"Hay gran relaci¨®n entre Alemania y Jap¨®n"
El sakura, la floraci¨®n de los cerezos en Jap¨®n, marca el fin del invierno y el comienzo de la primavera. Su estallido blanco y rosa dura apenas dos semanas y, adem¨¢s de un espect¨¢culo natural, para los japoneses es una met¨¢fora de lo transitorio. Cerezos en flor, la ¨²ltima pel¨ªcula de la directora alemana Doris D?rrie (Hannover, 1955), estrenada el pasado viernes en Espa?a, recoge esta imagen para desarrollar un mensaje vitalista sobre la fugacidad de la vida. "Cuando te enfrentas con la muerte directamente disfrutas m¨¢s de estar vivo". Despu¨¦s de tres pel¨ªculas filmadas parcialmente en Jap¨®n entiende el idioma y sobre todo la idiosincrasia japonesa, que le fascina desde hace 20 a?os.
Cerezos en flor, seg¨²n su autora, es un "memento mori", un recordatorio de nuestra fragilidad. Rudi pierde repentinamente a su mujer, Trudi. Sus hijos, ya adultos, est¨¢n absorbidos por sus vidas y apenas se comunican con su padre. Rudi va a Jap¨®n a pasar una temporada con uno de ellos, realizando el viaje que Trudi hubiera querido hacer. D?rrie defiende: "Hay mucha relaci¨®n entre el car¨¢cter alem¨¢n y el japon¨¦s. En ambas culturas existe una extra?a tensi¨®n entre la apariencia de frialdad y correcci¨®n y una irracionalidad contenida que puede despertar en cualquier momento". En la pel¨ªcula tambi¨¦n ha querido reflejar lo que en su opini¨®n es una actitud muy japonesa: la observaci¨®n del otro, a trav¨¦s del personaje de Yu, una joven que parece ser la ¨²nica que comprende la angustia del protagonista. Ella baila un tipo poco conocido de danza, el butoh. "El butoh surgi¨® en los a?os sesenta como una mezcla de la cultura hippie japonesa y la danza expresionista alemana. Tiene puntos en com¨²n con el flamenco por su car¨¢cter expresivo y espont¨¢neo".
A pesar de que ella perdi¨® a su marido hace unos a?os, D?rrie no considera que su filme sea m¨¢s ¨ªntimo que los anteriores. "Todo mi cine es personal". La impresi¨®n de la directora alemana es que sus colegas hacen pel¨ªculas que "te ponen un peso encima en lugar de quit¨¢rtelo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.