Pobres multimillonarios...

La teolog¨ªa del culebr¨®n acu?¨® el estribillo Los ricos tambi¨¦n lloran para narcotizar a los telespectadores con la descarada falacia de que los millonarios son como el resto de los mortales con la asfixiante inquietud por el estado de sus patrimonios. S¨¦neca lo expres¨® con elegancia muchos siglos antes: "Una gran riqueza es una gran servidumbre". Es un aserto controvertido; pero si los ricos tambi¨¦n lloran, ahora tienen motivo. La lista de la revista Forbes, esa biblia de los milmillonarios cuidadosamente alineados por orden de patrimonio, registra para 2008 algunas desasosegantes conclusiones. La primera es que la crisis mundial, esto es, la crisis financiera m¨¢s la recesi¨®n econ¨®mica, ha reducido en m¨¢s de la mitad la fortuna conjunta de los T¨ªos Gilitos del mundo; ¨ªtem m¨¢s, que el n¨²mero de los muy ricos -m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares- ha bajado desde 1.148 que formaban el club en 2007 a 793 en 2008. Bill Gates vuelve al primer lugar del ranking, con un patrimonio de 40.000 millones de d¨®lares; Warren Buffett, el Or¨¢culo de Oklahoma, cae al segundo puesto, con 37.000 millones y Carlos Slim completa el podio con 35.000 millones.

El patrimonio de Gates ha perdido 18.000 millones en un a?o; menos que Buffett y Slim, que han perdido unos 25.000 millones. Al margen de semejantes tragedias, se airean poco algunos aspectos llamativos de la lista. Primero, obs¨¦rvese la inamovible resistencia del tr¨ªo Gates-Buffett-Slim en el Olimpo del dinero. Se intercambian los puestos, pero no se caen del pedestal. Cuando uno es rico de verdad, nos dice la lista, lo es para casi siempre. Segundo, v¨¦ase que una parte de la riqueza de estos titanes del dinero es fungible: est¨¢ al pairo de los m¨¢s descarnados vaivenes del mercado.

Tercero, la mayor mortandad de milmillonarios se ha producido en Rusia. Dos tercios de sus magnates se han evaporado con el hundimiento de las Bolsas mundiales. Esa subespecie de capitalismo olig¨¢rquico de Mosc¨² todav¨ªa est¨¢ muy tierna para resistir los espasmos c¨ªclicos de la econom¨ªa mundial. Cuarto y ¨²ltimo, a pesar de tan sentidas p¨¦rdidas, los 10 primeros de la lista todav¨ªa manejan 254.000 millones de d¨®lares. Es posible que los ricos tambi¨¦n lloren, pero desde luego no por quedarse sin dinero.