Volumen extra?o en el paraje tranquilo

Si hemos de creer el dicho popular, este a?o ha sido de bienes para todos los hoteles que viven de la nieve, tales son los espesores acaudalados en el ¨¢rea pirenaica, de Navarra a Catalu?a. Al filo de la carretera que hiende la collada de Toses, m¨ªtica por su sinuoso trazado, el Termes La Collada se las promete felices para la Semana Santa por su emplazamiento inmediato a las estaciones de esqu¨ª de La Masella y La Molina, cuyas pistas resplandecen de una excelente innivaci¨®n esta temporada frente a los ventanales sim¨¦tricos del hotel.

Durante los meses de verano, el paisaje muda de color, y los entresijos del puerto convierten el edificio -insulso, aparatoso, rematado por estatuas de mal gusto- en parada obligatoria de almuerzo o pernoctaci¨®n para un ingente n¨²mero de viajeros.

Una huerta solar

Ingente, s¨ª. Porque 93 habitaciones suponen un impacto brutal para la monta?a y porque los 2.500 metros cuadrados de club termal, techados por una huerta de placas solares, constituyen una instalaci¨®n tur¨ªstica dif¨ªcil de amortizar. Sus interiores destilan un car¨¢cter urbano, m¨¢s que anodino, permeables al viento serrano por culpa de una puerta giratoria mal dise?ada. A la izquierda se ubica el comedor, tan vasto que aparenta estar siempre vac¨ªo. Al fondo, junto a la puerta de la cocina, se abren otros dos peque?os comedores funcionales en los que se sirven el desayuno y la cena los d¨ªas en que el hotel permanece bajo m¨ªnimos.

La planta superior almacena una sucesi¨®n de salones casi siempre desocupados, pese a los esfuerzos del escaso servicio por llenarlos de celebraciones familiares.

Mejor tono ofrecen los dormitorios, pese a las desatenciones que sufren los desag¨¹es y al verde estriado de las moquetas, tan molesto a la vista. Claro que para mirar se bastan solas las crester¨ªas del Pirineo catal¨¢n, gran parte del a?o cubiertas de nieve, o los valles gentiles de la Cerdanya y el Ripoll¨¨s, que invitan al relax de primavera casi tanto como el spa, por ahora el mayor atractivo con que cuenta el hotel. Gran piscina din¨¢mica con contracorrientes, chorros subacu¨¢ticos, cuellos de cisne, asientos de burbujas, hot tubes, hongo de agua m¨¢gica, duchas bit¨¦rmicas, m¨¢rmoles c¨¢lidos y un r¨ªo exterior de contracorrientes en el que disfrutar de un ba?o en la nieve... Argumentos m¨¢s que suficientes para ser indulgentes con el mazacote de siete plantas que se presenta en este inmaculado paisaje bajo el t¨ªtulo de Gran Hotel.

Figueras, cuna de Dal¨ª