peque?o homenaje en la pel¨ªcula. Pero Blanca era m¨¢s del tipo Holly Golightly, sin ser prostituta, claro.

?Y c¨®mo era Blanca?

Enormemente sofisticada y moderna, y, a la vez, terriblemente ingenua para el amor. Ella representa a esas mujeres list¨ªsimas que se desenvuelven por igual en todos los ambientes, de los m¨¢s altos a los m¨¢s bajos. Recuerdo que Blanca se compr¨® en Londres todos los modelos que luc¨ªa Cecilia en Laberinto de pasiones y rodamos Pepi, Luci, Bom... en su casa. Ella me inspiraba tantas cosas... Era una chica fin¨ªsima, muy culta, de muy buena familia; sab¨ªa much¨ªsimo de arte, y gracias a ella, la galer¨ªa Vijande mont¨® la exposici¨®n de Andy Warhol.

?Ella inspir¨® a la Candela (Mar¨ªa Barranco) de 'Mujeres...', ?no?

S¨ª. Yo no pude poner la verdad, que los chi¨ªes (algo que con el tiempo casi ha resultado m¨¢s acertado) hab¨ªan sido terroristas etarras. Pero s¨ª, ella se enamor¨® de un hombre sin saber que era un terrorista y que la estaba utilizando. ?l meti¨® a otros etarras en su casa, porque Blanca era generos¨ªsima, y all¨ª prepararon sin ella saberlo un asalto a la c¨¢rcel de Carabanchel para liberar a otros presos. Aquello le cost¨® a Blanca, que era inocente, nueve meses de c¨¢rcel. Cuando sali¨®, ya nunca fue la misma. Yo iba a visitarla y volv¨ªa hundido. Pero lo incre¨ªble era su ingenuidad para el amor. Cuando se destap¨® lo de los etarras, lo que ella no pod¨ªa entender, y lo que la destroz¨®, era que aquel hombre no hubiese confiado en ella, le daba igual todo lo dem¨¢s. Lo que le dol¨ªa era que su amante no hab¨ªa tenido la confianza suficiente como para decirle en la cama la verdad. Yo no daba cr¨¦dito y le dec¨ªa: "Pero Blanca, mujer, que era un etarra". Aquello cambi¨® de manera radical su relaci¨®n con los hombres y la c¨¢rcel la marc¨®. Recuerdo que antes de entregarse al juez me llam¨® por tel¨¦fono para que sacara de la casa, de mi vieja habitaci¨®n, porque yo viv¨ª bastante tiempo con ella, las cajas y cajas de turrones y chocolates que los etarras hab¨ªan comprado para llevarse por Navidad. Ella s¨®lo me dec¨ªa que no me preocupara por ella, pero que, por favor, sacara todo aquello de su casa. Lo absurdo, esas paradojas que me pasan en la vida, es que yo, que no sab¨ªa qu¨¦ hacer con aquel arsenal de dulces navide?os, se los di a mi cu?ado, que era guardia civil y que se pas¨® las navidades pape¨¢ndose los turrones y chocolates que hab¨ªan comprado los etarras.

?Por qu¨¦ era una amistad tan fuerte?

Pues porque ella era m¨¢s consciente de m¨ª mismo que yo. Ten¨ªa una fe ciega en m¨ª. En una entrevista, el guionista de Mujeres de-

sesperadas dec¨ªa que si en la vida conoces a fondo a una mujer, a una sola mujer, puedes escribir sobre mujeres toda tu vida. Pues yo a Blanca la conoc¨ª al cien por cien, y por eso tantas, tant¨ªsimas veces, mi referencia ha sido ella. Su generosidad sin l¨ªmites, su inteligencia, su capacidad para arriesgarse en la vida, su enorme discreci¨®n, ella nunca alarde¨® de nuestra amistad...

Alguna vez se ha quejado de c¨®mo la fama ha modificado su relaci¨®n con el mundo.

La fama me afecta en el sentido de que no me puedo quedar quieto en la calle. Si tengo una cita con alguien, no puedo esperar en ning¨²n sitio. A m¨ª no me importa hablar con la gente que se me acerca por la calle, pero no puedo con las fotograf¨ªas de los m¨®viles; ¨¦se es el peor invento que existe. Yo ya he renunciado hace tiempo a manifestarme tal y como soy en la calle o en el bar. No poder llorar si tienes un problema... Es sin duda una p¨¦rdida enorme. La ¨²nica costumbre con la que no he roto es la de ir dos o tres veces por semana al cine. Pero apenas voy a bares, sobre todo por lo de las migra?as, no porque me falten ganas de salir, que no me faltan.

Por cierto, ?ahora c¨®mo va esa cabeza?

Un misterio. Los neur¨®logos no acaban de ver bien el origen, as¨ª que s¨®lo me falta acudir a la santer¨ªa y, desde luego, estoy dispuesto a hacerlo. Pero es que, adem¨¢s, junto a las migra?as, tengo ahora otra dolencia que es directamente de ciencia-ficci¨®n: tengo pitidos que son como ni?os gimiendo en mi pecho; se llama broncoespasmo. Y otra m¨¢s que se llama ac¨²fenos o tinnitus, y que es un pitido muy intenso que al parecer no existe y que genera tu cerebro. Yo, encima, lo tengo en el o¨ªdo bueno y es como una chicharra agud¨ªsima que te impide escuchar al de al lado. No son dolencias org¨¢nicas, ni psicosom¨¢ticas; son muy misteriosas y, desde luego, te pueden fastidiar directamente la vida. Aunque yo, al menos, espero sacarles partido y pon¨¦rselas alg¨²n d¨ªa a otro personaje, a alg¨²n tipo realmente malvado, uno de esos cuyo organismo se rebela.

'Los abrazos rotos' se estrena en Espa?a el 18 de marzo.

Tr¨¢iler de 'Los abrazos rotos'

EL PA?S SEMANAL: Pen¨¦lope Cruz + Pedro Almod¨®var= 3 Oscar