Respuestas en clave de futuro
En estos momentos en los que la crisis econ¨®mica se manifiesta a escala global con gran crudeza, resulta particularmente importante acertar en el diagn¨®stico de las causas que han llevado a la situaci¨®n actual, y en la estrategia que va a permitirnos salir de ella. Resulta imprescindible afrontar la situaci¨®n con realismo, sin que ello signifique renunciar a la b¨²squeda de las oportunidades que aparecen en momentos como el actual, en el que est¨¢n en revisi¨®n algunos de los mayores paradigmas del pasado.
Quiero expresar mi reconocimiento a las valientes medidas adoptadas por los gobiernos europeos, por el Banco Central Europeo y otros organismos multilaterales, como el G-20, encaminadas todas ellas a frenar la ca¨ªda del sistema financiero. Debemos sentirnos orgullosos de que las acciones adoptadas en Europa se hayan convertido en modelo para otros pa¨ªses y regiones del mundo y que el euro, como moneda com¨²n, haya contribuido a estabilizar y amortiguar los vaivenes que, sin duda, habr¨ªan sufrido algunas econom¨ªas europeas.
Debemos adoptar todas las medidas a nuestro alcance para restaurar el cr¨¦dito a la industria
Los empresarios tenemos que entender que los trabajadores son parte de la soluci¨®n y no del problema
Estamos a tiempo de tomar medidas eficaces para evitar que la econom¨ªa real sufra da?os adicionales como consecuencia de la crisis financiera. M¨¢s a¨²n, tenemos la oportunidad de restablecer las condiciones que permitan funcionar al sistema productivo sobre bases m¨¢s s¨®lidas que las precedentes.
La European Round Table of Industrialists (ERT), asociaci¨®n de la que soy miembro y que re¨²ne a las 50 principales empresas industriales europeas, ha analizado en profundidad la situaci¨®n econ¨®mica y ha elaborado una serie de recomendaciones que creo pueden resultar de utilidad en el desarrollo de una respuesta eficaz a la crisis.
En estas l¨ªneas paso a esbozar algunas de las reflexiones y recomendaciones realizadas por la ERT a los poderes p¨²blicos y a la sociedad en general, cuyo objetivo es sentar las bases de un futuro econ¨®mico sostenible para Europa.
La dificultad para disponer de cr¨¦dito es hoy uno de los problemas m¨¢s graves que enfrentan las empresas. Ello afecta seriamente tambi¨¦n a sus proveedores, distribuidores y clientes -muchos de ellos pymes-. Algunas empresas que forman parte de la ERT se ven obligadas a conceder pr¨¦stamos a sus proveedores para evitar interrupciones en la cadena de suministro. Adem¨¢s, el coste del cr¨¦dito comercial contin¨²a siendo muy elevado debido al gran diferencial entre los tipos del Banco Central y los del cr¨¦dito comercial. Estas incertidumbres y restricciones perjudican la capacidad de las empresas para tomar decisiones inmediatas con impacto en el largo plazo. Por ello, debemos adoptar todas las medidas a nuestro alcance para restaurar, en la pr¨¢ctica, la disponibilidad del cr¨¦dito a la industria, acabando con la restricci¨®n crediticia y adoptando medidas innovadoras.
Pero no perdamos de vista que esta crisis financiera es, en gran medida, la expresi¨®n de una m¨¢s profunda que ha ido tomando cuerpo durante los ¨²ltimos a?os en el seno de las econom¨ªas desarrolladas. Esta crisis es, ante todo, de competitividad, y alcanza a toda la cadena de valor del modelo productivo, de la que el sistema financiero es un eslab¨®n esencial, pero no m¨¢s que otros, como los sistemas educativo y de innovaci¨®n, la dotaci¨®n de infraestructuras, el modelo regulatorio o el esquema fiscal. ?sta es la realidad de Espa?a y del resto de pa¨ªses industrializados.
Estoy convencido de que s¨®lo si abordamos el problema en toda su magnitud y complejidad, y planteamos un debate sobre c¨®mo podemos ser una sociedad m¨¢s competitiva, Espa?a conseguir¨¢, cuando concluya esta crisis, una posici¨®n que permita aprovechar sus ventajas competitivas.
Pero todo ello no ser¨¢ posible sin un liderazgo europeo fuerte que adopte medidas eficaces, ambiciosas y sostenibles, basadas en tres principios fundamentales: el fortalecimiento del mercado ¨²nico europeo; garantizar la aplicaci¨®n de pol¨ªticas coherentes y consistentes en el tiempo, que eviten cualquier acci¨®n pol¨ªtica que pueda da?ar la competitividad de las empresas de la UE, y por ¨²ltimo, promover pol¨ªticas de est¨ªmulo a la recuperaci¨®n econ¨®mica.
La magnitud de los retos a los que nos enfrentamos exige un liderazgo pol¨ªtico din¨¢mico y coordinado, que aplique pol¨ªticas s¨®lidas de impulso de la demanda y de las inversiones, con el fin de establecer bases s¨®lidas de un futuro crecimiento econ¨®mico sostenible.
En concreto, se debe:
1. Garantizar la aplicaci¨®n coordinada y flexible del Programa de Recuperaci¨®n Econ¨®mica de la UE, tanto en el ¨¢mbito europeo como nacional.
2. Acelerar la implementaci¨®n de la Agenda de Lisboa de Crecimiento y Empleo.
3. Adoptar medidas efectivas para fomentar las inversiones en I+D+i, incluyendo la reducci¨®n de barreras burocr¨¢ticas y la mayor facilidad de acceso a la financiaci¨®n europea.
4. Luchar decididamente contra las distorsiones de la competencia y el proteccionismo econ¨®mico, tanto dentro como fuera de la UE.
5. Mantener objetivos comunes de lucha contra el cambio clim¨¢tico en estrecha colaboraci¨®n con agentes econ¨®micos de la industria, garantizando que se llegue a un acuerdo de alcance en el proceso de Copenhague.
6. Completar la Ronda de Desarrollo de Doha.
7. Aumentar la atenci¨®n prestada a las ¨¢reas con importancia estrat¨¦gica en la futura estructura econ¨®mica de la UE, como las medidas de mejora de la eficiencia energ¨¦tica y la sostenibilidad medioambiental, los sectores industriales con un fuerte efecto palanca sobre el conjunto de la econom¨ªa de la UE o los retos planteados por el Sistema de Comercio de Emisiones de la Uni¨®n Europea.
Una acci¨®n pol¨ªtica oportuna, eficaz y a largo plazo puede a¨²n aliviar las consecuencias de la crisis econ¨®mica, y ponernos en la senda de un crecimiento m¨¢s s¨®lido y sostenible.
Se trata de un desaf¨ªo en clave de futuro, y creo que para abordarlo con ¨¦xito no es posible recurrir a recetas del pasado. Se trata de que todos los sectores sociales, junto con el Gobierno y el conjunto de las Administraciones P¨²blicas, trabajen decidida y coordinadamente en favor de la competitividad, del crecimiento y del empleo.
Respecto al mercado laboral, los empresarios debemos entender que los trabajadores son, para nuestras organizaciones, parte de la soluci¨®n y no del problema, y que no se trata de desregular ni de estatalizar, sino de hacer funcionar mejor la interacci¨®n p¨²blico-privada y aprovechar del modo m¨¢s eficientemente posible los recursos del pa¨ªs.
En otros momentos decisivos de nuestra historia democr¨¢tica, la sociedad espa?ola ha demostrado saber estar a la altura de los grandes retos. En esta ocasi¨®n, contamos con las condiciones para poder volver a estarlo. -
Antonio Brufau es presidente ejecutivo de Repsol YPF.
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