Coleccionistas de h¨®rreos
Una funcionaria de Correos publica en Internet la mayor gu¨ªa de graneros
El h¨®rreo m¨¢s alto de Galicia levanta del suelo ocho metros y medio, est¨¢ en el lugar de Cores (Ponteceso) y parece una casa de tres plantas con puertas y ventanas. No tiene pies. En su lugar, hay una planta baja y cerrada donde duermen las gallinas. Encima, en el primer piso, los propietarios guardan patatas, casta?as y trastos que ya no quieren en la casa. Hacia atr¨¢s, crece una azotea y, hacia arriba, una segunda planta aireada donde se almacena el grano. Aunque no se aprecia en la foto, este ejemplar ¨²nico de h¨®rreo tambi¨¦n tiene un palomar. Y todo el edificio est¨¢ construido en piedra, hasta la canalizaci¨®n para la lluvia.
Beatriz de la Torre, funcionaria de Correos, sale a las tres de trabajar y por las tardes, siempre que no llueve, coge el coche y marcha de Santiago "a la caza del h¨®rreo". La acompa?a Fernando Rodr¨ªguez, orensano, prejubilado de banca en Compostela y aficionado a la fotograf¨ªa. Cada d¨ªa se aventuran por una ruta diferente y siempre encuentran cosas nuevas. En 15 a?os, pero de forma m¨¢s constante en los ¨²ltimos cinco, han logrado catalogar dos mil h¨®rreos en toda la comunidad y sospechan que van a tener que seguir con estas excursiones vespertinas de por vida. "Hasta que me muera continuar¨¦ contando h¨®rreos y no me dar¨¢ tiempo a acabar", asegura esta funcionaria nacida en Mar¨ªn, que viaja siempre con una cinta m¨¦trica, no vaya a ser que alguna vez descubra un ejemplar m¨¢s alto que el de Cores, m¨¢s largo que el de Ara?o (Rianxo), m¨¢s estrecho que el de Portomar¨ªn o con m¨¢s capacidad de almacenamiento que el de los monjes mercedarios de Poio.
En Lamas de Moreira est¨¢ el ¨²nico h¨®rreo octogonal
"Los m¨¢s grandes son los de las rectorales. Los curas guardaban mucho"
Este ¨²ltimo granero tiene un volumen interior de 123,25 metros c¨²bicos y se sostiene sobre 51 pies. En este caso, y en la mayor¨ªa de los h¨®rreos grandes, se cumple esa ley de la f¨ªsica que nunca se lleg¨® a escribir que dice que a mayor tama?o, m¨¢s posibilidad de que el due?o del h¨®rreo sea un eclesi¨¢stico. "Est¨¢ claro que los m¨¢s grandes son los de las rectorales. Los curas almacenaban mucho", cuenta con una sonrisa la perseguidora de h¨®rreos. "Y entre ¨¦stos, el m¨¢s impresionante, perfecto, majestuoso, sigue siendo el de Carnota".
El equipo estren¨® hace una semana una web (www.horreosdegalicia.com) en la que muestra su cat¨¢logo. Es la p¨¢gina m¨¢s completa sobre el tema, y en ella se pueden ver graneros redondos, cuadrados, en forma de ele y hasta uno octogonal, en Lamas de Moreira (A Fonsagrada) hecho de madera y con tornarratos de pizarra. En los pazos, aunque pudiera parecer lo contrario, los h¨®rreos son mucho m¨¢s peque?os que en las casas parroquiales y por lo general menos exquisitos que los de algunas viviendas m¨¢s pobres. Eso s¨ª, junto al h¨®rreo, en las casas con capilla, pat¨ªn y cipr¨¦s, hay a veces una h¨®rrea haci¨¦ndole compa?¨ªa. Se distingue de su macho porque es una construcci¨®n sobre pies m¨¢s ancha y m¨¢s cuadrada.
Entre los h¨®rreos de m¨¢s de cien a?os, "no hay dos iguales". Ahora s¨ª se hacen en serie, pero basta un paseo entre Noia y Fisterra para descubrir la cantidad y la variedad. En cada zona hay un estilo, y dentro de ¨¦ste "hay tantos subestilos como due?os, porque la gente es caprichosa". Entre los adornos o turulecos, "se encuentran las cosas m¨¢s raras que uno pueda imaginar". Beatriz de la Torre y Fernando Rodr¨ªguez han fotografiado zorros, cabezas humanas, campanarios de iglesia y hasta un avi¨®n despegando, labrado en piedra, que un propietario encarg¨® hace ya muchos a?os para sustituir una cruz que se cay¨®.
El h¨®rreo m¨¢s antiguo que han encontrado estos catalogadores (la fecha est¨¢ muy gastada, pero es de principios del siglo XVIII) est¨¢ en Mar¨ªn, y los m¨¢s trabajados son los del "estilo Morrazo", tan barrocos como el cruceiro de H¨ªo. El m¨¢s adornado de todos es el de Salcedo (Pontevedra), que tiene labrados con conchas incluso los pies. "Los h¨®rreos son obras de ingenier¨ªa", defiende la investigadora. "Los que guardan miel, adem¨¢s de tornarratos, tienen tornaformigas: un surco en la piedra siempre lleno de agua".
En Carballo, donde abundan los h¨®rreos cuadrados como en A Mari?a y en A Fonsagrada, en la planta baja suele haber un taller y, encima de las sobrepenas, el adorno m¨¢s frecuente es un reloj de sol. Todos estos relojes son distintos, y en la zona, hasta hace nada, la gente sab¨ªa leerlos. La costumbre de mirarlos se est¨¢ perdiendo, le coment¨® un d¨ªa una vecina a De la Torre, "porque, con eso del cambio de hora, ahora los relojes de sol ya no funcionan como antes".
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