Reformas Obama
El fin de las restricciones en la investigaci¨®n de c¨¦lulas madre inaugura otra era en EE UU
El reformismo no consiste en hacer cosas revolucionarias lentamente, sino en abordar con urgencia lo que es urgente y con calma lo que no lo es. El reformista Obama firm¨® ayer la orden de revocaci¨®n del veto impuesto por su predecesor, George W. Bush, a la financiaci¨®n de la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias: aquellas a partir de las cuales puede desarrollarse cualquier ¨®rgano del cuerpo, y de cuyo avance depende en buena medida el futuro de la medicina.
Esa medida de su programa electoral se plantea cuando acaba de poner en marcha su prometida reforma del sistema sanitario, tend¨®n de Aquiles del pa¨ªs m¨¢s rico de la tierra, y ha fijado plazos de emergencia para que en diciembre de este a?o est¨¦ aprobada por las dos C¨¢maras. Obama ha demostrado una gran determinaci¨®n al presentar su plan apenas un mes despu¨¦s de tomar posesi¨®n y ante los grupos de presi¨®n que bloquearon el plan de los Clinton en 1993.
El sistema de salud estadounidense es ineficiente y caro. Desprotege a 47 millones de personas, el equivalente a la poblaci¨®n actual de Espa?a. En Estados Unidos, quedarse sin empleo o estar jubilado y ver c¨®mo quiebra la empresa que costeaba el seguro privado es sin¨®nimo de perder el derecho de asistencia m¨¦dica. El sistema p¨²blico de salud protege s¨®lo a los m¨¢s pobres, mientras que las aseguradoras privadas alcanzan a los trabajadores de mayores ingresos. Desempleados, jubilados y trabajadores de bajo poder adquisitivo est¨¢n abandonados a su suerte.
Un reciente sondeo ha demostrado que inquieta la desprotecci¨®n que supone para tantos ciudadanos, pero m¨¢s a¨²n su elevado coste: el 16% del PIB frente al 8% espa?ol. El presidente ha presentado la reforma haciendo ¨¦nfasis en la necesidad ineludible de controlar el desbocado gasto sanitario del pa¨ªs, el mayor, de lejos, de todos los pa¨ªses de la OCDE.
Al contrario de lo que ocurri¨® en 1993, los grupos de presi¨®n (industria farmac¨¦utica, hospitales y seguros privados entre otros) han manifestado su intenci¨®n de colaborar. Si Obama consigue su prop¨®sito habr¨¢ acometido una de las mayores revoluciones abordadas nunca por Estados Unidos, como la defini¨® en su d¨ªa el propio Bill Clinton. Lograr alg¨²n d¨ªa la cobertura universal, de la que disfrutan desde hace tiempo la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos, ha sido el sue?o de generaciones de ciudadanos estadounidenses.
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