EE UU presiona a Europa para que lance nuevos planes de est¨ªmulo

Barack Obama llam¨® ayer la atenci¨®n a las principales econom¨ªas del mundo sobre la necesidad de medidas m¨¢s en¨¦rgicas, de acciones m¨¢s decisivas por parte de los Gobiernos, para hacer frente a la crisis global de forma acompasada con Estados Unidos. Sin decirlo expl¨ªcitamente, el presidente norteamericano expres¨® cierta frustraci¨®n por el hecho de que otros pa¨ªses desarrollados, especialmente en Europa, no hayan repetido planes de est¨ªmulo de las proporciones del que recientemente fue aprobado en Washington.

"Todo lo que estamos haciendo en EE UU ser¨ªa m¨¢s eficaz si el resto del mundo se estuviera moviendo en la misma direcci¨®n", declar¨® Obama al t¨¦rmino de una reuni¨®n con su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, quien hoy mismo viaja a Londres para participar en una reuni¨®n preparatoria de la pr¨®xima cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que concentra a los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y a los emergentes con mayor pujanza. La reuni¨®n se celebrar¨¢ en la capital del Reino Unido el 2 de abril.

El G-20 deber¨ªa abordar una nueva regulaci¨®n del sistema financiero

El presidente estadounidense rechaza caer en el proteccionismo

Desde ahora hasta esa fecha, la pol¨ªtica de Estados Unidos ser¨¢ la de presionar a favor de una acci¨®n mundial coordinada para atajar la crisis, una acci¨®n en la l¨ªnea de la ley de est¨ªmulo de cerca de 800.000 millones de d¨®lares (625.000 millones de euros) que el presidente firm¨® el mes pasado y del plan de rescate de los bancos de 700.000 millones de d¨®lares puesto en marcha el pasado oto?o.

"EE UU ha tomado una ventaja significativa", manifest¨® Obama, "sobre una serie de pasos que son necesarios en este momento. Pero es importante que otros pa¨ªses se muevan en la misma direcci¨®n porque la econom¨ªa globalizada nos ata a todos juntos".

Todos esos pasos hay que darlos, adem¨¢s, precis¨® el presidente "asegur¨¢ndonos de que no caemos en patrones proteccionistas y de que el comercio internacional sigue siendo el modelo que los pa¨ªses apoyan y practican".

Las palabras de Obama confirman la preocupaci¨®n de la Casa Blanca por la resistencia de parte de las principales potencias europeas y otras naciones a desarrollar medidas intervencionistas lo suficientemente ambiciosas. Estas diferencias se presentan como el principal caballo de batalla con vistas a la reuni¨®n del G-20, en la que est¨¢n depositadas muchas de las esperanzas de una pr¨®xima recuperaci¨®n.

Un informe del Fondo Monetario Internacional hecho p¨²blico la semana pasada confirmaba que, entre las mayores econom¨ªas del mundo, s¨®lo China, Australia y Espa?a hab¨ªan seguido los pasos de EE UU de dedicar el 2% de su producto interior bruto (PIB) a proyectos de est¨ªmulo econ¨®mico. Los dos grandes de Europa, Alemania y Francia, se han quedado muy por detr¨¢s de esa cifra, particularmente este ¨²ltimo, cuyo paquete de est¨ªmulo no llega al 1% del PIB.

El presidente norteamericano dijo ayer que hab¨ªa hablado recientemente sobre esos problemas y las perspectivas de la cumbre de Londres con el primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, y con el jefe del Gobierno japon¨¦s, Taro Aso, con los que, seg¨²n coment¨® Obama, hab¨ªa coincidido en "una visi¨®n optimista sobre las perspectivas del encuentro".

Obama recalc¨® que los dos objetivos principales que busca Estados Unidos en esa cumbre son los de "una acci¨®n concertada en el mundo entero para resucitar la econom¨ªa" y un consenso sobre un paquete de medidas reguladoras que deben ser aplicadas por cada pa¨ªs, con el fin de evitar la repetici¨®n de cat¨¢strofes como la que actualmente afecta al sistema financiero.

El presidente mencion¨® el primero de esos objetivos como imprescindible para que sus propias iniciativas aplicadas a la econom¨ªa norteamericana puedan tener ¨¦xito. "Podemos hacer un buen trabajo aqu¨ª", dijo, "podemos poner en marcha todas las medidas que creamos, pero si contin¨²a el deterioro de la econom¨ªa internacional, vamos a fracasar".

Nunca se hab¨ªa referido Obama en t¨¦rminos tan dram¨¢ticos a la conexi¨®n entre la crisis econ¨®mica norteamericana y la que sufren otros pa¨ªses. Eso pone una presi¨®n a?adida sobre la cumbre del G-20 y sobre el trabajo previo que debe de llevar a cabo el secretario del Tesoro. "?sta va a ser una reuni¨®n crucial en un momento, obviamente, decisivo para la econom¨ªa", declar¨® el presidente.

Timothy Geithner a?adi¨® que, desde hace dos a?os, est¨¢n circulando entre diferentes pa¨ªses afectados por la crisis una serie de ideas sobre la mejor forma de combatirla. Pero advirti¨® que ahora "el tiempo de las palabras ha terminado" y que es preciso "unirse y empezar a actuar".

"Tenemos que unir al mundo para poner en acci¨®n un programa muy extenso y sostenido de apoyo a la recuperaci¨®n y el crecimiento. Y tenemos que unirnos para alcanzar un nuevo consenso global sobre c¨®mo fortalecer el sistema financiero mundial de tal manera que una crisis as¨ª no vuelva a ocurrir nunca m¨¢s", propuso el secretario del Tesoro.

Para Geithner esto es, al mismo tiempo, una batalla personal. Despu¨¦s de un turbulento proceso de confirmaci¨®n por el impago de algunos impuestos, y de un inicio de gesti¨®n muy criticado por la incertidumbre de sus acciones respecto a la intervenci¨®n en los bancos, el secretario del Tesoro est¨¢ muy necesitado de un ¨¦xito para revitalizar su papel.

[Las presiones de Obama y su equipo econ¨®mico provocaron reacciones en la Comisi¨®n Europea y en varios pa¨ªses de la UE, que no parecen dispuestos a preparar nuevos planes anticrisis pese a la insistencia de Estados Unidos. El presidente del Eurogrupo -que engloba a los 16 ministros de Finanzas de la zona euro-, el luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker, asegur¨® ayer que los miembros de la Uni¨®n "no est¨¢n dispuestos a ir m¨¢s all¨¢ de los paquetes de medidas que ya han sacado adelante". El ministro alem¨¢n de Finanzas, Peer Steinbrueck, asegur¨® que en estos momentos no se debate "ninguna medida adicional". Frente a las cifras ofrecidas por EE UU, la UE sostiene que los planes de est¨ªmulo de los Veintisiete suman 400.000 millones de euros para 2009 y 2010, el 3,3% del PIB europeo.]