Al oro le sienta bien el miedo
Si la recesi¨®n se agudiza el metal precioso podr¨ªa doblar su precio actual
El oro, como la Bolsa, es mitad econom¨ªa y mitad psicolog¨ªa de masas. Y mientras las finanzas mundiales est¨¦n subidas en el div¨¢n de la locura, al metal precioso le ir¨¢ bien. Los inversores se han refugiado en ¨¦l y le han llevado a tocar precios cercanos a los 1.000 d¨®lares la onza (31,1 gramos) para luego regresar a los 928 d¨®lares. Este empuje se explica por la fuerte entrada de capitales en fondos de inversi¨®n que apuestan por los metales preciosos, incluidos los ya c¨¦lebres fondos cotizados o ETF por sus siglas en ingl¨¦s.
La evoluci¨®n futura del precio del oro depender¨¢ de la percepci¨®n del riesgo y de las compras de mercados tan decisivos para el metal como son India, China o Turqu¨ªa. Y estos ¨²ltimos han desaparecido de la escena por la carest¨ªa del oro. De hecho, seg¨²n los datos del World Gold Council, las importaciones indias fueron casi nulas en enero pasado. Con lo cual, para que la cotizaci¨®n se mantenga o suba, las Bolsas deben continuar cayendo y la incertidumbre financiera tiene que seguir. Mientras esto suceda "los precios deber¨ªan mantenerse fuertes", aventura Claude Rivaud, gestor del fondo Sgam Fund Equities Gold Mines, de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale. Y ¨¦sta es la paradoja, el metal se siente bien cuando la econom¨ªa planetaria va mal. As¨ª lo ha entendido la demanda, que seg¨²n la consultora Lipper aument¨® un 64% en 2008. Daniel Stern, director de ventas de Oro Direct, afirma que vende oro f¨ªsico, reconoce que tienen problemas para suministrar producto a sus clientes por la cantidad de peticiones.
Son los fondos de inversi¨®n y no la joyer¨ªa los que tiran del precio del oro
"La producci¨®n de oro cay¨® el a?o pasado y podr¨ªa hacerlo en 2009. En parte se debe a la falta de ¨¦xito en las exploraciones mineras", describe Evy Hambro, gestor del fondo BGF World Gold. En este escenario, "el oro puede caer en verano hasta los 800 d¨®lares la onza. Luego deber¨ªa volver a subir en el segundo semestre para acabar el a?o en 1.100-1.200 d¨®lares", analiza Emilio ?lvarez, creador del fondo Vortex Capital Global Precious Metals Fund. "La situaci¨®n econ¨®mica mejorar¨¢ en 2010 y 2011, que ser¨¢ cuando surtan efecto los planes de Barack Obama, pero la ingente cantidad de liquidez que se ha inyectado al sistema mundial provocar¨¢ que en 2012 tengamos hiperinflaci¨®n", augura ?lvarez. ?Consecuencia? "El oro volver¨¢ a ser refugio y esta vez podr¨ªa alcanzar los 5.000 d¨®lares la onza". Es decir, "ha recuperado su valor monetario", resume Juan Carlos Mart¨ªnez, profesor del Instituto de Empresa.
Evidentemente, toda proyecci¨®n convive con un margen de error. "En condiciones normales, esto es, con estabilidad en los mercados financieros, la onza deber¨ªa estar entre 700 y 1.000 d¨®lares. Ahora bien, si se mantiene la crisis o se disparan las tensiones inflacionistas entonces s¨ª subir¨¢", reflexiona Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez, economista jefe de Citigroup. Esta subida, algunos analistas t¨¦cnicos la sit¨²an en los 2.000 d¨®lares la onza. Y otros, como UBS, la colocan en los 2.500 d¨®lares. Aunque m¨¢s de uno preferir¨ªa no conocer nunca esos niveles. "Tendr¨ªa que pasar algo tremendamente malo a la econom¨ªa mundial para ver esas cifras", reflexiona Antonia Conde, de Renta 4.
Pero las sorpresas no son descartables. Si algo define a esta crisis es que ciertas reglas inmutables est¨¢n cayendo. Hist¨®ricamente, la correlaci¨®n entre el d¨®lar y el oro ha sido casi perfecta. Cuando la divisa americana se deprecia frente al euro, el metal dorado aumenta su cotizaci¨®n. Pero los ¨²ltimos meses han cambiado esta ley no escrita. La explicaci¨®n reside en que ha entrado al mercado una demanda exclusivamente financiera, sustentada en los ETF, que usan el oro como si fuera un derivado m¨¢s, analiza David Navarro, gestor de Inversis Banco.
La cotizaci¨®n del oro, pues, est¨¢ siendo soportada por las compras financieras (y no por la joyer¨ªa) y en esto tienen mucho que ver los fondos de inversi¨®n. Productos como Blackrock World Gold Fund (el mayor fondo del mundo con 5.000 millones de d¨®lares manejados); Tocqueville Gold Fund; Sprott Gold and Precious Minerals y, ya dentro de una dimensi¨®n mucho m¨¢s peque?a, el Sgam Fund Equities Gold Mines, de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, son algunas de las opciones de las que dispone el ahorrador. Todos invierten en empresas mineras.
Porque, como reconocen la mayor¨ªa de los expertos, el negocio, por decirlo as¨ª, no se encuentra en el oro propiamente dicho sino en las compa?¨ªas que lo extraen. Ah¨ª es donde est¨¢n invirtiendo los jugadores destacados de esta partida. Tal es la voracidad que la mayor¨ªa de las grandes empresas aur¨ªferas -Barrick Gold, Anglogold-Ashanti,
Newmont, Goldfields, Goldcorp, Harmony y Kinross- est¨¢n dispuestas a hacer adquisiciones.
Injustamente, cuando se habla de oro su brillo suele apagar al de otros metales. La plata y el platino han tenido una correlaci¨®n muy pr¨®xima con el metal dorado. En concreto, describe Antonia Conde, en los dos ¨²ltimos a?os la del platino es del 65% y la de la plata del 80%. Sin embargo, estos metales tienen sus propias se?as de identidad. Al estar muy relacionados con la actividad industrial -el platino se emplea sobre todo en la industria automovil¨ªstica (catalizadores) y la plata como conductor el¨¦ctrico y en componentes electr¨®nicos, entre otros- les ha afectado la crisis productiva. Y han ca¨ªdo un 50% desde los m¨¢ximos alcanzados en el primer semestre de 2008. La onza de platino est¨¢ en en torno a los mil d¨®lares y la de plata en 13. "Por lo tanto, a medida que la situaci¨®n econ¨®mica mejore, ambos metales subir¨¢n m¨¢s que el oro. Calculo que dos veces m¨¢s", adelanta Emilio ?lvarez.
De hecho, algunos inversores ya est¨¢n colocando sus fichas. "Entre diciembre y enero ha aumentado un 45% la demanda de inversi¨®n en oro, plata y platino a trav¨¦s de ETF", se?ala David Navarro, de Inversis Banco. Pero hay una duda importante. El inversor cuando compra una participaci¨®n en un ETF adquiere, en una proporci¨®n concreta, oro, plata o platino f¨ªsico, que se deposita en una entidad. Algunos gestores, como ?lvarez, platean el interrogante de si de verdad, ante la falta de producto, se est¨¢n pudiendo adquirir los metales a los que la gestora del fondo se ha comprometido frente al inversor.
La faceta m¨¢s dura del diamante
Piense en todos los diamantes que se han tallado desde el principio de los tiempos. Cierre los ojos; vuelva a abrirlos y todav¨ªa estar¨¢n ah¨ª. ?sta es la gran pesadilla de los productores de estas gemas. Excepto alguna piedra preciosa -muy pocas- que se han podido perder a lo largo de los siglos, la mayor¨ªa contin¨²an en el mercado, de una forma u otra. ?Y si la crisis hiciera que sus propietarios las pusieran masivamente a la venta en busca de liquidez? Entonces, habr¨ªa 500 millones de quilates en brillantes buscando desesperadamente comprador. Ser¨ªa el desastre para la industria, que de por s¨ª ya est¨¢ atravesando un a?o muy duro.
De Beers -la compa?¨ªa que controla el 40% del mercado mundial- ha parado la producci¨®n de sus cuatro minas de Bosuana, el principal productor del mundo. Sobre todo porque los oligarcas rusos y ¨¢rabes han dejado de comprar gemas. El sector trabaja con la hip¨®tesis de que ser¨ªa posible una ca¨ªda del 40% del mercado y una bajada del 60% en el precio de los diamantes. De hecho, De Beers ya ha rebajado el precio en bruto de las gemas entre un 15% y un 20%. La situaci¨®n es tan desesperada que los grandes productores mundiales, R¨ªo Tinto, Harry Winston Diamond Corp, BHP Billiton, Russia's Alrosa, estar¨ªan, seg¨²n fuentes del mercado, intentando aunar esfuerzos, en una acci¨®n sin precedentes, para evitar el desplome.
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